El adictivo libro que he leído en un fin de semana: un noir vasco que te atrapará y pondrá los pelos de punta

La novela negra es un género que tiene millones de adeptos en todo el mundo y, cada mes, llegan a las librerías un buen número de propuestas literarias en las que los crímenes , los investigadores que se dejan la piel por encontrar el culpable y la tensión se suceden, página tras página. Y tenemos que reconocer que, entre tantas posibilidades, en enero se nos pasó el adictivo libro que he leído en un fin de semana, No mientas (Newton Compton).

Seguro que has oído hablar de este noir vasco que te atrapa y te pone los pelos de punta, escrito por el abogado navarro Arturo del Burgo. Una novela de cuatrocientas páginas que ya ha vendido sus derechos audiovisuales, y no hay más que leer las primeras páginas para entender el por qué. Aunque no vas a poder quedarte a medias, porque si algo consigue No mientas es que te enganches a su historia nada más comenzar.

Ambientado en el País Vasco y protagonizado por un peligroso asesino y la subinspectora de la Jefatura de Investigación Criminal de San Sebastián, No Mientas propone al lector un original juego del gato y el ratón al que resulta difícil resistirse.

Todo comienza cuando Iban Echevarría, periodista, recibe un correo electrónico que encuentra casualmente en su carpeta de spam. «No se pierda el próximo capítulo. Usted podría ser la próxima víctima» reza en el asunto de un correo que firma un tal «Infidelis». A pesar de que el reportero ha sido advertido de lo que supone para su empresa abrir un correo que se ha ido a la carpeta de spam, el joven es incapaz de resistir la tentación.

En él encuentra el relato de una relación en la que uno de los integrantes de la pareja atraviesa un mal momento porque ha descubierto que el otro le es infiel y decide tomar una decisión drástica: acabar con su vida. Un asesinato que se describe con todo detalle y se produce a unos kilómetros de donde el reportero está inmerso en la lectura.

A la escena del crimen de Daniela Fraile acude Adriana Collante, subinspectora de la Jefatura de Investigación Criminal que no tarda en desplegar a todo su equipo por el lujoso hotel en el que la reconocida agente inmobiliaria ha sido asesinada. Cuando la maquinaria de la investigación se pone en marcha, uno de sus compañeros le dice a Collante que tras el perímetro de seguridad hay un periodista que tiene algo que contarle.

El relato que ha recibido Iban Echevarría, y el asesinato de Fraile, son solo la punta de un iceberg rocoso, complejo y preparado con minuciosidad que trae de cabeza a la investigadora y todo su equipo. Porque no tardan en descubrir que se trata de un asesino en serie que se toma la molestia de crear una página web en la que, minutos antes de cobrarse una nueva víctima, publica un nuevo capítulo de su historia relatando cómo va a cometer su nuevo crimen. Y encima se está forrando, porque cobra 9,99 euros por descarga.

La originalidad de la propuesta criminal, el carácter luchador de la mujer que está dispuesta a acabar con el «cazainfieles» y el grupo que trabaja con ella para atraparlo son algunos de los grandes atractivos de No Mientas. Pero también hay que elogiar su trepidante ritmo, todo ocurre en cuestión de días, y la agilidad con la que crímenes e investigación se dan el relevo a lo largo de las 400 páginas que componen No Mientas.

Por si esto fuera poco, Del Burgo no decepciona con el desenlace de su ópera prima, y completa con él una novela redonda de la que estamos seguras que se va a hablar en las próximas semanas. Porque en una escena literaria llena de propuestas noir, el escritor navarro ha sabido crear una historia con personalidad propia que atrae y pone los pelos de punta por igual.