Jean Cocteau. / Getty

La carta de la directora

Unas alas

«No se me ocurre nada mejor que pedirle al nuevo curso que unas alas capaces de hacernos volar del miedo al coraje».

Lourdes Garzón
Lourdes Garzón

En una litografía de la maravillosa retrospectiva que le dedica el museo Peggy Guggenheim, Jean Cocteau dibuja unas alas que sirven para convertir el miedo en valor. Lo hace un hombre, un artista conmovedor y frágil, que sabía muy bien lo que era esa profundísima transformación que nos da nuestro lugar en el mundo.

Su historia es más que conocida: una infancia arrasada por el suicidio del padre, una juventud marcada por la pérdida de su gran amor y una vejez lastrada por la adicción de décadas al opio. Entre tanto, el enorme talento que le hizo brillar en la poesía, el teatro, el cine, la escenografía, la pintura...

Cocteau, amigo de Picasso, de Kandinsky, de Edith Piaf, deslumbró en todas las vanguardias y no se encarceló en ninguna. Escandalizó apreciando el arte nazi y colaboró con Chanel y Elsa Peretti. Ahí está el homenaje que hace tres temporadas le dedicó Virginie Viard en uno de sus desfiles.

Tuvo seguramente muchos temores, como todos los grandes artistas, como todos nosotros, pero, sobre todo, uno que recorrió como una columna vertebral su vida y su obra: el de reconocer abiertamente su homosexualidad.

Cocteau se dibujó unas alas y transformó ese miedo en valor en El libro blanco. Lo hizo poco a poco, como todas las grandes hazañas, primero lo publicó anónimamente y, con los años, habló abiertamente de su autoría y hasta firmó ejemplares. Fue suficientemente valiente como para comenzar a dirigir películas casi con 60 años. Y ahí están Orfeo o La Bella y la Bestia, con su amado Jean Marais como protagonista.

Supongo que recuerdo ese dibujo entre todos los que tuve la suerte de ver una tarde de verano en Venecia porque no se me ocurre nada mejor que pedirle al nuevo curso: unas alas que nos agiten, nos saquen de nuestro sitio y nos lleven a otro mejor. Las alas capaces de hacernos volar desde el miedo al coraje.

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