Cuando escuchas hablar de yoga una de las primeras cosas que se te ocurren es el saludo al sol (Surya Namaska), algo universal en todo el mundo. Y es un éxito por alguna razón. Lo que quizá no sabías es que estrictamente no se trata de una postura, sino de una secuencia. Aquí vas a poder leer todos sus secretos, variaciones y beneficios.
Como ya se ha dicho , el saludo al sol es una secuencia específica y establecida de posturas de yoga que se vinculan con la respiración en un flujo de yoga. Este sirvió hace miles de años como una oración conmovedora, a través de la cual los practicantes daban gracias al sol. Porque, claro, tradicionalmente el yoga se ha practicado a primera hora de la mañana, antes del desayuno, cuando sale el sol.
Hoy en día, los saludos al sol se utilizan habitualmente al comienzo de las clases de yoga para calentar el cuerpo o como sección principal de la clase. Hay tres secuencias diferentes de saludo al sol, marcadas como A, B y C, cada una de las cuales se basa en la otra. Por lo general, el saludo al sol A se considera el más básico y apto para principiantes, mientras que el saludo al sol C se considera más avanzado.
El saludo al sol para iniciarse comprende las siguientes asanas: montaña, saludo hacia arriba, flexión de pie hacia adelante, media flexión hacia adelante, postura de la tabla, bastón de cuatro apoyos, perro mirando hacia arriba, perro boca abajo, inclinación hacia adelante, flexión de pie hacia adelante, de nuevo saludo hacia arriba y postura de la montaña para terminar.
Los beneficios de incorporar saludos al sol a tu rutina son muchísimos. Para empezar, proporciona una explosión de energía por la mañana. Hace que el corazón bombee y la sangre fluya, lo que crea un calor en el cuerpo que te prepara adecuadamente para posturas más profundas, así como para afrontar con mayores garantías el resto del día.
Cada vez que pasas de estar acostada a ponerte de pie, tu frecuencia cardíaca aumenta. Eso sucede exactamente durante los saludos al sol una o dos veces, dependiendo de la secuencia específica. Un aumento del ritmo cardíaco tan pronto como te despiertas favorece los niveles hormonales y alivia la rigidez.
Igualmente, los saludos al sol también pueden aumentar tu fuerza. Cada una de las posturas del saludo desarrolla fuerza en partes del cuerpo ligeramente diferentes. Sin embargo, no solo incrementarás la fuerza muscular haciendo saludos al sol. También desarrollas resistencia muscular.
Tus tejidos conectivos, en particular tus músculos, se vuelven más flexibles cuando se les bombea sangre rica en nutrientes. Por lo tanto, realizar la secuencia de bombeo de sangre del saludo al sol también puede mejorar la flexibilidad. Alivia la rigidez, aumenta la flexibilidad y mejora el rango de movimiento y la movilidad.
Después de extender tu estera de yoga, no tendrás más remedio que desconectar tu cerebro del mundo exterior para sintonizarte con tu cuerpo y tu flujo actual. Cuando las posturas son desafiantes, tanto física como mentalmente, como lo son durante el saludo al sol, instantáneamente proporciona claridad mental y alivia el estrés.
Tienes que concentrarte para superar algo, por lo que tu mente naturalmente se aleja de los factores estresantes externos y se ve obligada a concentrarse en la tarea en cuestión. Al realizar una intensa secuencia de saludo al sol, no tienes más opción que concentrarte en ello. Los factores estresantes del mundo exterior parecen desaparecer y tu energía se concentra en cómo avanzar a través de la secuencia en el presente.
El mayor error que comete la gente durante cualquier tipo de yoga es profundizar en las posturas más de lo que su cuerpo puede soportar. Esto se puede evitar dejando el ego en la puerta y adoptando una mentalidad de principiante. Recuerda que tu objetivo definitivo es la longevidad y no la perfección.
Si eres principiante, durante los primeros meses tu intención debe ser simplemente construir una base de fuerza y movilidad que te permita continuar añadiendo nuevos elementos de intensidad y concen