Una acuarela de la reina Victoria realizada por su retratista favorito, Franz Xaver Winterhalter. /
Si hay algo que nos gusta saber en términos de belleza es a qué huelen algunas de las personalidades más conocidas o importantes. Y nuestros favoritos son los aromas que han enamorado al mundo royal. Si hace unos días te desvelábamos cuál es el perfume de la reina Sofía , hoy queremos hablarte de una fragancia con mucha más historia. Y no, no es la que usaba la reina Isabel II .
Queremos hablarte del perfume que usaba la mismísima reina Victoria, un aroma que ha ido evolucionando desde que naciera con un fin de superviencia a los apretadísimos corsés que se usaban en aquella época y que ahora se encuentra a la venta en una versión mucho más comercial.
Y es que, en la época victoriana, las mujeres recurrían a las sales de amoníaco para recuperarse y aguantar la falta de aire que provocaba esta prenda tan característica del momento. El incoveniente de este remedio era su mal olor y por ello, William Sparks Thomson, un fabricante de perfumes y jabones, fabricó unas sales revitalizantes con aroma a lavanda.
El éxito fue asegurado y a raíz de ello, en 1865, nació el primer perfume extra concentrado llamado Crab Apple Blossom. El señor Sparks acumuló un sinfín de clientas entre las que se encontraba la propia reina Victoria, lo que hizo que usara el símbolo de la corona en sus frascos y se colocara como el perfumista más influyente de Europa.
Este es el inicio de la historia de un perfume que cambió de rumbo cuando Clive Christian, un diseñador de interiores adquirió la marca de perfumes favorita de la reina Victoria. Le puso su nombre y la convirtió en una de las firmas de perfumería más exclusivas. De hecho, alcanzó el récord Guinnes al firmar el perfume más caro de la historia.
Hoy en día, Clive Christian es considerada la marca emblema de la casa real británica, mantiene la corona de la reina Victoria como imagen principal y es conocida por haber sido la firma que también ha sido usada por grandes personajes históricos como Oscar Wilde.
Pero, ¿cuál es la clave que marca la diferencia con otras marcas? Pues que sus fórmulas son creadas artesanalmente a base de complejas composiciones, con entre 150 y 300 ingredientes, y contienen altas concentraciones de esencia (entre el 20% y el 25%), lo que dota a cada fragancia de una gran fijación.
La marca ha llegado ahora a Abanuc, aunque también puedes hacerte con sus perfumes en otras tiendas nicho y perfumerías como Isolée, y es ahí donde puedes comprar uno de estos perfumes con más de 150 años de historia y que tienen el sello de la reina Victoria.
Crab Apple Blossom de Clive Christian.
Puedes encontrar Crab Apple Blossom, el primer perfume extra concentrado, del que ya te hemos hablado. Cuesta 450 euros, es una de las fragancias más famosas de Clive Christian y está inspirada en el aroma del manzano silvestre en flor que crecía en el jardín del fundador de Crown Perfumery Company, William Sparks Thomson en Kensington, Londres. Él fue el primer perfumista en capturar el aroma ilusorio de este ingrediente único.
1872 de Clive Christian.
También puedes probar con 1872, que es el perfume que lleva el nombre del año en el que se fundó Clive Christian, cuando consiguió que la Reina Victoria reconociera su contribución a la excelencia británica por utilizar la corona como parte del diseño de sus frascos.
Se trata de una fragancia cítrica floral y afrutada que combina notas de salida limpias y frescas como el aroma de un bouquet de la rosa de Mai, uno de los ingredientes más raros de la naturaleza. Es fresca y familiar, un aroma totalmente irresistible que ya es un icono y que cuesta 350 euros.