Mon Laferte, la artista latinoamericana del momento. /
Ha compuesto con Rozalén –«me acogió en su casita y bebimos un buen vino»–, ha grabado con Bunbury o Jorge Drexler, y cuenta entre sus fans incondicionales a Leiva. Sin embargo, Mon Laferte (Viña del Mar, 1983) todavía siente que tiene que presentarse antes de plantar un pie en España.
La serie de conciertos que trajo a la cantautora a nuestro país hace apenas una semana, con llenos en Madrid y Barcelona, debería corregir esa percepción. «Quedarme un tiempo a vivir en España es algo que entra en mis planes», asegura esta mujer de naturaleza nómada, como ilustran los dos discos que publicó en 2021.
Por un lado, Seis, en el que celebraba la música tradicional de México –nacionalidad que comparte con la chilena– con una visión sensual, apasionada y moderna. Apenas medio año después publicó 1940 Carmen, titulado como la dirección del piso en el que vivió en Los Ángeles mientras lo grababa y en el que, por actitud y sonido, se presenta como una estrella de rock and roll.
«Me gusta jugar un poquito, pasármela bien creando, pero es que también me sentía así de poderosa. Me estaba pinchando hormonas para quedarme embarazada, con una sensibilidad extrema. Llegué a sentir que me volvía loca». Su bebé ahora tiene seis meses y reclama la atención de Laferte de vez en cuando.
«Lo único que quiero para él es que sea libre; que mande a la porra a cualquiera que le diga lo que tiene que hacer», reflexiona. Cuando afronta su futuro, la cantante piensa en cómo reaccionaría ante sus decisiones la anciana de 80 años que siempre ha creído albergar.
«Ya desde muy chiquita yo me sentí una persona mayor y me la imagino diciendo: «Hazlo, vívelo todo, relájate». Como le sucede a otras compañeras entre las que están Natalia Lafourcade, Silvana Estrada o Julieta Venegas, muchos en Chile, México y el resto de Latinoamérica ven en ella un referente más allá de lo musical, una figura que denuncia y visibiliza injusticias y olvidos.
En 2019 acudió a los Latin Grammy mostrando sobre su pecho desnudo la leyenda: «En Chile, torturan, violan y matan». La imagen, en referencia a la represión del gobierno de Sebastián Piñera contra las protestas sociales, se convirtió en viral.
«No quiero opinar de todo siempre, pero si hay un tema que me inquieta lo hago sin problema. También te digo que creo que el silencio es importante». Seguramente por eso ha preferido seguir con serenidad los cambios que están aconteciendo en Chile, con la llegada al poder de Gabriel Boric y el rechazo mayoritario de la nueva constitución.
« Soy optimista, pero me parece infantil pensar que se puede cambiar todo tan pronto. Las cosas importantes suceden a lo largo del tiempo. Lo que me emociona es el futuro, que la vida nos sorprenda», explica Mon Laferte con positivismo y ganas de ver qué le depara el futuro.