Restaurantes madrileños donde la decoración es parte de la experiencia gastronómica

En la actualidad, a la hora de visitar un restaurante nos informamos sobre él antes, pero no solo acerca de su menú y si su carta es de nuestro agrado, sino que la decoración es uno de los requisitos que también nos influye antes de decantarnos por una opción u otra.

La expresión «comemos por los ojos» nunca había tenido tanto sentido, ya que todo tiene que ser estético. El mobiliario, la luz, los elementos decorativos, el color de las paredes…todo está escogido con sumo cuidado, y pretende buscar la creación de una atmósfera que atrape al cliente y lo sumerja en un mundo aparte en el que disfrutar de una experiencia 360.

El decorador cumple una función igual de importante que la del chef, y nos hemos acercado a la capital madrileña, descubriendo cuáles son las mejores paradas que hacer. Desde el minimalismo más sencillo y elegante, hasta un universo lleno de explosiones de colores y luces de neón, toma nota de nuestros favoritos.

Acaba de abrir sus puertas en Madrid, ubicado cerca de la Torre Picasso. Después del éxito de Villa Capri y Bel Mondo, este es el tercer punto de encuentro del grupo Big Mamma. Este espacio está diseñado para transportarte a una atmósfera de generosidad y autenticidad italiana, en una experiencia inmersiva. Lo que más nos ha gustado, son las más de 2.000 botellas vintage que iluminan las paredes del primer piso, complementadas con otros elementos como tela de leopardo, obras de arte y muebles inspirados en Saarinen.

Sentarse a la mesa de Rosi la Loca es estar preparado para dejarse sorprender. En pleno centro, el lema de «más es mejor» es la esencia de la decoración de este restaurante que se autodenomina como la «taberna de locos». Es una auténtica explosión de colores vivos y fantasía, con las flores como grandes protagonistas, que podemos encontrar en el papel de la pared o colgadas del techo en versión maxi.

Ubicado en la cuarta planta del hotel The Madrid EDITION, encontramos este restaurante peruano, que no solo nos ha conquistado con sus exquisitos platos, sino que su decoración es impresionante. Cuenta con una terraza que ofrece algunas de las vistas más bonitas de Madrid, en un espacio plagado de vegetación. Esto también continúa en el interior, con un salón lleno de colores vivos y elementos únicos, que te trasladan a una selva divertida y deliciosa.

El uso de materiales nobles como madera, piedra, latón y telas, junto con un cuidado paisajismo y obra gráfica, es la esencia del restaurante Trocadero Commodore. Todos los restaurantes de este grupo suelen inspirarse en el estilo de las antiguas colonias inglesas en África donde la sobriedad de la madera, la elegancia del diseño, el colorido de las telas y la calidez de la iluminación, crean la atmósfera idónea para preparar los sentidos.

Hace un año abrió este bistró de cocina vasco-navarra junto a la Puerta de Alcalá. Su decoración es más sencilla, pero que refleja a la perfección la atemporalidad y tradición de su carta. Lo que más nos ha cautivado ese aire sofisticado y elegante que hacen de él un lugar único.

Es uno de los restaurantes del reconocido cocinero Dani García, ubicado en el Paseo de la Castellana. Cuenta con más de 7.000 bombillas distribuidas por el espacio de 800 metros cuadrados, que le otorgan ese ambiente elegante y cosmopolita, cuenta con varios elementos de decoración que hacen referencia a su cocina, como los peces.

Lejos de los clasicismos y la atemporalidad, encontramos este restaurante que aúna tecnología y decoración. Lo que pretenden es que la vivencia durante su estancia vaya mucho más lejos de la propia gastronomía, ofreciendo una auténtica experiencia inmersiva a los comensales. Lo que más nos ha impactado, es la bóveda retráctil de 180m2 que forma su techo.

Se encuentra en el edificio ABC en pleno Serrano. El interiorismo ha sido llevado a cabo por Pepe Leal, que ofrece un ambiente lleno de elegancia y buen gusto en cada rincón del restaurante. Todos los detalles están cuidados al milímetro, encontrando varios espacios diferentes, desde una auténtica explosión de color, hasta los elementos más clasicistas.

Este interiorismo es distinto a lo que hemos visto previamente, pero con el mismo objetivo, calar hondo en el comensal. Se inspira en el ambiente natural y la «organic vibe», protagonizando el espacio enredaderas naturales y materiales como el lino, el cuero o la lana.

Es el restaurante del Four Seasons Hotel Madrid. La carta y la decoración van unidas de la mano, ambos marcados por la influencia de la cultura japonesa. Su interiorismo está protagonizado por elementos muy atrevidos, que conviven con el arte Kintsugi nipón, que se basa en restaurante piezas rotas usando el oro como pegamento, y las decoraciones florales.