FITNESS EN CLAVE CHIC
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«Lo más bonito es emprender y dar trabajo a la gente. Es lo más gratificante que existe». Este es el mantra que Fernando Peña, el fundador de la empresa Azulejos Peña, frecuentada por clientes anónimos y famosos, ha seguido desde que en 1959 erigió esta empresa con los pocos ahorros que trajo de su Álcora natal y que ha logrado convertirla en una de las más punteras del sector. La azulejera ahora está dirigida por Ana Peña, una de sus tres hijas.
La CEO de esta compañía es una insider, aquella persona que nunca sale en la foto pero se relaciona con los que sí lo hacen y cuya existencia suele ser incluso más interesante que la de sus amigos conocidos, entre los que se encuentran desde Carmen Martínez-Bordiú o Carmen Lomana, con quien se la ha podido fotografiar en Las Ventas, o el interiorista Erico Navazo, uno de los más respetados de España. Casada con el también empresario Juan Pajares, tiene tres hijos, Fernando, Carlos y Juan, quienes, hace cerca de seis meses, han hecho propio el lema de su abuelo materno y se han lanzado a emprender por todo lo alto con un gimnasio boutique llamado Pomona Club.
Ubicado en el número cien de la calle Serrano de Madrid, en pleno corazón del barrio de Salamanca de Madrid, los jóvenes no quieren dar nombres de sus clientes conocidos. Pero de lo que no cabe duda es que han revolucionado el sector y han convertido este nuevo templo de la salud en un lugar al que asisten desde Almudena Lapique a Martina Svedin, hija de Luis Figo, histórico jugador del Real Madrid y del Barça, tal y como han dejado testimonio en sus redes sociales.
Esta idea surgió después de que Juan, mellizo de Carlos, se rompiera el ligamento en diciembre de 2019 y viviera el confinamiento recuperándose. «Cuando se encontró bien comenzó a aficionarse al deporte. Tras completar un sinfín de entrenos y mejorar su nutrición, consiguió completar tres maratones, dos Iron Man, entre muchos retos», comenta Carlos Pajares Peña en conversación con Mujerhoy.
Carlos y Juan estudiaron ADE y Derecho en el IE de Madrid y, para poner la guinda perfecta a una formación académica tan exhaustiva, decidieron marcharse a Estados Unidos. «Allí descubrimos un concepto de gimnasio mucho más cuidado que hemos decidido trasladar a España». El resultado de esta nueva oferta deportiva que llega a la capital es una sala de 350 metros cuadrados con una amplia oferta de clases colectivas (más de 60 clases semanales): Funcional, HIIT, pilates, GAP y estiramientos.
También, de un club de corredores que realiza cinco salidas semanales por diferentes rutas de la capital y prepara a los socios para eventos deportivos específicos. Además, el club cuenta con fisioterapia y asesoramiento en nutrición (estética y deportiva). Además, el centro cuenta con una oferta deportiva gastronómica para cuidarse. «Lo llamamos Juice Bar y cambiamos la fruta según la temporada», añade Carlos. Pomona Club contará también con una zona comercial dedicada a ropa deportiva en colaboración con Ecoalf Sports y de nutrición deportiva en colaboración con 226ers y Gold Nutrition.
La familia posee la Finca Palomarejos de Toledo, centro de operaciones de la ganadería familiar Fernando Peña. «Es lo que más disfruto. Tengo pasión por los toros desde muy pequeña. Mi padre fue empresario de la plaza de toros de Vista Alegre y me llevaba a ver todos los festejos. Hace casi 30 años, puso un hierro a mi nombre», relataba Ana Peña, madre de nuestros protagonistas en El Mundo. Por parte de padre, los tres hermanos descienden de Francisco Gómez Cobo, quien llegó a ser el dueño de la mayor industria panadera en Francia. Al parecer, el emprendimiento es una cuestión de ADN.