Muere Teresa Gimpera: su gran historia de amor con Craig Hill, la dramática muerte de su hijo y el 'no' de Hitchcock

Guapa, elegante, refinada, inteligente. Son muchos los adjetivos que se pueden añadir al nombre de Teresa Gimpera, que ha muerto este martes, 24 de julio, a los 87 años en Barcelona, como ha comunicado uno de sus dos hijos. Figura insigne de la denominada Gauche Divine y siempre vinculada a la discoteca Bocaccio de la Ciudad Condal, tuvo una versátil trayectoria como actriz, modelo y empresaria, gracias a su agencia de modelos Gimpera Models.

Con una imagen poco habitual en España, se coronó en 1969 como Lady España y Lady Europa, que con solo 21 años había sido descubierta por el fotógrafo Leopoldo Pomés y acabó recibiendo el apelativo de «la chica de los anuncios». Sin embargo, sería el cine donde dejaría una mayor impronta gracias a títulos tan emblemáticos como 'El espíritu de la colmena' de Víctor Erice, 'La ciutat cremada', junto a Ángela Molina , 'Vida conyugal sana', al lado de Ana Belén , o 'Juego sucio en Panamá', con Mickey Rooney.

Entre los distintos reconocimientos que obtuvo debemos destacar que logró en 1990 el premio ACE de la Asociación de Cronistas del Espectáculo de Nueva York como mejor actriz secundaria por 'Asignatura aprobada', que rodó a las órdenes de José Luis Garci , el premio Zoom, por su larga y fructífera trayectoria, la Medalla del Trabajo de la Generalitat, en 2010, y siete años más tarde fue reconocida con la Creu de Sant Jordi.

Respecto a su vida sentimental hay que subrayar que estuvo casada en primeras nupcias con Octavio Sarsanedas, padre de sus tres hijos, Marc, Jacob y Joan. El menor falleció de sida tras una larga lucha contra la adicción a las drogas. Después del amor, llegó el desamor a la pareja. El periodista Toni Vall escribió sus memorias en las que demostró una gran sinceridad de cara a su público y a ella misma, y una enorme naturalidad a la hora de abordar los momentos más duros.

Manifestaba haber tenido una vida feliz y con diversas tragedias a las que supo sobreponerse. Sus padres eran republicanos y los primeros años de su vida los pasó en el exilio. Su madre, sus hermanos y ella se refugiaron en un hotel abandonado de Pas-de-Calais y su padre estuvo preso en el campo de concentración de Argelers. A su vuelta a España comienzan a fraguarse sus recuerdos más dulces, el amor y la maternidad, que llegó muy pronto.

La muerte de su hijo fue un golpe durísimo, pero manifestó que al final te acabas acostumbrando a vivir. El fracaso de su primer matrimonio también lo fue, pero la vida le tenía deparado otro gran amor, el del actor estadounidense Craig Hill, con el que compartió los que posiblemente fueron los años más felices de su vida. Se conocieron en el rodaje de 'Amenaza Black Box' y se casaron tras veinticinco años de relación. Gimpera reconocía que no era fácil en aquella época, con tres hijos, que un hombre quisiera formar una familia, pero para ellos no hubo barreras.

Por su vida pasaron muchas estrellas como Brigitte Bardot y Claudia Cardinale , con las que rodó 'Las petroleras', pero de la emblemática francesa no guardaba un buen recuerdo. Alfred Hitchcock la consideró para un papel en 'Topaz', incluso voló a Los Ángeles para hacer una prueba, pero no la pasó. Conoció también a Rock Hudson, amigo de Craig Hill, y escribió una carta a Grace Kelly para ofrecerse como doble de luces.

Cuando falleció Craig Hill el 21 de abril de 2014 en Barcelona se produjo un punto de inflexión en su vida, aunque ella siempre fue una mujer muy vitalista. Su amiga recientemente desaparecida, Colita, una de las mejores cronistas fotográficas de Barcelona de todos los tiempos, aseguraba que cuando Gimpera y Hill entraban en un local la gente se les quedaba mirando porque «eran hermosos como dioses».

A Craig Hill, que sufrió Alzheimer durante muchos años, le cambió la vida radicalmente conocer a Teresa Gimpera. Había sido amante ocasional de Marlene Dietrich, había trabajado con Sara Montiel en 'Cinco almohadas para una noche', y había hecho una aparición fugaz en 'Eva Al desnudo' de Joseph L. Mankiewicz. Cuando se enamoraron, en pleno fragor de su carrera como estrella del spaghetti western, se instaló en Barcelona, se dedicó a la hostelería y trabajó en la escuela de modelos de su mujer.

Maruja Torres escribía hoy en su perfil de X: «Ay, Gimpera, qué valiente fuiste siempre, qué buenos días en Begur, con Craig en vuestra heladería». Fiorella Faltoyano recordaba una anécdota muy entrañable: «Qué disgusto. Recuerdo siempre con cariño a Teresa. Rodamos juntas una serie en República Dominicana. En el avión de vuelta nos dieron asientos separados. Ella le pidió a una pareja que nos cambiaran el sitio. Él dijo: 'Estamos recién casados'. Ella contestó: 'Nosotras también'».