romance y espectros Manuel Jabois: «Una separación no es un fracaso, es un éxito: ¿tú sabes lo que cuesta estar con alguien?»

El periodista y escritor gallego acaba de publicar Mirafiori (Alfaguara), una novela que narra una historia de amor en la que sus protagonistas deben sobrevivir a la rutina y los fantasmas.

Manuel Jabois, periodista y escritor, que acaba de publicarla novela Mirafiori. / penguin random house

Aloña Fdez. Larrechi
Aloña Fdez. Larrechi

Entre los libros que han llegado a las librerías en este mes de octubre está Mirafiori (Alfaguara), la última novela de Manuel Jabois. A la venta desde el pasado jueves, su portada ya se ha convertido en una de las más fotografiadas de Instagram , ocupa los lugares más codiciados en las librerías e incluso hay vuelos en los que sus lectoras se sientan en filas consecutivas. Lo que se dice, una esperada novela , y una cálida acogida.

El periodista y escritor gallego, sin embargo, se muestra escéptico. «He estado nervioso dos semanas, mucho, pero ya que sea lo que tenga que ser», confiesa. «Ha llegado el momento en el que dejas de tener el control sobre lo que pase. Me tranquilizo pensando: 'voy dos cero, con Malaherba y con Miss Marte (sus novelas previas), no puedes tener suerte toda la vida, va a haber goles en contra en algún momento'. Siempre con mentalidad futbolística, si nos marcan habrá que remontar y listo», reconoce sonriendo.

Han pasado dos años desde que escribió su última novela, y en Mirafiori ofrece a sus lectores una historia «sobre caminos que no teníamos que recorrer, porque cuando te mueres lo último que esperas es quedarte entre los vivos, y cuando te enamoras lo último que esperas es un día volver a casa solo y despertarte solo. Y son dos caminos muy parecidos», explica.

Un señoro escribiendo una historia de amor

Mirafiori está protagonizada por Valentina Barreriro, una actriz de éxito, y el narrador (sin nombre) de esta historia, un periodista mediocre que echa la vista atrás para narrar los veinte años que han pasado juntos. Y lo hace describiendo los mejores y los peores momentos de su vida en común, cómo han afrontado el paso del tiempo o cómo comenzó su historia al ritmo de Juan Luis Guerra y descubriendo que ella veía fantasmas.

«Quise escribir sobre eso, sobre el impacto de lo irracional en lo racional, sobre el impacto de lo sobrenatural en lo natural», apunta Jabois. «Me hacía mucha gracia imaginarme, porque el del tercer capítulo soy yo, qué haría si algún día veo un fantasma. ¿Cómo reacciona alguien racional que no cree en los fantasmas cuando le ponen delante algo en lo que no cree? Eso también ocurre en el amor, ocurre cuando te cuentan una realidad en la que no crees».

Portada de Mirafiori, la nueva novela de Manuel Jabois. /Alfaguara

Cuestionado sobre la razón por la que ha escrito sobre el amor, el autor confiesa que le «hacía mucha gracia pensar en la incomodidad de algunos amigos míos cuando leyesen algunas páginas. Porque no les produce ninguna incomodidad el descuartizamiento de una prostituta durante 20 páginas o la aparición de 20 cadáveres. Pero les produce mogollón de incomodidad ver a un señoro, como se dice ahora, escribiendo de una relación rota… ¿Por qué esta vergüenza?», se pregunta.

El lector descubre que Mirafiori es una historia de amor antes de llegar a la primera página, ya que la faja con la que se ha lanzado el libro, lo menciona. «Yo quise que pusiera 'historia de amor' en la faja, porque es provocativo, provocador... Un enamorado es súper cursi, ya solo el concepto del enamoramiento es cursi», señala antes de apuntar que «es mejor escribir que hablar de amor, pero me hacía mucha gracia eso y me puso cachondo la idea».

«Puedo hacer una novela de drogas, sexo y rock and roll, puedo escribir sobre muchas cosas que tengo cerca en mi vida, en los márgenes de mi vida o en lo más profundo, da igual. Pero resulta», comenta entre irónico y sorprendido, «que lo subversivo ahora es escribir de amor, que de repente ahora encuentre cómo se destruye una relación».

Los límites de la realidad

El protagonista sin nombre de Mirafiori es un hombre que nace en la provincia de Pontevedra, se traslada a Madrid y allí hace carrera periodística. El parecido con la vida de Jabois es evidente y resulta imposible no preguntarle qué hay de él en su última novela, en la que leemos que «la ficción sirve para todo, lo primero para mentirte y considerar que lo contado solo ocurrió en tu cabeza, cuántas novelas en realidad no lo son». Y el escritor aclara que «es una ficción pero está llena de verdades».

«Es una historia ficticia absolutamente, de gente que no conozco de nada y que he creado yo, llena de emociones, de reflexiones, que tengo yo, que tiene gente de mi alrededor», aclara. «Hay opiniones o conceptos que se desarrollan con los que no estoy de acuerdo, pero si un personaje se cae por las escaleras puedo describirlo porque yo me he caído por las escaleras. No soy ese personaje, pero lo que está sintiendo ese personaje es algo que he sentido».

Manuel Jabois en su casa de Madrid. / Jairo Vargas

Como por ejemplo, una ruptura. Algo que «he sentido, cuatro veces, ha habido cuatro quiebras en mi vida, en algún momento, y entonces puedo hablar de eso con autoridad. Como decía Scott Fitzgerald 'la autoridad que me da el fracaso', yo no soy ese tipo, pero sé por lo que está pasando».

Maestro a la hora de escribir sobre la realidad que nos rodea, cotidiana o política, en Mirafiori Jabois refleja, con tanto acierto como crueldad, la deriva de una pareja a la que el paso de los años acaba pasando factura. «Todo evoluciona, todo cambia y no tiene que ser todo un fracaso», explica. «Una separación no es un fracaso, es un éxito, has estado con alguien: ¿tú sabes lo que cuesta estar con alguien?»

Y prosigue: «¿Sabes lo que cuesta conocer a alguien, gustarle, que tú le gustes, que os llevéis bien y paséis años, cinco o dos, no importa, de puta madre? Y se termina, pues se termina, pero, ¿cuál era la otra opción?, ¿no hacerlo? Si te juntas te arriesgas a separarte, si vives, te arriesgas. Y te arriesgas a cosas preciosas y cosas terribles».

La muerte y la virgen María

Para Jabois «la literatura es para aventurarse en territorios desconocidos o directamente inexistentes» y quizá por eso Valentina Barreiro, su protagonista, tiene la heredada capacidad de ver a los muertos. «El amor y la muerte son los dos grandes temas universales, vives para amar, aunque sea a tu madre, pero no hay ni un ser humano sin amor, lo necesitas para vivir. Y mueres porque has vivido y el amor es el final del camino. Vaya frasecita», culmina entre risas.

Aunque se reconoce «temerariamente poco hipocondríaco» Jabois afirma que a sus 45 años «tengo miedo a la enfermedad, al dolor», pero no a la muerte. «No sé, he vivido muy guay, he tenido mucha suerte», aunque «no tengo miedo a si mañana me muero. Bueno, es una putada porque me encantaría ver crecer a mi hijo», aclara.

Manuel Jabois en la presentación de Mirafiori, en una imagen cortesía de Fundación Telefónica. / Ricardo Domingo

Preguntado por su primer recuerdo sentimental, Jabois rescata un momento en el que los dos temas principales de Mirafiori se unen, el amor y la muerte. «No sé si sentimental o no, pero tengo un recuerdo súper fresco, yo tenía 5 o 6 años, e iba de camino a la tienda de Carmucha, en Sanxenxo».

«Era un niño muy católico», recuerda, «y pensaba que antes de morirme mi último pensamiento 'va a estar dedicado a la Virgen María'. Y lo recuerdo perfectamente. Debe ser como que pensé 'grábatelo, no vaya a ser que antes de morir te pongas a pensar en el Real Madrid, gilipollas. Tienes que pensar en la Virgen María'. Un tarado».