Ana Aznar y Alejandro Agag se casaron en El Escorial ante más de mil invitados y ahora ejercen de reyes españoles de la Fórmula E, la velocidad sin gasolina. /
Los caminos del lujo no son, ni mucho menos, inescrutables. De hecho, los tenemos perfectamente localizados en Oriente Medio gracias al volcado creciente de talento y negocio español a Emiratos Árabes Unidos y alrededores. El Mundial de Fútbol de Catar fue el pistoletazo oficial de una carrera hacia el petrodólar que llama a influencers ( Alexandra Pereira o Alina Dyachenko) cocineros de alta cocina (José Andrés, Dani García) o promotores de espectáculos de primer nivel. Por ejemplo, los Agag Aznar .
Hacía tiempo que no vislumbrábamos a la pareja formada por Ana Aznar, única hija del ex presidente José María Aznar y la ex alcaldesa de Madrid Ana Botella, y Alejandro Agag, un hombre que parecía cómodo y abonado a la fontanería político-económica del segundo plano. Así sucedía antes de 2002 y su fantástica boda en El Escorial. Ahora, comparte palco con el rey emérito Juan Carlos y el príncipe heredero saudí Mohamed bin Salman en el circuito E-Prix Diriyah de Riad.
Diríamos que Ana Aznar y Alejandro Agag han ido de cero a cien. Cómo calificar si no la familiaridad con la que el yerno del ex presidente se relaciona con el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, el multimillonario príncipe saudí Alwaleed bin Talal o con el heredero de Jordania Hussein bin Al Abdalá, hijo de Rania y Abdalá II. A todos, reyes, príncipes, emires y jeques, reunió en el palco para ver las carreras de Fórmula E que Agag promueve.
Ana Aznar y Alejandro Agag posan en un evento de moda reciente. /
Evidentemente, las jet sets nacionales se han amoldado a la perfección al desvío del mercado del lujo y las grandes inversiones hacia territorios orientales y la élite global ya alterna con la alta sociedad de los países productores de petróleo. Sin embargo, casi nadie hubiera podido imaginar que este sería el destino de Ana Aznar y Alejandro Agag cuando se casaron en aquella boda masiva (más de mil invitados) en El Escorial. Recordemos: muchos dijeron que su pompa fue casi casi royal.
Solo un año después de las nupcias, Ana Aznar y Alejandro Agag decidieron trasladarse a Londres, donde ella se doctoró en Psicología y comenzó a dar clases en la Kingston University, la misma institución donde defendió su tesis. Mientras, Alejandro daba por terminada su carrera en política (fue eurodiputado especializado en política antimonopolio y secretario general de Partido Popular Europeo) e iniciaba su carrera empresarial. Estuvo un tiempo en el paro.
Alejandro Aga sabe cómo aliarse con madrinas infalibles para publicitar sus negocios. Por ejemplo Paris Hilton. /
El carisma político que le evitaba mientras estuvo bajo el ala protectora de José María Aznar emergió en el ejercicio del emprendimiento. Hijo de un banquero belga de origen argelino que fue uno de los dirigentes del Banque Nationale d'Algérie, Alejandro Agag quiso seguir los pasos de su padre en banca, desde la Sociedade Lusa de Negócios. Sin embargo, no era ese el camino que le haría triunfar. Estaba destinado a mirarse en otro espejo, distinto al de Aznar y al de su padre.
La vida de los Agag Aznar dio un vuelco cuando Alejandro fundó su propio equipo en la segunda categoría de Fórmula 1 y conoció a Bernie Ecclestone, el polémico propietario y CEO de la competición hasta 2005, y a Flavio Briatore, el empresario con fama de playboy que mandaba entonces en el equipo Renault. Les unió la noche, pero la amistad se estrechó de la manera más propicia posible en la élite de los negocios global: en 2007 compraron juntos el club de fútbol inglés Queens Park Rangers.
En 2012, Agag fundó Fórmula E Holdings y creó el primer campeonato de velocidad con vehículos movidos por electricidad. Eccleston se rió de él: dijo que sus coches parecían «cortadoras de cesped». Ahora mismo organiza sus campeonatos en Riad, Beijing, Putrajaya, Punta del Este, Buenos Aires, Los Ángeles, Miami, Mónaco, Berlín, Moscú y Londres. Hay quien, por visionario en su campo, le compara con Elon Musk.
Alejandro Agag ha logrado que la Fórmula E se convirtiera en un 'hype' con una combinación inesperada de encanto para las relaciones públicas (quién lo iba a decir) y conexión con Hollywood. Ha logrado que Leonardo DiCaprio fundara su propio equipo en Fórmula E y que Hugo Boss dejara de patrocinar Fórmula 1 para pasarse a su campeonato eco. Lo cierto es que el negocio va viento en popa, al calor de la impepinable obsesión por las energías limpias.
El yerno de Aznar da golpes de efecto como hacer que Paris Hilton sea la invitada de honor de sus carreras. Alberto de Mónaco, Alessandra Ambrosio, Antonio Banderas, Naomi Campbell, Valeria Mazza, Lapo Elkann o Irina Shayk, entre otros, también se han sentado a su lado en el coche de carreras eléctrico de rigor. Famosos y velocidad: una combinación difícilmente superable. Sobre todo si, ahora, también le añade emires y jeques.
Alejandro Agag y Ana Aznar, en una fiesta junto al príncipe Alberto de Mónaco y la pareja formada por la modelo Valeria Mazza y su marido. /
El último famoso global que se ha unido a las aventuras de Alejandro Agag es otro español: Rafa Nadal. El tenista se ha convertido en socio del yerno del ex presidente Aznar en una nueva iniciativa deportiva sin combustibles fósiles. Se trata del UIM E1 World Championship, el primer campeonato mundial de embarcaciones eléctricas donde Nadal tendrá su propio equipo.
Ana Aznar y Alejandro Aznar, padres ya de cuatro hijos (Alejandro, Rodrigo, Pelayo y Alonso), figuran como una de las power couples españolas más influyentes de la alta sociedad global y propietarios de una impresionante mansión en Richmond upon Thames, al sur de Londres. La pareja tiene otra casa en El Viso, que adquirieron en 2008 en 2,5 millones de euros y reformaron con otro millón más, y una propiedad en Sotogrande. Veraneo en Cádiz.