pilates
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Es posible realizar una clase de Pilates sin ningún tipo de material, pero suele ser bastante habitual que se introduzcan diferentes herramientas, desde bandas elásticas hasta el fitball o incluso el TRX. Uno de los elementos más propios de esta disciplina es el magic circle (o aro mágico), ya que fue el propio Joseph Pilates quien lo creó.
Se trata de un aro de unos 40 centímetros de diámetro fabricado en un material semiflexible, con dos asas o agarres a los lados. Esta herramienta aumenta la intensidad de alguno de los ejercicios al generar cierta inestabilidad, ayuda a trabajar la fuerza de brazos y piernas y potencia la flexibilidad.
Otro de los beneficios de esta herramienta es su bajo precio y su tamaño, lo que lo convierten en una herramienta muy asequible para tener en casa y practicar a diario desde nuestro hogar. Si ya te has decidido a incorporarlo a tu rutina diaria, aquí tienes algunos ejercicios que puedes realizar con el magic circle:
Este ejercicio te ayuda a eliminar la grasa de las piernas trabajando los aductores, la parte interna de las piernas y los glúteos. Para realizarlo correctamente debes colocarte el aro entre los muslos, justo encima de las rodillas, y tumbarte boca arriba, con las plantas de los pies apoyadas en el suelo, las piernas flexionadas y separadas la anchura de los hombros y los brazos a ambos lados del cuerpo. A continuación, eleva la cadera mientras presionas el aro y activas los glúteos, reduciendo la presión cuando vuelves a la posición original.
Para realizarlo correctamente, túmbate boca arriba con las piernas flexionadas en un ángulo de 90 grados y sujetando el aro con las manos a la altura del pecho. Presiónalo mientras levantas la cabeza, el cuello y los hombros, apoyándonos en la base de las escápulas para girar el tronco a la derecha y extender la pierna izquierda a 45 grados (brazo a pierna contraria). Despacio, ve cambiando de pierna y girando el tronco a la izquierda, sin aflojar el aro.
Este ejercicio es genial para acabar con las alas de murciélago. De este modo se trabaja el tríceps, o lo que es lo mismo, la cara interna del brazo, donde la musculatura es más débil. Colócate de pie con el aro apoyado en la cadera y sujetándolo con la palma de la mano abierta. A continuación, realiza presión hacia dentro mientras espiras y activas tu centro abdominal.
Además de los oblicuos, este ejercicio también trabaja brazos, pectoral y abdomen. Para realizarlo correctamente debes colocarte de pie con el aro sujeto con las manos y los codos flexionados. Las piernas deben estar estiradas y separadas la anchura de tus hombros. A continuación, ejerce presión en el aro mientras haces un giro hacia un lado sin mover la pelvis y vuelves a la posición original antes de realizar el giro hacia el otro lado.
Este ejercicio trabaja especialmente la parte posterior de la pierna y más intensamente el bíceps femoral. Debes colocarte en cuadrupedia, con las rodillas, las palmas de las manos y las puntas de los pies apoyadas en el suelo y el aro sujeto entre el glúteo y el talón. La rodilla de la pierna que sujeta el aro tiene que estar despegada del suelo y a la altura de la cadera. A continuación haz pequeñas elevaciones de la pierna que sujeta el aro sin mover el resto del cuerpo.
Túmbate boca abajo con todo el cuerpo estirado y sujetando el aro por las almohadillas con las manos. A continuación, eleva los pies y las manos dejando sólo apoyado en el suelo la parte central del cuerpo. Gira el aro hacia la derecha y levanta la pierna de ese mismo lado, vuelve a la posición original y repite el ejercicio por el otro lado.
Como ves, son ejercicios fáciles de realizar y con el plus de intensidad que aporta el magic circle, una herramienta fácil de usar y cómoda para almacenar en casa.