La reina Letizia está cerca de cumplir los 50 años y uno de sus rasgos más característicos son sus brazos tonificados sin rastro de las temidas alas de murciélago. La genética tendrá mucho que ver en su figura, pero seamos francas, no tendría estos brazos si no realizase ejercicios prácticamente a diario.
Las alas de murciélago es una combinación de piel y grasa que cuelga a la altura del tríceps y que afecta en mayor medida a las mujeres, ya sea por factores genéticos o por la edad. En otros casos también puede deberse a un cambio repentino en el peso corporal, especialmente si no se combina con una actividad física adecuada.
Como hemos comentado, una de las principales causa de las alas de murciélago es el envejecimiento de la piel debido a la reducción en la producción de elastina y colágeno, por lo que la piel comienza a perder tono. La situatción se agrava porque en la zona del músculo tríceps la piel ya es muy fina, lo que afecta más a este descolgamiento.
Si ya has empezado a notar ese descolgamiento, deberías dedicar un poco de tu tiempo a realizar ejercicios específicos para fortalecer esta zona. Ejercicios que puedes realizar en tu casa, incorporando unas mancuernas a tu rutina o sólo utilizando tu peso corporal.
Colócate en posición de plancha con los codos pegados al cuerpo, activa el core y flexiona los codos unos 90 grados hasta dar con el pecho en el suelo. Si quieres aumentar la intensidad de este ejercicio, apoya los pies sobre un banco y si necesitas rebajarla, apoya las rodillas en el suelo.
Apoya las manos en la parte exterior de un banco, de espaldas a él. Con las piernas estiradas hacia delante y los talones clavados en el suelo, flexiona los codos, manteniéndolos bien pegados al cuerpo. Para aumentar la intensidad del ejercicio, eleva alternativamente las piernas con cada bajada.
Colócate de pie, adelanta una pierna y déjala semiflexionada mientras inclinas el torso hacia delante. En esa posición, levanta y baja la mancuerna tirando del codo hacia atrás. Puedes realizar también este ejercicio apoyando la rodilla y el brazo contrario sobre un banco realizando el movimiento lentamente.
Colócate de pie y con una pierna adelantada y semiflexionada. Coge la mancuerna con ambas manos, posándola en la base del cráneo con los codos pegados a la cabeza. En esa postura, eleva los brazos hacia arriba extendiendo los codos. Para evitar que la espalda se arquee, es imprescindible activar los abdominales.
Colócate de pie y coge una mancuerna con cada mano, inclinando el tronco hacia adelante y con los brazos a ambos lados del cuerpo. A continuación, abre los brazos en forma de cruz manteniendo esta posición durante unos 20 o 30 segundos para volver después a la posición inicial con los brazos a ambos lados del cuerpo.
Túmbate en un banco con los pies apoyados en el suelo y coge una mancuerna con cada mano. A continuación, levanta los brazos a la altura de los hombros y dobla los codos llevando las mancuernas hacia los hombros. Para terminar, vuelve a estirar para volver a la posición inicial.
El ejercicio es esencial para conseguir reducir las alas de murciélago, pero no es lo único que debes cambiar en tu vida para conseguirlo. Presta atención a tu dieta, que debería ser rica en proteínas con muchas verduras y grasas saludables y cantidades mínimas de azúcares refinados y alimentos procesados.
Realizando estos ejercicios y manteniendo un estilo de vida saludable, notarás cómo tus brazos pierden volumen y dejan de colgar esas antiestéticas bolsas que a todas nos traen de cabeza. Eso sí, debes armarte de paciencia, porque los resultados no los verás de un día para otro.