La espectacular transformación física (con cambios de look incluidos) de Camille Gottlieb, la hija de Estefanía de Mónaco que más se parece a Grace Kelly

Largo y tendido hablamos del futuro de la casa Grimaldi. ¿Quiénes son los hijos de la tercera generación de la familia real de Mónaco ? Como la más popular de las royals, Carlota Casiraghi se lleva los focos, Pauline Ducruet lo cuenta todo y Camille Gottlieb, la hija secreta de Estefanía de Mónaco, despliega su belleza en Instagram demostrando que es la única heredera beauty de su abuela, Grace Kelly.

La joven de 23 años, más cercana al mundo influencer que al de la realeza (no heredó ningún título ni reconocimiento en la línea de sucesión al trono del Principado ya que sus padres nunca se casaron, siendo este requisito fundamental para convertirse en noble), no deja de sorprender en cada uno de sus posados en los que podemos ver una clara transformación física: ha perdido peso y se ha hecho varios cambios de look hasta encontrar la melena que mejor le sienta.

La princesa centennial ha probado con el rubio fresa, con el castaño chocolate y con su rubio ceniza natural con unas mechas balayage, el look que mas le favorece y que más se acerca a la belleza clásica de Grace, pero en una versión actualizada. Eso sí, su mensaje body positive en redes es lo que hace que cada día sume un seguidor más a los 82.300 que ya acumula.

Al parecer, fue en 2019 cuando perdió unos 15 kilos por problemas de salud, lo que no le ha impedido seguir posando como lo hacía anteriormente: sin ningún tipo de filtro y presumiendo de las dulces facciones que tanto caracterizan a las mujeres Grimaldi. Una espectacular transformación física que acompaña con la mejor versión de su melena, que se mueve entre el corte midi y el long bob, el favorito de su tía Carolina de Mónaco para lucir las canas.

Su otra faceta, la personal, sigue siendo discreta y lujosa a partes iguales. Estudió Ciencias de la Comunicación en Niza, ha trabajado en varios eventos organizados por su tío Alberto de Mónaco y es la fundadora de la ONG Be Safe Mónaco. Tareas y responsabilidad que no le eximen de sus veranos en playas desiertas, villas secretas y yates de varios millones de euros.