BELLEZA

Trucos para cómo saber qué tipo de pelo tienes y cómo cuidarlo, según los profesionales

Identifica cuál es tu tipo de pelo para empezar a cuidarlo de forma correcta y sacarle el máximo partido, gracias a las explicaciones que nos da un estilista profesional.

Modelos con tipos de pelo diferentes / LAUNCHMETRICS SPOTLIGHT

Elena Olivero
Elena Olivero

Seguro que alguna vez, al visitar una peluquería nueva o pedir cita para un tratamiento capilar , los profesionales del centro indican la importancia previa de un diagnóstico. Y es que, cualquier cosa que nos hagamos en el cabello depende de su clasificación. Es importante cómo saber qué tipo de pelo tengo, para poder cuidarlo de la manera correcta, reducir o combatir sus problemas y optar por procedimientos en función a este.

Este factor afecta a todo. El uso de determinados champús, un cepillo según tu tipo de pelo y hasta la temperatura recomendada para usar las planchas. Así que, si quieres presumir de una melena de anuncio y darle los cuidados adecuados, los expertos en el cabello nos explican cómo saber qué tipo de pelo tienes, dependiendo de diversas características.

Cómo saber qué tipo de pelo tengo

Hay muchas características que indican cuál es el grupo de cabello al que pertenecemos. Más concretamente, existen tres clasificaciones que se combinan y son compatibles entre sí, en función a diferentes factores que nos harán conocer cuál es nuestro tipo de pelo. Estas son: según la forma, según el grosor y según la producción de sebo.

Es decir, que tenemos que identificarnos en cada uno de estos grupos para poder concluir con cuál es nuestro cabello en concreto y cómo cuidarlo, según las necesidades que se extraigan de él. Pero, también debemos tener en cuenta que independientemente de nuestro tipo de pelo, este puede estar dañado, por lo que esto supondría otro tipo de tratamiento enfocado a reparar y reforzar, más allá de las condiciones específicas de nuestra melena.

Cómo saber qué tipo de pelo tengo según su forma

En primer lugar, observaremos el patrón que sigue el cabello para poder detectar su forma, muchas son bastante claras, pero puede haber confusiones, precisamente porque no lo estemos cuidando de la forma correcta. Principalmente, hay tres tipos de pelo según la forma los folículos y cómo se comportan una vez salen del cuero cabelludo, pero dentro de ellos pueden incluirse subgrupos.

Jennifer Lawrence con pelo ondulado / @jennychohair

El primero es el pelo lacio . « El cabello liso es aquel que nace desde su raíz haciendo un ángulo recto con el cuero cabelludo, su forma es recta un no presenta ondulaciones en su recorrido», nos explica Pablo Galán, estilista del salón The Beauty Concept Hair. Esto hace que sea mucho más manejable, ya que es bastante más fácil de tratar, desenredar o estilizar que otras melenas. Y, además, no requiere de tantos cuidados, salvo en el caso de que lo tengas estropeado o con mucho encrespamiento.

Por otra parte, está el cabello ondulado . Se trata de un tipo de pelo que «nace formando un ángulo agudo con el cuero cabelludo y presenta líneas curvas a lo largo de su recorrido (formando «s»)», aclara el experto capilar. La fibra, a pesar de tomar forma y no quedar plana, crea ondas sueltas que aparecen con el pelo seco y pueden ser más o menos definidas. Es un cabello que suele tender más a la sequedad, pero que se ve con más cuerpo y bastante favorecedor, ya que está estilizado por naturaleza.

El pelo rizado es aquel que «nace casi en paralelo al cuero cabelludo, formando espirales en su recorrido», comenta Pablo Galán. Tiene un patrón en espiral, cerrado y elástico, bastante definido. Y, suele ser un tipo de cabello que tiende más al encrespamiento o a resecarse. Aunque, podemos encontrarlo con fibras más gruesas o finas, e incluso graso.

Según su grosor (o textura)

Hay varios tipos de ancho de fibra que son importantes para todo, desde el peinado, hasta la hidratación y, por supuesto, la delicadeza que tengamos que tener con ellas por su fragilidad. Según Pablo Galán, estilista del salón The Beauty Concept Hair: «Dependerá de la cantidad de capas queratinizadas que forman la fibra. Cuantas más capas más grueso será el cabello. Los distinguimos principalmente al tacto y observando los que caen».

Actriz con tipo de pelo rizado / @CLAYTONHAWKINS

Por ejemplo, el pelo fino es muy sensible a todo activo agresivo en los productos, suele ser bastante más débil y no tener resistencia, por lo que tiende a la rotura y, por lo general, no suele tener volumen. La forma de detectarlo sería si no los distingues individualmente y todos los pelos se mueven unidos.

El pelo normal es el de un grosor intermedio, bastante más fuerte y elástico, manejable y fácil de peinar. Es el más fácil de tratar y el más agradecido, ya que tiene resistencia y no suele requerir de excesivos cuidados o productos concretos. Y, para reconocerlo, puedes acariciar el pelo y al pasar los dedos, comprobar si notas cada fibra.

Y, el pelo grueso es aquel mucho más denso, fosco y pesado, que tiene cuerpo y se aprecia bastante fuerte. La cuestión es que suelen ser muy difíciles de peinar o desenredar, además de conseguir un acabado pulido y sedoso, ya que normalmente generan textura o encrespamiento . Y, también es común que padezcan de más sequedad.

Según la producción de sebo

Este indicativo nos señala cómo tenemos que cuidar del cuero cabelludo y las raíces. Según comenta el estilista profesional de The Beauty Concept Hair: «Hay diferentes técnicas para detectar qué tipo de cuero cabelludo tenemos y así identificar cómo es nuestro cabello». Y, explica que «frotando un trocito de papel con el cuero cabelludo detectaremos que cuero tenemos».

Maddie Ziegler con tipo de pelo liso y brillante / @THETONYABREWER

Por eso, el cabello seco es aquel cuero que no produce la suficiente cantidad de grasa o aceites saludables, causando fibras quebradizas, descamación y hasta irritación, por lo que necesita de champús hidratantes y otro tipo de tratamientos que ofrezcan un cuidado suave y no agresivo. «Si el cuero cabelludo presenta alguna pequeña descamación al frote podríamos hablar de un cuero cabelludo seco», aclara el experto.

El cabello normal es que, por su producción regular y equilibrada de sebo, se ve brillante, fuerte y resistente, sin soler padecer de problemas en las hebras o en el cuero cabelludo, salvo que nosotras mismas le generemos daños. «Si el papel no presenta ningún tipo de resto podríamos decir que nuestro cuero cabelludo es normal o un poco seco», apunta Pablo Galán.

Por último, el pelo graso es aquel que sufre de un exceso de secreción de grasa en las raíces, tiene un aspecto aceitoso y sucio. «El cuero cabelludo graso tiene a ensuciarse con mayor rapidez, aparece esa sensación de peso en la raíz, brillo debido al exceso de sebo. Si el papel tras ser frotado en un cuero cabelludo lavado el día anterior presenta restos de sebo en exceso, nuestro cuero cabelludo será graso», indica Pablo Galán.

Pero, también hay muchas personas que sufren de cuero cabelludo sensible , el cual tiende a irritarse, padecer molestias, picor y otros síntomas. Para detectarlo, Pablo Galán recomienda hacer una prueba por la que «ejerceremos presión con un dedo en el cuero y veremos cuánto tarda en recuperar su color natural».

Y si el pelo está dañado...

Con el abuso de herramientas de calor, los tintes y malas prácticas que cometemos en el cuidado del cabello, bien por desconocimiento, por prisas o porque intentamos mantener bien peinada la melena en detrimento de su salud, solemos padecer de mucho más deterioro, independientemente del tipo de pelo que tengamos. «Podemos detectar daños en nuestro cabello si presenta una falta de brillo, si se nos parte, si se quiebra la fibra, enredarse mucho nos lleva a pensar que las cutículas están muy abiertas, cabello lánguido y sin fuerza», explica Pablo Galán.

De tal forma, la fibra capilar se debilita y hasta el cuero cabelludo puede resentirse. Por eso, es importante utilizar protector de pelo siempre, tanto para los rayos UV y agresiones externas, como para el uso de planchas, así como tratamientos reparadores que logren reponer la resistencia de las hebras y devolverlas a su estado óptimo. Es decir, que si tienes la melena dañada necesitarás de cuidados específicos para resolver el problema.

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