Revelación, el nuevo thriller coreano de Netflix. /
Revelación se ha destapado como una de las mejores noticias en lo que se refiere al género policíaco en este 2025. La cinta de Netflix parece haber captado la atención de los espectadores de la plataforma y ya se encuentra entre las diez películas más vistas en nuestro país en su primer fin de semana. Unas cifras envidiables y que reflejan la excelente imagen que tiene el thriller coreano en España.
La producción está dirigida por Yeon Sang-ho, director de la frenética Tren a Busan, y nos narra una historia de intriga sobre un secuestro que adquiere tintes místicos de lo más inquietantes. Siguiendo la estela de otras producciones clásicas del género como Memories of Murder, con la que guarda un pequeño parecido, nos va desarrollando esta trama que, por momentos, se va volviendo más oscura y siniestra.
Ryu Jun-yeol (The 8th Show), Shin Hyun-bin (Nido de víboras) y Shin Min-jae (Parasyte: Los grises) conforman el reparto que da vida a los protagonistas de este inquietante thriller escrito por el propio Yeon Sang-ho en colaboración con Kyu-Seok Choi (Rumbo al infierno, también de Netflix) y que está producida por el c uatro veces ganador del Óscar Alfonso Cuarón.
Revelación es, sin duda, uno de los thrillers coreanos más diferentes que hemos visto en los últimos años, dándole un enfoque un poco más turbio y retorcido al género. Todo lo que vemos en la ficción resulta súper inquietante, con una atmósfera muy oscura y una ambientación bastante bien lograda. Por no hablar de la fotografía, que merece una mención aparte con una puesta en escena de esas que se te quedan grabadas en la retina.
También habría que destacar la labor del experimentado director, que sabe mantener súper bien la tensión tras las cámaras. El realizador nos adentra en este siniestro universo por medio de una escabrosa investigación policial plagada de simbología y referencias religiosas con las que va dando forma a una trama que se va oscureciendo conforme avanza el metraje.
Escena de Revelación, el nuevo thriller coreano de Netflix. /
La historia nos pone en la piel de Min-chan (Ryu Jun-yeol), un extravagante pastor profundamente religioso y místico que cree haber tenido una especie de revelación de carácter divino sobre el inquietante secuestro de una niña. Un rocambolesco e inverosímil relato que la escéptica inspectora Yeon-hee (Shin Hyun-bin) se ve obligada a tener que investigar.
Al principio la agente se muestra del todo recelosa, pero conforme más se adentran en el caso, más oscuro e inquietante se va volviendo todo lo que rodea a esta misteriosa desaparición. Perseguida por los fantasmas de su pasado decide llegar hasta el final junto a Min-chan para desentrañar quién está detrás de todo, metiéndose de lleno en una investigación de tintes sobrenaturales que desafiará sus propias convicciones y su visión de la realidad.
Es innegable que a los fans del género se nos dibuja una sonrisa en el rostro cuando escuchamos las palabras thriller coreano. Y, para algunos, desde mucho antes de que Parásitos arrasara en los Óscars aquella noche prepandemia de febrero de 2020. Lo que sí está claro es que es una industria que está pasando por su mejor momento, con grandes aportaciones en la última década.
Revelación, el nuevo thriller coreano de Netflix. /
Memories of Murder, Sympathy for Lady Vengeance, Old Boy o El extraño, entre muchas otras, afianzaron un género que se coronó con la victoria de la cinta de Bong Joon-ho en la gala de los Premios de la Academia de hace cinco años. Hoy día es sinónimo de cine negro de calidad, que mezcla diferentes subgéneros y que nos muestra el lado más oscuro del ser humano con una profunda crítica social.
Todo ello lo tiene Revelación que, sin llegar a la altura de todos esos clásicos del cine coreano, sí que nos cuenta una historia de misterio súper interesante y que no decae en ningún momento. La cinta de Netflix viaja entre lo real y lo sobrenatural para traernos uno de los relatos más inquietantes de los últimos años que te mantendrá pegado al sillón, y seguramente también al cojín, durante sus dos horas de duración.