«No tengo ninguna obsesión por trabajar; soy muy vaga», asegura Carmen Machi (Madrid, 1963), que en 2022 ha continuado representando la obra 'Prostitución', ha participado en una serie y, atención, jueces del Guinness, ha estrenado seis películas. La última, ' Mañana es hoy', su reencuentro con Nacho G. Velilla, creador de '7 vidas' y 'Aída', ya puede verse en Prime Video. Paradojas, la actriz confiesa que este año que acaba bajó el ritmo. En realidad, el intenso fue 2021. «Sé que ha sido un poco demasiado, pero se juntaron proyectos que la pandemia aplazó».
MUJERHOY. ¿No teme que algunas hayan pasado desapercibidas? 'La voluntaria', estrenada en junio, es uno de los grandes papeles de su filmografía y apenas la vieron 20.000 espectadores.
CARMEN MACHI. No creo que unas películas se tapen a otras, pero es una pena porque 'La voluntaria' costó mucho esfuerzo y ha pasado más desapercibida. Se estrenó casi al mismo tiempo que 'Amor de madre' en Netflix y esa sí que se vio mucho. Yo sí me canso de verme. «¡Qué pesada esta mujer, está en todas partes».
MH. Es, a la vez, la cómica más popular de España y una actriz habitual del cine de autor. ¿Cómo conviven esos dos extremos?
Todos los trabajos los elijo de la misma manera: tienen que ser algo que no haya hecho ya y que me aporte más de lo que puedo aportar yo. No miro nada más. Si me llega un guión buenísimo de una debutante de 20 años y puedo apoyarla, hago todo lo posible.
MH. ¿Tiene dos tarifas?
[Risas] Sí y no, pero te sorprendería lo respetuosos que son los que están empezando, no andan regateando. Hay cosas por la que estoy dispuesta a trabajar gratis, aunque sea una palabra fea. Di mejor «cobrar nada». En realidad, cuando me llaman es para ser eficaz: haciéndolo en una toma ahorras tiempo y dinero.
MH. Además de los años que pasaron juntos en '7 vidas' y 'Aída', 'Mañana es hoy' es la quinta película en la que la dirige Nacho G. Velilla.
Hemos crecido juntos profesionalmente. A Nacho, que es muy exigente, además le gusta rodar con su gente, y estoy muy orgullosa de formar parte de ese grupo. No es que me busque personajes, es que directamente se los inventa para que estemos unos días juntos.
MH. ¿Hay rodajes que son como vacaciones?
Uf, no siempre. Los protocolos anti-Covid hicieron que este no fuera como los anteriores. El de 'Villaviciosa de al lado' fue muy sonado en la profesión. Los que estuvieron ahí lo saben. También el de 'Que se mueran los feos', que para mí fue muy especial.
MH. Todas comedias. ¿Es más fácil pasarlo bien haciendo reír?
No necesariamente. Te lo puedes pasar muy bien haciendo un drama. Incluso puede que lo necesites más. La comedia te exige más concentración. Para hacer un gag, el último que se tiene que reír eres tú. Sobre todo en una sitcom, en la que vas al revés.
MH. ¿Volvería a una sitcom?
No, yo volvería a hacer '7 vidas'. No sé si la haré algún día, pero es que he estado en las dos mejores series de comedia que se han hecho en España. Esos guiones se tardaban mes y medio en escribir, no eran una separata del día antes. Con todo el respeto, hay personas que a veces te mandan guiones que creen que se asemejan a aquello, como si fuera tan fácil...
MH. En 'Mañana es hoy', una familia de 1991 viaja hasta 2022, poniendo de relieve cómo han cambiado las cosas en España. ¿Debemos recordarnos en qué que hemos mejorado?
Lo que sí que veo, no sé cuándo situarlo, es que en muchas cosas antes éramos más tolerantes. Somos menos sociables, nos cuesta compartir. También nos faltan referentes.
MH. ¿Cuáles fueron los suyos?
Gente que venía del teatro, que no eran de mi generación y con los que acabé trabajando, como Amparo Baró y Mary Carrillo. Te decían que tienes que ser muy rigurosa y disciplinada, pero insistían en que hay que pasárselo muy bien. Siendo impecables en su trabajo, sabían que la vida era lo primero. Para ser actriz hay que dormir poco para que te dé tiempo a vivir mucho.
MH. ¿Ha cumplido ese mandamiento?
Yo he sido bastante crápula, he devorado la vida. Hubo una época increíble, haciendo '7 vidas', en la que nos juntábamos Anabel Alonso, Félix Sabroso, Pepón Nieto, David Delfín, que en paz descanse, o Pedro Almodóvar, con los que pasé noches maravillosas. Ahora me invitan a una fiesta y me sorprendo: me apetece más acotarme pronto y levantarme fresca al día siguiente.
MH. ¿Qué otras cosas han cambiado?
La popularidad te cambia la vida y tuve que aprender a decir que no. Es muy extraño conciliar un trabajo que consiste en la exposición hacia fuera con el hecho de que no llevas bien que te reconozcan. He conseguido relajarme, ahora me importa todo un rábano, me importa muy poco lo que piensen de mí. Yo quería ser actriz, no buscaba ser famosa.
MH. ¿Preferiría ser anónima de nuevo?
Siendo honesta, no. Me he acostumbrado a que me traten bien. Me asocian a un personaje que es que es mucho mejor que yo. El exceso de popularidad te arrastra a un lugar muy difícil de gestionar. Para algunos eres Mickey Mouse, te ven y aunque estemos tú y yo hablando, les da igual. Me he negado a hacerme una foto y me han contestado: «¡Pues ya no te veo!».