Favorita a los Oscar

Así te explica Cónclave cómo se elige un pontífice si muere el papa Francisco: votación secreta, fumata blanca y la destrucción del anillo

Cónclave, protagonizada por Ralph Fiennes, es una de las películas favoritas para los Oscar y ahora está en el foco de todos por la salud del papa Francisco.

Ralph Fiennes en una escena de 'Cónclave'. / focus features

Jorge C. Parcero
Jorge C. Parcero

El mundo estuvo mirando con preocupación hacia la Ciudad del Vaticano después de que el papa Francisco tuviera que ser ingresado en un hospital para tratarse su bronquitis. De momento, el sumo pontífice sigue estable y sin fiebre, mientras continúa el tratamiento que le han prescrito este lunes por una infección polimicrobiana del tracto respiratorio. Esta situación ha puesto al mismo tiempo el foco en la película 'Cónclave', una de las favoritas en los inminentes premios Oscar y que se centra precisamente en un proceso de votación antiguo y lleno de secretos: la elección de un nuevo papa.

Cónclave, dirigida por Edward Berger y con un reparto estelar encabezado por Ralph Fiennes, Stanley Tucci, Isabella Rossellini y John Lithgow, pretende arrojar luz sobre la intrigante mezcla de misterio, ritual, tradición e intrigas políticas que rodean este proceso de selección. La película se basa en la novela de 2016 del británico Robert Harris, que se describe como una historia sobre «el poder de Dios y la ambición de los hombres» e imagina cómo podría ser el próximo cónclave papal.

En el centro de la trama está la tensión entre las figuras más altas de la iglesia católica romana. Una pugna entre las exigencias de su fe y el deseo de ocupar altos cargos. La película describe las discusiones a puerta cerrada en los pasillos del Vaticano y las sutiles maniobras políticas entre bastidores de un proceso en el que cualquiera que parezca estar haciendo campaña para el cargo corre el riesgo de quedar descartado.

La cinta trata de destacar las tensiones entre progresistas y tradicionalistas y, en el caso del personaje de Fiennes, el cardenal Lawrence, una crisis de fe. Ahora mismo, la gran pregunta para el próximo cónclave real será si los cardenales eligen a un papa que continúe en el molde más abierto del argentino, o si las fuerzas opuestas a su papado serán capaces de cambiar las cosas en una dirección alternativa.

Cónclave y el proceso de selección de un nuevo papa

Para evitar presiones externas y garantizar la libertad de los cardenales para elegir a quien consideren el mejor hombre para el cargo, los cónclaves se celebran en estricta confidencialidad, con los participantes aislados del mundo. Se les prohíbe hablar con cualquier persona ajena al proceso, que puede durar varios días.

Solo los cardenales menores de 80 años tienen voto. Los emiten en la Capilla Sixtina, ante la imponente vista del Juicio Final, de Miguel Ángel, y escriben sus opciones en papeletas que se queman después del recuento. Las votaciones continúan hasta que un candidato obtiene una mayoría de dos tercios. La multitud que espera fuera es informada de que un nuevo papa ha sido elegido cuando la chimenea de la Capilla Sixtina emite la famosa fumata blanca.

El proceso de votación para un nuevo papa en Cónclave. / focus features

La película acierta en muchos detalles. Vemos a los cardenales cargando sus bolsas de viaje cuando comienzan el proceso y se recrean las habitaciones de la casa de huéspedes –la Domus Sanctae Marthae– donde se alojan durante el cónclave, con comidas en común y autobuses que los llevan y traen entre las votaciones.

También se nos muestra el sellado de la habitación del papa fallecido y la tradicional destrucción de su anillo del pescador, de la que se encarga el camarlengo golpeándolo con un martillo de plata hasta deformar su sello, tras comprobar que el papa está muerto después de llamarle tres veces por su nombre. También se nos muestran los juramentos de los cardenales antes de la votación, el uso de productos químicos para garantizar que de la chimenea salga el color de humo correcto para indicar el resultado (negro para indicar que no hay decisión y blanco para indicar que se ha elegido un sumo pontífice) o el barrido de la Capilla Sixtina en busca de dispositivos de escucha.

Lo que es cierto y lo que no en 'Cónclave'

La película se esfuerza por ser lo más realista posible. El autor de la novela original contó con la ayuda del fallecido cardenal inglés Cormac Murphy O'Connor, que participó en los cónclaves de 2005 y 2013, mientras que el guionista de Cónclave, Peter Straughan, realizó una visita privada a la Capilla Sixtina antes de comenzar el rodaje.

Pero ese afán de veracidad no ha evitado que la cinta haya recibido duras críticas por parte de algunos miembros de la iglesia. El obispo Robert Barron, fundador del ministerio mediático católico Word on Fire, con una enorme presencia en las redes sociales, ha dicho a sus seguidores en Twitter que «huyan de la película tan rápido como puedan».

Describiendo Cónclave como «prácticamente marcando todas las casillas de lo woke», añade que, a su juicio, envía un mensaje de que el único camino a seguir para la iglesia es abrazar »las palabras de moda progresistas de la diversidad, la inclusión y la indiferencia a la doctrina». También ha asegurado que la película retrata injustamente a la jerarquía eclesiástica como un «hervidero de ambición, corrupción y egoísmo desesperado».