El Neolifting es una técnica estética que elimina la papada muy fácilmente, aportando elasticidad y firmeza. /
Con el paso del tiempo, la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico de la piel disminuye, provocando el descolgamiento de la piel , flacidez, pérdida de tonicidad y la aparición de la papada. Además, los contornos faciales se desdibujan y aparecen líneas finas y arrugas.
Hoy en día existen diferentes tratamientos estéticos para mantener la piel lisa, firme y tersa. Y al igual que podrás elegir entre diferentes técnicas para quitar las arrugas, también podrás enfrentarte a problemáticas comunes como la eliminación de la papada a través de la última tendencia estética: el Neolifting.
En los 70 apareció el famoso lifting facial, pero se ha quedado un poco obsoleto frente a otras técnicas como el Neolifting, técnicas de última generación, mínimamente invasivas, que rejuvenecen el rostro y el cuello de manera eficaz, permitiendo una ralentización del envejecimiento prematuro.
Esto es un hito a destacar, porque según la Dra. Pérez Sevilla, quien es pionera en esta técnica revolucionaria que ha cambiado la industria, «el concepto de lifting se ha ido modificando en los últimos años, pasando de procedimientos de alta agresividad y compleja recuperación, a intervenciones mínimamente invasivas con resultados más naturales, seguros y eficaces como el Neolifting».
«A partir de los 40 años la piel empieza a perder elasticidad, favoreciendo la aparición de exceso de piel y grasa a nivel submental, conocida como papada», nos explica la doctora. Por tanto, el Neolifting se recomienda a cualquier persona con descolgamiento, flacidez o para aquellas que quieran eliminar la papada o corregir lo que se conoce como «cuello de gallina».
Por otro lado, has de saber que esta técnica estética también corrige arrugas horizontales del cuello, marca el borde mandibular y hace desaparecer los volúmenes indeseados que aparecen bajo la comisura de los labios.
Es mucho más sencillo de lo que crees, aunque todo depende de la persona que se realice la técnica. «Algunos pacientes solo requieren anestesia local y para otros necesitamos llevar a cabo la técnica dormidos», cuenta la Dra. Pérez Sevilla.
Todo dependerá de la flacidez que presente y de la implicación de las distintas partes anatómicas. «La apertura puede ser solo por detrás de la oreja, solo detrás del trago o ambas. Cada paciente es un mundo y nuestro objetivo es personalizar al máximo el procedimiento», continúa. De esta forma, y dependiendo de la técnica final y la intensidad del defecto a corregir, la duración de la intervención es de entre 1 hora y 3,5 horas.
Existen hasta 17 variaciones de la técnica. Así que, el tiempo de recuperación variará en función de las características empleadas. No obstante, «se estima que, a rasgos generales, podrás incorporarte a tu vida habitual en un periodo de cinco a diez días», concluye la doctora.