Quiénes son y qué hacen los tres hijos de Alicia Koplowitz y Alberto Cortina: negocios, ladrillo y títulos nobiliarios

La discreción siempre ha sido la divisa de los Cortina Koplowitz, Alberto, Pedro y Pelayo, los tres hijos que tuvieron Alicia Koplowitz y Alberto Cortina, casados en 1969 y separados en medio del escándalo por la infidelidad de él con Marta Chávarri , en 1990. Alberto Cortina estuvo cinco años casado con Marta Chávarri y actualmente es marido de Elena Cué , un matrimonio que dura desde 2000 y del que ha nacido una hija, Alejandra, que hace unos días era presentada en sociedad con una espectacular fiesta en la casa que sus padres poseen en Fornalutx, en Mallorca.

A pesar del terrible alboroto en el que se vio envuelto el matrimonio Cortina-Koplowitz, sus tres hijos están muy unidos a sus padres. Alberto Cortina gestiona la Corporación Financiera Alcor, de la que posee la mitad y de la que también es accionista su primo Alberto Alcocer . Su fortuna está calculada en 1.400 millones de euros. Es una de las 25 personas más ricas de España. Alicia, por su parte, posee una fortuna estimada en casi 3.000 millones de euros. Es propietaria y presidenta de Omega Capital y Morinvest, las dos sicavs con las que gestiona su fortuna, y en ellas ocupan puestos importantes sus dos hijos mayores, Alberto y Pedro.

Los tres hermanos se han convertido en sus asesores. Alicia es, según cuentan quienes la conocen, una madre muy pendiente de sus hijos, con los que habla todos los días, y una abuela feliz con todos sus nietos, a los que trata de inculcar los valores del esfuerzo, la honestidad y la ayuda a los demás.

Alberto Cortina Koplowitz el primogénito, de 52 años, estudió Ciencias Económicas en Canadá y en Madrid y es la mano derecha de Alicia en Omega Capital y en Morinvest. Participa también en la consultora empresarial Shepart Investments y ostenta la presidencia de Fongadea Recoletos 79, dedicada al alquiler.

Recibió de su madre el título de marqués del Real Socorro en el año 2000. Está casado desde 2003 con Inés Balmaseda, hija del conde de Cumbres Altas, y tiene dos hijos. Parece que Alberto es quien tiene el carácter más parecido a su madre y que ambos están especialmente unidos.

Pedro es el hijo mediano, tiene 51 años. Estudió Derecho en la Universidad San Pablo CEU y en la Complutense de Madrid y, más tarde completó un máster en Business Administration en el IESE de la Universidad de Navarra. Trabajó en el grupo de hoteles AC.

lgual que a sus padres es aficionado al campo y a la caza. El es el único de sus hermanos que no ostenta ningún título nobiliario. Está casado desde 1999 con la decoradora Bárbara Chapartegui, con quien tiene tres hijos.

Alberto y Pedro comparten negocios en el mundo inmobiliario de lujo. En estos años han trabajado en proyectos como el de Alcalá 86, cerca de El Retiro, en Madrid –12 viviendas de lujo y dos locales–, que rehabilitaron para volver a venderlo íntegramente, además de en varios edificios residenciales en la calle Orellana, en la calle Manuela Malasaña, en Lavapiés, en el pasaje de Pradillo, en la calle Prim, en la plaza de Santa Ana, en Bravo Murillo o en la calle San Bernardo. Uno de sus proyectos estrella son varios apartamentos turísticos de lujo enclavados en la Puerta del Sol.

Pelayo, de 39 años es el pequeño y mantiene, por su parte, una relación más estrecha en lo profesional con su padre. Es ingeniero industrial por la Universidad Pontificia de Comillas y cursó dos másteres en México y Estados Unidos. Se casó en Londres, en 2015, con la experta en arte de origen belga Jane Coppèe. La pareja celebró posteriormente una secunda boda en la finca paterna de Mallorca.

Pelayo y Jane son padres de tres hijos y residen en Londres. Pelayo es conde de San Francisco de Peñalver, título que le cedió su madre, y sus negocios están relacionados con la hostelería.

Por un lado, está reformando el mítico hotel Incosol de Marbella, cerrado durante más de una década, que reabrirá sus puertos a finales de 2025 y que ha supuesto una inversión de 150 millones de euros. Pelayo quiere volver a convertirlo en un referente del turismo de salud y bienestar. La otra parte de sus negocios la copa su empresa Sunny Resort, dedicada a los campings de lujo Ohai.