boda aristócrata
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La Casa de Alba se ha ido de boda. Y es que, la Parroquia del Santísimo Corpus Christi de Sevilla ha acogido la boda de Javier Solís Benjumea y Alejandra García Insa, queha sido uno de los primero enlaces aristócratas del año. El novio, que es primo hermano de Fernando y Carlos Fitz-James Stuart y, ha compartido protagonismo con una novia radiante y muy elegante.
Alejandra llegaba a la cita un coche clásico de alta gama y donde le esperaba muy sonrientre el que se iba a convertir en su marido en pocos minutos. Del brazo de su padre y acompañada de un día soleado en la ciudad hispalense, la novia ha jurado amor eterno al sobrino del duque de Alba.
Como ocurre en todas las bodas, el vestido de novia era la incógnita más esperada del evento nupcial y Alejandra no defraudó. Optó por un look clásico protagonizado por un sencillo vestido de carácter minimalista. Este era de manga larga y corte recto e iba ligeramente adaptado en la zona del pecho.
El escote estaba adornado con detalles de encaje, llevaba las hombreras marcadas y el bajo de las mangas estaba acabado en ondas. Una pieza repleta de detalles especiales con una falda vaporosa y a la que no le faltaba cola y, por supuesto un buen velo.
Alejandra completó su look con este accesorio tan típico de las novias y que cubría su cara de camino al altar. Este iba acompañado también de una t iara sencilla que aportaba ese toque royal tan habitual en las bodas aristócratas y un gran ramo de flores.
A diferencia de los novios habituales, Manuel Solís, hijo de Francisco Javier Solís-Beaumont y Martínez Campos, conde de Casa Alegre, y de Inés Benjumea Alarcón, no lució un chaqué y derrochó elegancia con el uniforme de gala de la Real Maestranza de Caballería, al igual que han hecho en sus bodas otros miembros de su familia. Este está formado por una chaqueta de color rojo con galones y un pantalón azul marino de talle alto.
Llegó a la iglesia acompañado de su madre, la madrina de la boda, quien lucía un elegante vestido largo de color morado. Una prenda de falda y mangas vaporosas con un nudo en la parte central y que acompañó de una mantilla de color blanco, además de unos zapatos negros.
Tras darse el 'sí, quiero' en una emotiva ceremonia que fue oficiada por el sacerdote Manuel Solís-Beaumont, tío de Javier Solís Benjumea y habitual en el resto de celebraciones religiosas de la familia, los recién casados salieron del brazo derrochando alegría con dos grandes sonrisas. Se montaron en el coche verde y presumieron de sus alianzas, símbolo su unión como pareja de enamorados.
Javier trabaja como agente de Grandes Patrimonios en Bankinter en la ciudad de Sevilla. La novia, por su parte, trabaja como farmacéutica en Abbie, un laboratorio de biofarmacéutica. Y ambos inician ahora una nueva etapa en su relación tras haber contraído matrimonio.