
Es cierto que con el paso de los años el metabolismo se va ralentizando . Que lo que no afecta nada a nuestro cuerpo cuando somos jóvenes, puede ser nuestra perdición cuando alcanzamos los 50 (o más) y que, aunque en algún momento de nuestra vida pareciera que somos imperecederos al paso del tiempo, lo cierto es que los años nos demuestran que no. Que no hacer ejercicio puede ser todo un error para nuestro organismo y que si no nos movemos, perder peso es siempre muchísimo más complicado.
Así que, cuando alcanzamos según qué edad, la velocidad de las carreras y los paseos, va aumentando, en un intento de que esa velocidad ralentice el tiempo y acelere el metabolismo.
La menopausia , en el caso de las mujeres, afecta también a ese metabolismo y adelgazar después de los 50 se vuelve toda una odisea. Así que, salir a caminar rápido y a trotar o correr se vuelve casi una rutina diaria buscando que este ejercicio de cardio ayude en ese propósito.
Y es que siempre nos han dicho que correr o trotar ayuda a adelgazar. Que cuando más rápido sea el cardio, mayor es la quema de calorías y, por ende, más rápido conseguiremos perder esos kilos de más. Pero lo cierto es que parecer ser que los últimos avances aseguran todo lo contrario: vaya, que correr y trotar no son el ejercicio más efectivo para ayudar a adelgazar a las mujeres mayores de 50 años.
Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Nutrients, que hico seguimiento de más de 25 mujeres posmenopáusicas durante varias semanas, ha llegado a la conclusión de que el ejercicio más efectivo para ayudar a adelgazar a las mujeres de más de 50 años es caminar despacio, por encima de correr, de trotar y de la marcha rápida.
En concreto, para este estudio analizaron a dos grupos de mujeres diferentes: el primero, daba paseos diarios a 6,2 km/h durante 45 minutos (una velocidad media/alta), mientras que el segundo hacía lo mismo, pero durante 54 minutos y a una velocidad de 5 km por hora, bastante más despacio, lógicamente. El resultado demostró que el segundo grupo, el que daba paseos más largos pero más lentos, fue capaz de perder 2,73 veces más grasas que el primer grupo que iba más rápido.
Ahora bien, ¿cuál es la razón de que caminar despacio sea mejor ejercicio? Los autores de esta investigación no tienen todavía claro el origen de este hecho, aunque han lanzado varias teorías. La primera está relacionada con el azúcar en sangre: cuando se camina rápido, se utiliza más azúcar como fuente de energía y, por ende, no se tira tanto de grasas (por lo tanto no se adelgaza tanto). Sin embargo, al ir más lentos, el cuerpo tiraría de la grasaacumulada como fuente de energía y, por ende, la quema sería más evidente.
Las mujeres, como consecuencia de la menstruación y de los cambios en la menopausia, tienen más posibilidades de sufrir osteoporosis y problemas en las articulaciones. Por eso, evitar los deportes de alto impacto puede ser una medida a tener en cuenta para no hacerse daño. Por deportes de impacto entendemos el running, o correr, pues las articulaciones de las rodillas y las caderas se llevan el peso del impacto y esto podría incidir negativamente en ellas. De ahí que, en este sentido, caminar esté siempre más recomendado.
Ahora bien, ¿por qué caminar lento y no rápido? Tal y como hemos visto, los autores creen que al caminar lento el cuerpo 'tira' de las grasas acumuladas para obtener combustible y eso puede beneficiar a la quema de las mismas, adelgazando. Además de eso, caminar lento es una actividad perfecta para personas que no están acostumbradas al ejercicio físico, pues cansa menos. Y, sin embargo, se obtienen los mismos beneficios.