Ideas bonitas y baratas para decorar esa pared vacía de tu casa

A la hora de empezar a decorar una habitación , no solo tenemos que fijarnos en los muebles que vamos a escoger que, aunque sean las piezas principales, no son lo único que puede marcar la diferencia. De hecho, la gran distinción radica en los pequeños detalles.

Esos elementos de decoración que aparentemente pueden parecer indiferentes, pero que son claves. Como puede ser un portacepillos bonito en el baño, un libro estético en una estantería o un cuadro en una pared vacía. En relación a este último aspecto, hemos encontrado varias ideas con las que decorar esa superficie lisa, y que elevarán el estilo de cualquier estancia de tu hogar.

La clave principal que tienes que tener en cuenta es que no hace falta recargar, de hecho, en este terreno menos siempre es más. Hay que saber escoger elementos que no solo vayan acorde con los colores o los materiales, sino que creen armonía y no irrumpan el espacio.

Son un elemento de decoración muy socorrido a la hora de componer una habitación. No solo por lo estético, sino porque te permiten crear una sensación de amplitud. Estos quedan ideales en el recibidor, por ejemplo, ya que suele ser un espacio pequeño. Puedes optar por ellos en posición horizontal, pero unos en clave vertical siempre harán que la estancia parezca más grande.

También son muy habituales a la hora de decorar. Hay miles de opciones entre las que elegir, y que puedes combinar como más te apetezca. Desde uno en tamaño maxi, que sea la joya de la estancia, hasta una composición de varios con distintas medidas y formatos, dándole ese aire arty a la habitación.

Sencillas, elegantes y sofisticadas. La moldura es un elemento que no pasa desapercibido, a pesar de la simpleza del mismo. Quedan ideal en prácticamente todas las situaciones, pero especialmente favorecedoras si tienes una pared blanca. Es más, puedes combinarlas con alguna de las opciones anteriores, y crear un espacio que no dejará indiferente a ninguno de tus invitados.

Sin duda es una de las formas más fáciles de cambiar toda una habitación en un solo gesto. Puede marcar toda la diferencia, y además siempre aportan un toque extra de estilo a tu casa. Puedes optar desde opciones más neutrales, con algún estampado sutil y colores sobrios, hasta alternativas con flores o dibujos, para las que quieran salir del minimalismo .

¿Te falta almacenamiento, pero tampoco tienes espacio para poner otro mueble? Siempre puedes crear una estantería integrada dentro de la pared, que además quedan ideales. La clave es que sea en el mismo color que el resto de la estancia, para evitar los contrastes, y quedará ideal con algún elemento extra de decoración.

Si lo de la estantería te parece demasiado, siempre puedes optar por opciones más sencillas, pero con las que conseguir el mismo resultado. Esto es especialmente recomendable en estancias grandes, como el salón o el dormitorio, y no dudes en jugar con ellos añadiendo algún libro o jarrón bonito.

Si eres de las que quiere cambiar la decoración de cara a la primavera/verano, y darle un toque más rústico, siempre puedes optar por elementos en clave de mimbre o rafia. Aunque no es la opción más habitual, quedan de maravilla, siendo la mejor opción combinar varios en distintos tamaños y formas.