Mujer entrenando descalza / UNPLASH

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Los increíbles beneficios de entrenar descalza: pies y tobillos más fuertes mientras mejora la propiocepción

Igual has notado que cada vez más gente entrena o corre descalza. Y hay razones para ello por increíbles beneficios como mejorar la propiocepción o el desarrollo de tobillos y pies más fuertes.

Lo normal es que te intereses por las zapatillas y el calzado que usas para entrenarte, pero en los últimos tiempos se ve cada vez más a deportistas que se ejercitan descalzos. Y no es postureo (que a veces también ocurre), sino que hay motivos contrastados para hacerlo, beneficios como mejorar la propiocepción y el desarrollo de pies y tobillos más fuertes.

Entrenar descalzo ha sido un tema de discusión en el deporte durante más de un siglo. Ya en 1905, el Dr. Phil Hoffmann publicó una investigación sobre el entrenamiento descalzo, comparando los pies de personas descalzas y las que llevaban algún tipo de calzado. Destacaba cómo la anatomía de la persona descalza era mejor para la práctica deportiva.

Este volvió a ser un tema popular en 1960, cuando un corredor etíope descalzo ganó el maratón de los Juegos Olímpicos y también batió el récord mundial. El pico más reciente en la discusión proviene del corredor Christopher McDougall, quien publicó «Born to Run» en 2009. Desde entonces, atletas de muchos deportes diferentes han comenzado a incluir el entrenamiento descalzo en sus entrenamientos.

El calzado no siempre respalda tus entrenamientos y la amplia gama de beneficios que tiene ejercitarse descalza puede hacerte considerar la alternativa. Probablemente ya hayas visto una avalancha de influencers del fitness levantando pesas, bailando, realizando HIIT o incluso corriendo sin zapatillas. No parece ser una moda pasajera.

Entrenar descalza mejora la propiocepción

La propiocepción es algo más que una palabra larga difícil de pronunciar sin trabarse. Se refiere a nuestra conciencia de la posición y el movimiento de nuestro cuerpo en relación al espacio en el que se encuentra. Imagínate intentar escribir en un teclado con guantes acolchados gruesos. No puedes sentir exactamente lo que estás haciendo y probablemente terminarás escribiendo jeroglíficos.

Lo mismo ocurre con los pies: cuando las plantas de los pies tocan el suelo, pequeños nervios sensoriales absorben impulsos y envían esas vibraciones al cerebro. Como resultado, te conectarás de manera más eficiente con sus movimientos, mejorarás el equilibrio y tendrás una mejor percepción de tu entorno.

Pies y tobillos más fuertes y flexibles

Uno de los beneficios más notables de hacer ejercicio descalza es el fortalecimiento de esos pequeños músculos estabilizadores de los pies. Los zapatos hacen que tus pies y tobillos se vuelvan perezosos; al deshacerte de ellos, sentirás que los músculos trabajan para mantenerte erguida y equilibrada.

Mujer haciendo ejercicio descalza / unplash

Previene lesiones

Las torceduras de tobillo pueden convertirse rápidamente en esguinces. Si te entrenas descalza, desarrollarás más fuerza, estabilidad y reflejos en la base de tu cuerpo. No son solo los problemas ortopédicos los que puedes ayudar a prevenir: si tus pies están débiles, tenderás a compensarlo en todo el cuerpo, desde las rodillas hasta los isquiotibiales y el cerebro, y eso causa lesiones.

Conexión con la naturaleza

¿A quién no le encanta la sensación de estar descalza? Así es como la mayoría aprendimos a caminar cuando éramos pequeños y cómo nuestros antepasados hacían ejercicio mucho antes de ponerse unos zapatos. Muchos indígenas viven toda su vida con los pies libres y sanos. Transitan por bosques y desiertos sin protección en forma de zapatos y nunca sufren de juanetes, callos, pie de atleta, dedos en martillo, uñas encarnadas y todos los problemas generados únicamente por los zapatos.

Precaución

Como ya has visto, se ha demostrado que hacer entrenamientos descalza aumenta la fuerza y la resistencia muscular, la estabilidad, la propiocepción y la coordinación. Al aumentar estos componentes, también puede disminuir las posibilidades de lesiones. Pero no es algo que vayas a conseguir de la noche a la mañana.

Pasar a entrenar sin zapatos debería ser una transición lenta. Tus pies tendrán que acostumbrarse, por lo que es especialmente importante calentar adecuadamente para evitar lesiones durante el entrenamiento. Y no hagas inmediatamente la transición a entrenamientos completos descalza. Correr sobre arena plana y húmeda es un buen lugar para comenzar y puede ayudar a reducir el riesgo de distensiones de tendones o tirones de ligamentos.

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