HABILIDADES COMUNICATIVAS
HABILIDADES COMUNICATIVAS
El problema de la sociedad son las personas que la conforman. Puede parecer una tontería, pero es completamente cierto. Los hay que siempre buscan el consenso y la armonía y también existen personas a las que les encanta una buena discusión y no tienen ningún problema en tratar mal a los demás.
Es por eso que nos encontramos en multitud de ocasiones con personas que nos tratan mal o nos faltan al respeto y no sabemos cómo contestar. Si eres muy visceral, puedes terminar rebajándote a su nivel, pero desde aquí te recomendamos tener la mente fría, respirar y pensar antes de contestar.
Existen formas sencillas y elegantes de responder a los insultos y provocaciones que pueden ayudarte a enfrentar un problema sin agravar la situación o caer en los mismos errores del agresor. Puede que no te proporcionen la misma satisfacción momentánea pero a largo plazo, te sentirás mejor contigo mismo.
Una buena respuesta irónica a tiempo puede hacer que el foco de la conversación gire hacia la persona que está agrediendo verbalmente. Este viraje puede genera r una sensación de incomodidad en la otra persona porque pone de manifiesto que sus comentarios son inapropiados.
Para dar este tipo de respuestas hay que tener cierto grado de conocimiento, puesto que no siempre es fácil mantenerse templado y dar argumentos sólidos y razonables. Pero si lo consigues, desarmarás a la otra persona, puesto que las agresiones verbales suelen provenir de la emoción y esto se neutraliza con la razón.
Para responder con frialdad has de pararte y respirar hondo. /
En lugar de ofenderte y responder al otro en el mismo tono en el que te ha hablado él, manifestar cómo te hace sentir lo que te está diciendo puede desarmar a la otra persona que espera una reacción más violenta por tu parte. Está preparado para la guerra, no para una respuesta sincera.
Prueba a respondar con una de estas frases: «Considero que tu comentario es muy inapropiado», «no me siento cómodo hablando de ello, cambiemos el tema», «considero que la forma en la que te diriges a mí no es adecuada» o «disculpa, tu comentario está fuera de lugar y no pienso rebajarme a él».
En ocasiones, la mejor opción es pasar de la otra persona. Hay situaciones en las que ninguna respuesta es tan adecuada como la que no existe, ya que habrá circunstancias en las que se pierde más tiempo intentando contestar a algo que, realmente, no tiene contestación, sólo se quiere hacer daño.
Pero es importante ignorar al otro de verdad, es decir , no darle importancia a los insultos y las provocaciones. A veces, haces ver que no te importa pero en realidad te está afectando, lo que genera cierto grado de emociones reprimidas que, a largo plazo, te hará daño.
Los gestos y expresiones humanas pueden ser más efectivas que las palabras a la hora de comunicar lo que sentimos y pensamos. La mirada y la postura corporal pueden indicar tus sentimientos ante una situación incómoda, por lo que simples gestos que denoten indiferencia, pueden ser suficientes para responder elegantemente.