estiramientos
estiramientos
Cuando nos proponemos empezar una rutina de ejercicio físico pensamos, normalmente, en qué es mejor para cumplir el objetivo propuesto, pero ignoramos la primera parte y la más importante para que funciones correctamente: el calentamiento. Dedicar unos minutos a preparar el cuerpo para la actividad a la que se le va a someter no solo ayuda a evitar lesiones, también pone tus músculos a tono para que se asimile correctamente toda la actividad.
Los ejercicios de calentamiento no solo aportan beneficios a la hora de hacer deporte, también son muy recomendables a la hora de cuidar tu musculatura de cara a las tareas del día a día. Si eres de las que pasa mucho tiempo sentada y tu rutina te exige mucho tiempo de inactividad, estos ejercicios fáciles de calentamiento te pueden servir (y mucho) para cuidar tu salud y bienestar general.
Los ejercicios de activación de musculatura o calentamiento forman, junto con el estilo de vida activo y una dieta equilibrada, el trípode de la salud física y, por ende, también mental. No solo evita que, a la hora de enfrentarte a una actividad deportiva de intensidad más o menos moderada, sufras algún tipo de lesión. También previene enfermedades más a largo plazo como el sobrepeso o la obesidad que pueden derivar en problemas de diabetes o enfermedades cardiovasculares.
Además, cuando realizas ejercicios de estiramientos no solo cuidas tu musculatura, también velas por tu salud ósea. Gracias a ello, el equilibrio, la coordinación o la flexibilidad se trabajan y potencia sin darte apenas cuenta, pues son fáciles de hacer y no requieren más esfuerzo que el ponerte a ello y cuidar que la técnica sea adecuada.
Cuidar la salud física tiene como consecuencia directa el cuidado de la salud mental. Estos ejercicios ayudan a destensar el cuerpo y alivia los síntomas de estrés y ansiedad, lo que te ayudará a estar más calmada y serena en tu vida diaria. Además, como estarás mucho más relajada, al final del día te será mucho más fácil conciliar el sueño y la calidad del descanso mejorará considerablemente.
Mujeres estirando/PEXELS
Comienza tu sesión de calentamiento con un parte un poco olvidada pero fundamental en el entrenamiento y en el día a día: los tobillos. Es tan fácil como ponerte de pie y girar el tobillo 360º, primero un pie y luego el otro. Como hemos dicho, no solo es fundamental para el ejercicio, también para la vida diaria, por lo que puedes realizarlo sin que te quite mucho tiempo cuando te sientas entumecida para activar tus pies.
Este ejercicio muy sencillo se enfoca en activar los músculos de tus piernas. Colócate de pie y lleva la rodilla derecha al pecho, y luego repite la operación con la izquierda. Con 10 segundos de este ejercicio será suficiente para cumplir el objetivo, pero puedes convertirlo en una actividad más aeróbica si le das más ritmo a las repeticiones y alargas la serie a 30 segundos.
Continúa con un calentamiento centrado en tu cintura y zona lumbar. Para ello, de pie, pon tus manos en la cintura y realiza giros en sentido de las agujas del reloj para luego cambiar la dirección. Cuanto más amplíes el ángulo, más efectivo será el calentamiento, pero no te fuerces: es mejor que vayas poco a poco hasta que consigas ampliar el giro. Realiza tantas series como te sientas cómoda.
Mujer estrando/PEXELS
Con la espalda completamente recta, abre los brazos en cruz y realiza giros hacia delante y hacia atrás. Puedes hacerlo una vez con cada brazo o con los dos al mismo tiempo. Para activar los músculos dorsales, coloca los brazos en jarra apoyados en la cadera y lleva los hombros hacia tus orejas, para luego realizar con ellos giros en la misma dirección que el ejercicio anterior.
Por último, pero no por ello menos importante, llega el momento del cuello. Aquí es fundamental que los movimientos sean cortos y controlados, especialmente si es la primera toma de contacto que tienes. Un movimiento rápido y mal ejecutado puede derivar en tirones y mareos de lo más desagradable. Realiza pequeños ejercicios como rotar la cabeza lentamente a un lado y a otro dibujando un semicírculo con tu cuello, muy poco a poco y notando el ejercicio en todo el proceso.