PSICOLOGÍA
PSICOLOGÍA
En 1998 se estrenaba El Show de Truman, una de las películas más famosas de Jim Carrey. El filme nos presentaba a Truman Burbank quien era el protagonista de un reality show sobre su vida sin que él lo supiera. Ni su familia ni sus amigos son reales, todos son actores y el pueblo en el que vive, un decorado.
Diez años después del estreno, los psiquiatras Joel e Ian Gold publicaban un artículo en la revista Cognitive Neuropsychiatry presentando el Síndrome de Truman, un trastorno con delirios persecutorios y de grandeza en el que el paciente cree que forma parte de un reality show y que él es el protagonista del mismo.
Esta idea les lleva a pensar que todo lo que les rodea es falso: sus creencias, las relaciones con los demás, todo su mundo... al igual que le ocurre a Truman en el exitoso filme, creen que todo ha sido creado para satisfacer al público y si quieren vivir una vida real tienen que huir de su propia vida.
Un delirio es una creencia o convicción falsa y persistente, que se mantiene a pesar de contar con evidencias de lo contrario. Pueden ser de naturaleza persecutoria, de celos o de grandeza y aparecen asociados a enfermedades como la esquizofrenia o el trastorno bipolar.
En el síndrome de Truman, el delirio más habitual es el de persecución, puesto que el afectado está convencido de que está siendo observado por otros. Pero en algunos casos también de grandeza, ya que pueden considerarse tan importantes que merecen ser el centro de atención de los demás.
El contenido de los delirios dependerá de la época y el entorno sociocultural del individuo. Desde los atentados del 11-S la vigilancia global se ha intensificado, circunstancia que también ha aumentado la ansiedad y la preocupación por sentirse vigilados, un caldo de cultivo ideal para la proliferación de los delirios persecutorios.
Aquellas personas que sufren el síndrome de Truman no pueden ser persuadidos de que no son protagonistas de su propio reality. Es por ello que necesitan terapia psicológica y cognitivo-conductual para cuestionar sus creencias delirantes y, en algunos casos, precisan fármacos para manejar la ansiedad.
El síndrome de Truman no se encuentra en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM), pero es posible destacar una serie de síntomas que caracterizan a las personas que padecen este peculiar problema psicológico:
1. Paranoia extrema: la persona aquejada del síndrome de Truman siente que está siendo constantemente vigilada, incluso en situaciones privadas.
2. Ansiedad y miedo: esta sensación de estar siendo observado constantemente genera un estado de ansiedad y miedo a ser juzgado.
3. Creencias delirantes: la persona afectada puede desarrollar ideas delirantes acerca de conspiraciones en su contra o de ser protagonista de un espectáculo mediático.
4. Aislamiento social: toda esta situación le genera una gran desconfianza hacia los demás, lo que puede llevarle a un distanciamiento de amigos, familiares y otras relaciones sociales.
5. Alucinaciones: en algunos casos, la persona puede experimentar alucinaciones visuales o auditivas que refuerzan sus creencias de ser vigilado.