Despertarnos e, inmediatamente, ponernos con el móvil, encender el ordenador o, con los ojos aún medio cerrados, empezar a poner la cafetera para hacer el café de primera hora de la mañana. Te suena, ¿verdad? Es la rutina de la mañana que muchos repetimos, sea cual sea la estación del año y sean cuales sean las tareas que tengamos que hacer inmediatamente después. De hecho, hay quien no es capaz de rendir en el trabajo y quien, incluso, tiene problemas de energía si no toman el café o el té antes de hacer cualquier otra cosa.
Pero, son cada vez más los expertos en alimentación los que coinciden al admitir que los primeros minutos después de despertarse son cruciales para el resto del día y que deberíamos prestarles la importancia que se merecen, mimándolos al máximo si lo que queremos es tener energía durante todo el día. Y en eso tiene mucho que ver lo que hacemos en cuanto abrimos los ojos y cómo nos despertamos.
Como decimos, esos primeros minutos del día son cruciales para tener o no energía durante toda la jornada y, a sabiendas de ello, Marta Marcé , nutricionista y comunicadora, ha compartido en sus redes sociales el que, de acuerdo a su conocimiento, es el mejor truco para que no metamos la pata. «Lo puedes hacer por la mañana y cambiará los niveles de energía durante todo el día».
El truco, de acuerdo a sus palabras, es esperar al menos 45 minutos entre despertarse y tomar alimentos o cafeína y otros estimulantes. El motivo es el cortisol y sus niveles : «Cuando nos despertamos, nuestros niveles de cortisol, que es la hormona del estrés y también la que nos ayuda a despertar y tener foco mental, se empiezan a elevar poco a poco», explica en el post de TikTok . «Si yo permito que esa elevación sea paulatina y no tenga un pico hacia arriba e inmediatamente después uno hacia abajo, conseguiré que la curva de energía sea más estable», continúa.
Y es que, de acuerdo a ella, ingerir alimentos, estar con el móvil o con el ordenador nada más despertar hace que esos picos sean acusados e, igual, que sube, baja el nivel, provocando que la energía sea mínima.
«Dedica esos 45 minutos a tomar un vaso de agua tranquilamente, a hacer meditación o respiraciones , a dar un paseo tranquilo... Será un bálsamo que elevará tu cortisol poco a poco y te ayudará a mantener unos niveles de energía mucho más estables«, comenta la profesional.
Además de esperar este tiempo prudencial para ingerir alimentos y, en caso de ser posible, mantener alejadas las pantallas, hay otros trucos que pueden ayudarnos.
Por ejemplo, prestar la importancia que merece al desayuno es uno de ello. Existen algunas combinaciones que suponen muy poco tiempo de preparación y que están llenas de nutrientes que nos ayudan en este sentido. Tomar carbohidratos, proteínas y grasas saludables es la mejor opción. En bowls , yogures desnatados con piezas de fruta y mantequilla de fruto seco, tostadas con tomate y aguacate,... Las opciones son buenísimas.
Otro truco es invertir los primeros minutos de la mañana en hacer relajaciones, respiraciones u otro ejercicio físico tranquilo, aunque no nos apetezca nada.