vivir
vivir
Tanto si eres una auténtica novata en esto del ejercicio, como si llevas años pisando el gimnasio, hay algunos mitos del fitness que seguimos creyéndonos a pies juntillas... Llega la hora de ponerles fin. ¿De verdad nada es lo que creíamos?
"Tengo que hacer al menos 45 minutos de ejercicio para perder peso" (FALSO): En realidad, desde el primer minuto de hacer ejercicio ya estás perdiendo peso. Menos es nada, ¿no? Otra cosa es que el entrenamiento sea más eficaz a partir de cierto umbral de tiempo/exigencia. A partir de 30 minutos ya obtienes un beneficio enorme sobre tu organismo. Y, por si te lo estás preguntando, 60 minutos ya es pasarse...
"Si levanto mucho peso, sacaré demasiado músculo" (FALSO): Para aumentar la masa muscular, es cierto que es necesario hacer ejercicios de fuerza. Sin embargo de ahí a ponernos hechas un 'Arnold Schwarzenegger' media un abismo. Las mujeres tenemos mayor dificultad a la hora de expandir nuestros músculos, así que no tengas miedo de coger esas mancuernas porque no vas a acabar con los brazos de Conan... Pero sí más definidos y tonificados.
"Si como carbohidratos por la noche, engordaré" (VERDAD A MEDIAS): Es verdad que, a la hora de la cena, deberíamos llegar sin hambre. Eso es el mejor indicador de que hemos quedado saciadas... Y no picaremos en exceso al final del día. Se desaconseja tomar carbohidratos por la noche debido a que nuestro cuerpo entra en fase de reposo y le cuesta más quemar calorías. Pero si eres un deportista habitual no deberías tener mayores problemas con los hidratos nocturnos.
"Cuánto más sudo, más grasa estoy quemando" (FALSO): Sudor no es igual a grasa. De hecho, cada persona exuda diferente (cantidad, zona...) y no tiene nada que ver una cosa con la otra. Con el sudor 'sólo' pierdes agua y sales, por lo que si eres de las que se pone el chandal más gordo que tiene para sudar la gota gorda, olvídalo. Además podrías provocarte una lipotimia o algo peor.
"Las agujetas son buenas" (FALSO): Un mito muy extendido y que, afortunadamente, ya vamos olvidando. Las agujetas no son más que microrroturas musculares que se han extendido demasiado. Cuando haces ejercicio, el músculo se 'rompe' para que le sustituyan fibras más gruesas y fuertes. Si el ejercicio ha sido demasiado intenso, aparecerán las temidas agujetas. Para evitarlas (sobre todo si estás empezando) empieza con poca intensidad hasta que tengas el fondo físico adecuado y sube gradualmente la intensidad. Y descansa al menos un día entre grupos musculares.
"Las agujetas se quitan tomando agua con azúcar" (FALSO): El típico remedio de la abuela que, en realidad, no sirve para nada. Si ya tienes agujetas, el mejor remedio es el descanso, masajes y un paseo suave para que nuestros músculos no se 'agarroten'.
"Haciendo muchos abdominales se me irá la tripa" (FALSO): Igual que las sentadillas por sí solas no 'sacan' culo, los abdominales no dejarán liso tu vientre. Crunches, oblicuos, hipopresivos... Sirven, sí, pero sin un entrenamiento cardiovascular tu tripa seguirá ahí como si nada. Los ejercicios específicos solo sirven para tonificar ese grupo muscular. Y esto sirve para todas las zonas del cuerpo (brazos, glúteos, piernas...).
"Si dejo de entrenar mis músculos se transformarán en grasa" (FALSO): Y lo contrario también. El espacio que ocupa el músculo no es el mismo que ocupa la grasa y viceversa. Una cosa es cierta: hay una relación directa entre la masa muscular y el porcentaje de grasa corporal. Los deportistas habituales queman más calorías en reposo, pero si dejan de hacer ejercicio el metabolismo basal se ralentiza y es más fácil coger peso. Eso sí, el músculo tiene memoria, pero con el paso del tiempo tiende a volver a su estado natural.
Y tú, ¿conoces algún otro mito del 'fitness' del que nos hayamos olvidado?