turismo rural de lujo El cortijo andaluz de la Casa de Alba donde sentirte una duquesa en un alojamiento exclusivo entre arte y olivos

Cayetana Fitz-James Stuart nunca pareció más feliz que cuando vestía de flamenca, con una flor en el pelo, bailando sevillanas o montando a caballo camino del Rocío o en la feria de Sevilla. Ahora puedes dejarte contagiar por el alma andaluza de la duquesa de Alba y vivir la experiencia exclusiva de estar rodeada de objetos de arte que llevan generaciones en la aristocrática familia, alojándote en el Cortijo La Motilla, en Carmona (Sevilla).

En el siglo XVI, el cortijo funcionaba como una posada o casa de postas, que daba alojamiento a los viajeros de la diligencia que hacía el camino entre Écija y Sevilla. Ubicado en la finca agroganadera de Las Arroyuelas, a menos de una hora de Sevilla, y rodeado de olivos y girasoles, el cortijo era propiedad de Luis Martínez de Irujo, el primer marido de la duquesa de Alba. La familia celebraba allí las Navidades y otras festividades.

La duquesa se lo cedió en vida a su hijo Cayetano Martínez de Irujo y este ha realizado una gran inversión para restaurar la estructura de la antigua posada en un alojamiento de lujo con capacidad para 10 personas y para la celebración de eventos.

Donde antes solo existía una vivienda para el casero, cuadras y un tablao flamenco se ha habilitado cuatro habitaciones y una suite, cada una de ellas con un baño independiente, salón-comedor, sala de televisión, salón-tablao y cocina. Las instalaciones de Cortijo La Motilla se completan con un jardín con piscina y terraza exterior donde disfrutar de hermosos atardeceres sobre la vega.

Lo que distingue al Cortijo La Motilla es su decoración repleta de historia y arte. Cayetano Martínez de Irujo, con la ayuda de su exesposa Genoveva Casanova. A través de los muebles y los objetos reunidos en el hotel, perteneciente al club de alojamientos con encanto Rusticae, revivirás la historia y los viajes de la aristocrática familia. Algunos son recuerdos de la vida de Cayetana de Alba; otros, antigüedades de la Casa de Alba; y también encontrarás objetos de todo el mundo adquiridos por distintos miembros de la familia en sus viajes.

Cada una de las habitaciones (nombradas Italia, México, Kenya, Castilla, India) esconde un tesoro. Por ejemplo, el cuarto Italia está decorado con jarrones, marcos de fotos y un escritorio procedentes de una propiedad que la duquesa poseía en Venecia. Mientras que el cuarto Castilla reúne fotografías y retratos familiares. El cuarto Kenya es uno de los más personales para Cayetano Martínez de Irujo. Enamorado del país africano desde hace 20 años, se construyó una pequeña cabaña a orillas del océano Índico.

El salón-comedor posee un aire palaciego y aristocrático, gracias a la colección de cuadros herencia de familia y mobiliario, como un mueble chimenea procedente del Palacio de Liria de Madrid. En cambio, el tablao refleja a la Cayetana más fiestera. Está decorado con carteles de toros, fotografías de matadores, escenas de caballos o relacionadas con la Semana Santa (concretamente, con la Hermandad de los Gitanos, a la que pertenece la familia). Sus mesas bajas y banquetas de enea recuerdan a esos tablaos en los que la duquesa se lanzaba a bailar por alegrías.

El alojamiento en el Cortijo La Motilla se completa con una oferta exclusiva de experiencias, gestionadas por Lux-Andalus Experiences, que permiten disfrutar del área donde se enclava el cortijo. Desde un viaje en globo sobre la vega y campiña de Los Alcores hasta una excursión en un coche Hurtan o una visita guiada a las ruinas romanas de Carmona.

El proyecto, inaugurado en 2022, ya ha sido reconocido con uno de los I Premios Nacionales Carlos V a la Excelencia Empresarial.