La caminata hidroeléctrica tonifica la musculatura de las piernas y ayuda a ganar equilibrio. /
Salir a caminar es uno de los ejercicios más recomendados por los expertos. No sólo puede realizarlo todo el mundo, sino que tiene amplios beneficios, como ayudarte a adelgazar e incluso reducir tus niveles de azúcar en sangre . Además, todos los expertos coinciden en que con tan solo 30 minutos al día es suficiente para aprovecharte de todos estos beneficios.
Caminar está inflavalorado. Y es normal ya que, al ser una actividad física que precisa poco esfuerzo, se puede llegar a pensar que tampoco aporta mucho. Pero lo cierto es que, combinado con entrenamiento de fuerza, puede marcar la diferencia en cuanto a una mejora significativa de tu salud.
Los expertos de Harvard desvelaron los cinco trucos con los que adelgazar caminando , como agregar peso o incrementar la velocidad, pero existen otras muchas variantes que añaden resistencia al ejercicio, lo que también potencian sus beneficios. En este caso vamos a hablarte de la caminata hiroeléctrica o hidrocaminata, una variación que desconocíamos, pero que puede ser muy beneficiosa.
La caminata hidroeléctrica o hidrocaminata es, simplemente, realizar nuestro camino por zonas con agua. No estamos hablando de una piscina, aunque también es muy eficaz a la hora de tonificar y perder peso, sino de realizar una caminata a través de lugares de agua poco profundos, como ríos o arroyos, donde andar supone un mayor esfuerzo.
La caminata hidroeléctrica ha ganado popularidad gracias a su efectividad para mejorar la fuerza y el equilibrio. Además, al realizarse en zonas con agua, por senderos y zonas naturales, constituyen un ejercicio que también nos hace conectar con la naturaleza y desconectar de la rutina y todo lo que ella provoca, ayudando a disminuir el estrés y la ansiedad.
La caminata hidroeléctrica quemas más calorías que una caminata normal porque aumenta la intensidad del ejercicio. /
Este ejercicio aumenta la resistencia de la caminata debido a que el agua es mucho más densa que el aire. Esta resistencia adicional nos permite fortalecer la musculatura más que una caminata normal, especialmente los de las piernas, glúteos y abdominales favoreciendo así la pérdida de peso.
Al tratarse de un ejercicio de bajo impacto, caminar sobre el agua es un ejercicio cardiovascular muy suave para los huesos y las articulaciones, lo que lo convierte en una opción de ejercicio más segura para las personas que padecen afecciones como artritis, osteoporosis o fibromialgia.
¿Y por qué hemos dicho que también trabaja el equilibrio? Porque el agua proporciona una superficie inestable, por lo que obliga a nuestro cuerpo a trabajar más estabilizarse. Al hacer ejercicio sobre zonas complicadas y, además, esforzarnos más, estamos mejorando nuestro equilibrio y coordinación.
No solo eso, sino que al andar sobre el agua también estamos aumentando el flujo sanguíneo y la oxigenación de los tejidos, por lo que previene posibles enfermedades y favorece la circulación de nuestras piernas, lo que es especialmente beneficioso en verano, que tienden a hincharse más.
Para aumentar la intensidad del ejercicio puedes caminar sobre el agua con unos pesos en las muñecas para así trabajar también la parte superior del cuerpo. Eso sí, al caminar sobre una superficie resbaladiza, es primordial que uses un calzado adecuado que sea antideslizante y apto para el contacto con el agua.