cocina tradicional
cocina tradicional
Junto a las ensaladas, las sopas y cremas frías son los platos estrella del verano, y si hay dos que triunfan por encima de los demás, son el salmorejo y el gazpacho. Hidratantes y nutritivos, estas sopas frías son muy fáciles de preparar aunque quizá un poco calóricas teniendo en cuenta la cantidad de aceite o de pan que necesitan, dependiendo de la receta que sigas.
Y es que hay tantas recetas de gazpacho y salmorejo como personas y no tenemos ninguna intención de entrar en polémicas absurdas sobre si lleva o no lleva tal o cual ingrediente. Eso sí, las que te traemos hoy tienen limitados sus ingredientes más calóricos para que el resultado sea más ligero pero hay que tener en cuenta que saludable no significa light, por lo que no esperes adelgazar hinchándote a gazpacho o salmorejo.
Pero no siempre hay que pensar en la línea. Date un respiro y disfruta de un buen gazpacho o salmorejo, los mejores platos cuando las altas temperaturas aprietan:
20 minutos
10 personas
Sopa fría
Cocina española
2 kg de tomates maduros (de rama o pera)
1 pepino
1 zanahoria
1/2 pimiento rojo
1 diente de ajo
Vinagre al gusto
Aceite de oliva virgen extra
Sal al gusto
Lava los tomates, quítales la parte dura y cortalos en cuatro trozos antes de echarlos a un bol grande.
Pela el pepino, la zanahoria y el ajo, córtalos en trozos y échalos también al bol.
Lava el pimiento rojo, córtalo en trozos y añádelo.
Agrega el aceite, el vinagre y la sal al gusto.
Bátelo todo hasta que no quede ningún grumo.
Para que quede una consistencia muy líquida, pasalo todo por un pasapurés o por un colador grande para quitar todas las pepitas y la piel del tomate y el pimiento.
Puedes servirlo acompañado de pepino, cebolla y pimiento en trocitos.
20 minutos
6 personas
Crema fría
Cocina española.
1 kg de tomates maduros (de rama o pera)
1 diente de ajo
10 ml de vinagre
1 huevo (y más para servir)
75 ml de aceite de oliva virgen extra aproximadamente
Sal al gusto
Primero cuece los dos huevos, reserva uno y el otro, agrégalo al bol donde vas a incorporar el resto de los ingredientes. Esto le añadirá el toque de espesor que le daría el pan en otras recetas más consistentes.
Pela los tomates, quítales la parte dura y córtalos en cuartos antes de agregarlos al bol.
Pela el diente de ajo y añádelo.
Incorpora la sal y el vinagre y bate un poco para integrar los diferentes ingredientes.
Comienza a añadir el aceite de oliva virgen extra a medida que sigues triturando a velocidad media, dejando que caiga en hilo poco a poco, para que emulsione y espese sin agregar pan.
Ten en cuenta que cuanto más aceite pongas, más rico estará pero si quieres restarle calorías es mejor no pasarte.
Puedes agregarle un poco de huevo cocido picado por encima pero, aunque la receta tradicional incorpora jamón, mejor obviarlo si lo que quieres es un plato ligero.