El yoga tiene tantas modalidades que literalmente puede ser lo que tú quieras. ¿ Hatha o vinyasa yoga? Tú eliges en función de los objetivos. Puedes tener yoga vigorizante para fortalecer tu core o apostar por el más reparador, y sukhasana es una muestra de este. Pero si quieres un t odo en uno, Ardha Matsyendrasana es lo que estás buscando.
Esta pose, conocida también como la postura del señor de los peces, estimula la mente, el cuerpo y el alma. Si te sientes estresada, rígida por trabajar en la misma posición o si simplemente quieres relajarte al final de un día de trabajo, unos minutos de giro sentado es exactamente lo que necesitas.
Ardha Matsyendrasana no solo calma tu mente, sino que también desintoxica tu cuerpo, mejora tu postura corporal y ayuda a aliviar el estrés, la depresión leve y la ansiedad. La posición de giro sentado masajea tus órganos internos, lo que te ayuda a deshacerte de todas las toxinas de tu cuerpo. Luego, ya con tu organismo libre de esas molestas toxinas, notarás cómo se regulan los sistemas circulatorio y digestivo, lo que a su vez contribuirá a que duermas mejor y acabes el día mucho más relajada.
Los pasos de Ardha Matsyendrasana son muy simples y fáciles de seguir. Antes de iniciar la postura, es fundamental calentar durante unos minutos. Una vez hecho esto, siéntate con las piernas cruzadas en tu colchoneta y coloca la mano derecha sobre la rodilla izquierda mientras giras el torso hacia el lado izquierdo.
A continuación, gira desde la base de la columna hasta los hombros mientras te aseguras de no levantar tu cuerpo de la colchoneta. Coloca tu mano izquierda sobre la superficie, justo detrás de tus caderas. Finalmente, regresa a la posición inicial y repite el ejercicio para el otro lado.
Mientras realizas cada uno de los sencillísimos pasos de Ardha Matsyendrasana, asegúrate de hacerlo todo muy lenta y armónicamente. No tengas nada de prisa. Los movimientos rápidos pueden lastimar tu cuello o la parte baja de tu espalda. Porque mientras practicas el giro sentado, otra clave a tener en cuenta es la respiración.
Cuando gires el cuerpo en la postura final, asegúrate de exhalar porque te ayudará a doblarte más. Una vez que hayas exhalado completamente y encontrado el equilibrio en el giro, comienza a respirar normalmente. Y al volver a la postura original, inhala lenta y profundamente.