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Para mucha gente la señal de un buen entrenamiento, de haberlo dado todo en el gym son las agujetas. Sin embargo, ni todos los expertos coinciden en esto ni tampoco se ponen de acuerdo en si se debe parar o seguir entrenando cuando las agujetas van a más y se inflaman los músculos.
Normalmente las agujetas son pasajeras y no causan daño. Además son normales cuando se inicia una rutina de entrenamiento físico o se intensifica la que ya se tiene. No son una señal de lesión.
La mayoría de los expertos coincide en que experimentar algo de agujetas está bien. Sin embargo hay algunas señales de peligro a las que habría que prestar atención.
Si experimentas mucho más dolor de un lado del cuerpo que del otro, esto puede indicar de que hay un músculo lesionado o distendido.
Lo normal es que entre las primeras 24 a 36 horas después de entrenar se desarrollen las agujetas, y su duración no debe superar los tres días. Si el dolor persiste conviene consultar al medico.
Es muy raro que sucede pero si estás en este caso puedes estar padeciendo una enfermedad poco frecuente causado por el sobreentrenamiento físico llamada rabdomiolisis y que puede afectar a los riñones.
Pues según varios estudios lo que más agradecen los músculos es una práctica física ligera, y lo que más ayuda es una actividad de bajo impacto. Las estrategias que suelen usarse como los estiramientos o usar hielo son controvertidas y hay mucha discusión sobre su eficacia.
La respuesta es sí. Dado que una actividad física ligera es la mejor cura par alas agujetas, se recomienda nadar o practicar algún ejercicio de bajo impacto hasta que disminuya el dolor muscular.
Aunque no del todo, hay algunos tips que pueden minimizar el impacto de las agujeta. Por ejemplo, estar bien hidratado, respetar los tiempos de recuperación entre los entrenamientos y llevar una dieta sana.
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