María del Pino Calvo Sotelo. / fundación rafael del pino

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María del Pino Calvo-Sotelo o cómo ser la segunda mujer más rica de España y que nadie sepa quién eres

Con una fortuna personal que supera los 2.500 millones de euros, María del Pino Calvo-Sotelo es la segunda mujer más rica de España solo por detrás de Sandra Ortega. Discreta hasta rozar el misterio es una de las herederas de la saga empresarial que fundó su padre.

Apenas existen un puñado de imágenes suyas. Ninguna con su marido o sus tres hijos. Y una sola entrevista, realizada hace más de una década. María del Pino Calvo-Sotelo (Madrid, 19 de marzo de 1956) ha conseguido ser un gran misterio, pese a ser también la segunda mujer más rica de España, sólo superada por Sandra Ortega y seguida por Alicia Koplowitz y Hortensia Herrero. La hija Rafael del Pino, legendario fundador de Ferrovial, y Ana María Calvo-Sotelo, hermana del ex presidente del gobierno, es la mayor de cinco hermanos y la presidenta de la fundación que lleva el nombre de su padre.

Según la edición española de la revista Forbes, su patrimonio asciende a más de 2.500 millones de euros; la edición norteamericana, en cambio, le atribuye una fortuna superior: 3.400 millones de dólares. Un patrimonio que, cada año, suma además los suculentos dividendos de la compañía.

El habitual anonimato en el que opera la familia se ha visto seriamente trastocado en los últimos meses. Primero, cuando el consejo de administración de Ferrovial decidió trasladar su sede a Holanda y el rifirrafe con el gobierno puso el foco mediático sobre la familia. Y hace unos días, cuando Hacienda anunció la apertura de una auditoría general a la compañía devolviendo a la palestra a los miembros más destacados de la saga empresarial.

Quién es María Del Pino Calvo-Sotelo

Del Pino estudió Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad Complutense de Madrid y, después de acabar la carrera, se trasladó a Bruselas para trabajar como becaria en la Comisión Europea. A su regreso a Madrid, en 1979, entró a formar parte de la Secretaría de Relaciones Internacionales de UCD, el partido liderado por Adolfo Suárez. «Nunca tuve carné, pero me tocó representar al partido en congresos y reuniones de trabajo, todo un privilegio para una jovencita de 23 años; y una experiencia muy emocionante por el momento político«, contó en la única entrevista que ha concedido hasta la fecha, cuando le reconocieron con el premio Fuera de Serie en 2011.

Después de aquella etapa y de estudiar un postgrado en el IESE, se incorporó a Ferrovial, la empresa de infraestructuras que fundó su padre a principios de los 50. Pero en 1985 la primogénita del clan se mudó a Estados Unidos, donde a su novio de entonces, y hoy marido, le había surgido una oportunidad profesional. Cuando regresaron a España, María del Pino se dedicó a los tres hijos del matrimonio, pero también a trabajar activamente en la ONG de ayuda al desarrollo Codespa.

Hasta que en el año 2000 su padre creó la Fundación Rafael del Pino destinada a impulsar la formación y el liderazgo en el ámbito profesional y decidió poner a su única hija al frente. Como presidenta, María del Pino lleva más de dos décadas dedicada a supervisar la gestión de una organización filantrópica que ha concedido cientos de becas, que organiza campus, foros profesionales y conferencias con jefes de Estado o premios Nobel y que se dedica también a la defensa del patrimonio histórico y cultural español a través de diferentes proyectos.

Tras la muerte de su padre en 2008, Del Pino heredó alrededor del 8% de las acciones de Ferrovial y sigue formando parte del consejo de administración de la compañía, que dirige su hermano Rafael desde hace dos décadas. En los últimos años, sus otros tres hermanos, Fernando, Leopoldo y Joaquín, se han desvinculado de la empresa después de diferentes batallas accionariales, de tensiones personales entre ellos y de la reorganización de las participaciones de 2015.

Tal y como recoge su biografía oficial, Del Pino es además la representante de la sociedad Menosmares, S.L; la presidenta del consejo de administración de Casa Grande de Cartagena y la vicepresidenta del consejo de administración de Pactio Gestión.

La misteriosa vida privada de la segunda mujer más rica

Más allá del mundo empresarial, del Pino forma parte del Patronato Princesa de Asturias, ha sido miembro del Patronato de la Fundación Codespa y de la Fundación Científica de la Asociación Española contra el Cáncer, así como del Consejo Rector de la Asociación para el Progreso de la Dirección.

Mientras la vida privada de su hermano Rafael dio algunos titulares jugosos cuando en 2016 se divorció de su segunda mujer, Astrid Gil Casares, y la batalla judicial que llegó hasta el Tribunal Supremo dejó entrever una vida de jets y helicópteros privados, mansiones y yates, María del Pino ha conseguido blindar su vida privada ante cualquier tipo de intromisión.

De la mayor de la saga solo se sabe lo que ella misma ha contado. Es decir, prácticamente nada. En aquella entrevista, de hace más de una década, hablaba de su afición por la lectura, de los partidos de tenis que jugaba con sus amigas, de las cenas y sesiones de cine con su marido y alguna otra pareja, de los viajes al mar y la montaña… Sus tres hijos, que deben rondar la treintena, nunca han protagonizado una portada, un titular o una imagen. De hecho, ni siquiera se conocen sus nombres, pese a que algún día heredarán una de las mayores fortunas de España.

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