Cinco trucos para hacer el cambio de armario de forma fácil, barata y sin perder mucho tiempo

Sabemos que el momento de cambiar la ropa de una temporada a otra es uno de los más temidos por muchas. Enfrentar la tarea de revisar, ordenar y guardar puede ser una pesadilla si se hace desde el desorden y el desconcierto. Para que el cambio de armariono se te haga cuesta arriba, te proponemos cinco trucos que puedes seguir para hacer de esta actividad algo sencillo, económico, rápido y eficaz.

Puede parecer un detalle sin más, pero lo más importante a la hora de enfrentarte al cambio de armario es escoger un día en el que el tiempo invertido no sea un problema. Todo el proceso que lleva implícito esta tarea puede llevarte horas y horas, y si el reloj corre en tu contra lo único que vas a conseguir es que el agobio te impida hacer las cosas bien.

El día del cambio de armario resérvalo exclusivamente para ello y empieza desde primera hora de la mañana. Así, la mente despejada te permitirá entregarte en cuerpo y alma a la tarea, y la sensación de que tienes todo el día por delante jugará a tu favor. Con suerte, tardas menos de lo que pensabas y el resto del día puedes emplearlo con tranquilidad en cosas que te produzcan menos tedio.

Con el día fechado en el calendario, el siguiente paso es echar un vistazo general a toda la ropa que tienes. El método Konmarie, implantado por la gurú del orden Marie Kondo , afirma que la clave del orden en un armario se basa en deshacerse de las cosas que no sean imprescindible y doblar correctamente la ropa. Para dar el primer paso y saber con qué contamos exactamente, es necesario invertir tiempo en revisar una a una las prendas que tenemos.

En este repaso general de los bienes que posees posiblemente descubras prendas que ni sabías que tenías y otras tantas que ni sabías que no querías. Es el momento de dejar marchar todo eso que ya no te aporta. Tanto de la temporada entrante como de la saliente, toda esa ropa que ya no quieras sácala de tu armario y deja espacio a lo verdaderamente útil.

Una vez que tengas controlada toda la ropa que sale y entra, céntrate en buscar el espacio que cada una necesita. Para ello, lo más sencillo es ordenar las prendas por categorías. De esta forma solo hará falta un golpe de vista para calcular de cuánto espacio dispones para guardarlas.

Antes de guardar la ropa de nuevo en el armario, aprovecha para darle una limpieza a fondo. La limpieza habitual del hogar no suele incluir el interior de los armarios, normalmente lleno durante el año, por eso este momento es el indicado para quitar todo el polvo y suciedad que puede acumularse dentro y estropear la ropa. Además, es un buen momento para perfumar el armario con ambientadores que mantengan las prendas con buen olor.

Una vez finalizado el proceso, ha llegado el momento de colocarlo todo. Volviendo al método de Marie Kondo, la fórmula perfecta para ello es guardar las prendas en vertical. De esta forma podrás ver en todo momento qué tienes y dónde está, además de optimizar el espacio y dar la sensación de orden y armonía en todo momento.

Del mismo modo, el método Konmarie recomienda colgar el menor número de prendas posibles. Tan solo aquellas más delicadas, como blusas, camisas o chaquetas, pueden ir en perchas. Para el resto de prendas recomienda mucho más doblarlas y guardarlas en formato vertical, pues otra de sus recomendaciones es que cuanta menos ropa apilada, mejor.

Cuando ya tengas todo el nuevo armario limpio y colocado, solo quedará reubicar la ropa de la temporada saliente. Para ello, antes de embarcarte en el proceso, procura tener fichado el espacio donde esas prendas van descansar hasta la próxima temporada. La recomendación de los expertos en orden es que se guarden en cajas transpirables o ventiladas, y que estas cajas se coloquen en un lugar en el que no vaya a estorbar el resto del año.

Si sigues todos estos pasos conseguirás realizar el cambio de armario con éxito y sin mayores quebraderos de cabeza. Aunque pueda dar pereza, una vez cumplida la actividad en orden y en calma estarás verdaderamente preparada para enfrentar con la mejor actitud la temporada que acaba de empezar.