Luis Mateo Díez, Premio Cervantes 2023. /
A sus 81 años y sin la menor gana de jubilarse, al escritor Luis Mateo Díez, flamante Premio Cervantes (que presiden hoy los reyes Felipe y Letizia ), le definía frente a los micrófonos de Onda Cero el locutor Carlos Alsina como «un leonés vital y risueño, creyente del humor y practicante y explorador de territorios inventados por los que ha ido conduciendo a sus lectores, más que absorbidos, hipnotizados». Sobre el autor de obras como 'El espíritu del páramo' o 'La fuente de la edad', que ha recibido el máximo reconocimiento de las letras en español, dotado con 125.000 euros, el jurado destacaba su «estilo propio, donde prevalece el humor expresionista, paródico o esperpéntico».
El entonces ministro de Cultura y Deportes en funciones, Miquel Iceta, destacaba del prolífico escritor al comunicar la noticia, que era uno de los «grandes narradores de la lengua castellana, heredero del espíritu cervantino y creador de mundos imaginarios», destacando que tiene «una prosa y una sagacidad que lo hacen singular, sorprende y ofrece continuos nuevos desafíos con los que traspasa el ámbito de la fantasía».
Sumándose a las felicitaciones por el galardón, Pedro Sánchez escribía en sus redes sociales que con el Premio Cervantes a Luis Mateo Díez «se reconoce el viejo oficio del narrador, la constancia y el trabajo literario ajeno a cualquier moda», mientras que Alberto Núñez Feijóo añadía que «en sus creaciones sobresalen la pericia y el dominio indiscutible del lenguaje».
El aludido, por su parte, reconocía al recibir la noticia estar vivir un momento «especial» con «dosis de sorpresa» por este importante reconocimiento, que el año pasado recayera en el poeta venezolano Rafael Cadenas. «El premio es de mis lectores. El destino y el reto con el que yo escribo está en mis lectores, que son cómplices. Y creo que si me han dado el Cervantes es gracias a ellos y gracias a mis editores. He vivido encontrando el cariño y la generosidad de la gente que ha apostado por mí. Estoy más contento que si me hubiera tocado la lotería nacional», dijo en rueda de prensa.
Nacido en una comarca minera de la provincia León, un ascenso de su padre llevó a toda la familia a residir en la capital. De allí se mudaría el futuro autor, y ahora ocupante del sillón 'I' de la RAE, para estudiar Derecho en Madrid. Tras licenciarse realizó unas oposiciones de administración local en el Ayuntamiento de la capital, para finalmente conseguir ahí un puesto de trabajo donde permanecería casi cuarenta años.
Paralelamente comenzó a despuntar primero en la poesía en los años 70, para alcanzar el éxito después ya desde su primera novela, 'Las estaciones provinciales' (1982). A esta le seguirían numerosas novelas más, además de libros de relatos, de poesía y de ensayos. Cinéfilo empedernido, se reconoce devoto de Ford, Rossellini, Bergman y Renoir y afirma que ve una o dos películas por día. Algunas de sus obras han sido también adaptadas a la gran pantalla en largometrajes como 'El filandón' o 'Viene una chica'. Sin ninguna prisa por firmar su jubilación, aseguraba en una entrevista con la editorial Zenda que tiene «más de siete novelas en el refrigerador».
En esa conversación se declaraba heredero de Cervantes y del 'Quijote', que será el centro de su discurso cuando recoja el codiciado premio que lleva el nombre del escritor. «Don Quijote era un héroe, pero un perdedor y eso constituye lo que son, prácticamente, mis personajes. Héroes del fracaso», reconoce el leonés. «Hay una fascinación antigua en mí de un héroe que es un señor que está pirado, que solo anda por ahí desfaciendo entuertos, aunque ande equivocado».
Aunque más allá de las novelas, de las suyas y de las de Cervantes, hay una pasión frustrada para Luis Mateo Díez: la de bailar como Fred Astaire. Así lo reconocía en TVE al confesar que «daría un 5% de lo que he escrito por ser un bailarín, pero un bailarín de verdad. Nada, una incapacidad absoluta. Lo he intentado con amigas maravillosas, he ido hasta una clase de baile cerca de Sol. Imposible, de todo punto, una incapacidad rítmica total, hasta los bailes sencillos y demás, nada. He aborrecido mi cuerpo por su incapacidad de armonía».
En la obra del autor leonés podemos encontrar una escritura en la que mezcla con maestría lo culto y lo popular, pero también sus vivencias personales, incluso las más amargas. Por ejemplo en su libro 'Azul serenidad o la muerte de los seres queridos', nos acerca a la muerte de dos personas de su familia: su cuñada Luz y su sobrina Sonia.
Los reyes Felipe y Letizia junto a Isabel Díaz Ayuso en la entrega de los Premios Cervantes de 2023. /
No es este el único golpe familiar que ha vivido en los últimos años el autor, que se quedó viudo en pandemia tras la muerte de su esposa Margarita. Recordando aquel momento en conversación con la revista 'Lecturas sumergidas', hablaba de cómo «Margarita, mi mujer, murió en una residencia en plena pandemia, tras un alzheimer de cinco años, sin que pudiera estar con ella». A esta cruel circunstancia se suma otra como tener «un hijo con veinte mil problemas». Todo ello son para él «circunstancias muy fuertes, asuntos que forman parte de una experiencia crucial y acaban apareciendo en mis libros de alguna manera».
Parte de esa experiencia vital es lo que Luis Mateo Díez ha querido depositar en La Caja de las Letras, un proyecto del Instituto Cervantes que guarda los legados que desde 2007 han ido depositando personalidades de la cultura en español. En ella el escritor quiso dejar varios cuadernos y un sobre con un trabajo escolar sobre su esposa que realizó su nieta Mónica, de la que declara sentirse muy orgulloso: «Tiene madera de escritora».