Aracha del Sol y Finito de Córdoba llevan felizmente casados más de dos décadas. /
Formó parte de la primera generación de estrellas de la televisión privada, un tiempo salvaje en el que Telecinco replicó la fórmula italiana del espectáculo: señores de mandíbula cuadrada con esmoquin (versión Andoni Ferreño o Emilio Aragón) y veinteañeras ligeras de ropa. Arancha del Sol y sus medidas imposibles arrasaron la pequeña pantalla y llegaron al cine, a veces en una versión actualizada del destape (junto a Arturo Fernández, además) para olvidar. Ella era la más 'modosita' de las chicas Telecinco , pero solo resistió una década ante la cámara. Hizo 'pufff' y desapareció.
María Arántzazu Maciñeiras de Lucas (51 años), asturiana de Cangas de Onís, se convirtió en Miss Madrid en 1989, comenzó la obligatoria etapa de modelo y, con 27, se aupó como azafata en 'El precio justo', en Televisión Española. Duró apenas un año, pues enseguida la fichó Telecinco y la convirtió en consumada presentadora de galas , concursos y programas de humor.
En la década de los 90, Arancha estaba por todas partes. Solo cometió un error: casarse. En 2001, con poco más de diez años de trayectoria en primera división en la mochila, dejó la soltería por el torero Finito de Córdoba. Y pasó de sex-symbol nacional a señora de su casa casada por la iglesia.
En realidad, Arancha del Sol no ha estado parada: ha habido un par de series, algún programa en televisiones autonómicas, algo de teatro. Pero en el foco nacional, nada más allá que alguna portada de la revista 'Hola'. ¿Qué pasó? Lo contó ella misma en una entrevista previa a su resurrección oficial para la gran audiencia, en 'Supervivientes '.
Frente a los que repetían que la presentadora se había retirado por decisión propia de los ruedos televisivos, acaso para criar a sus dos hijos, Lucía (21) y Juan Rodrigo (15), se destapa ahora la cruda realidad. A Arancha dejaron de llamarla. «Nunca me retiré. Esa es la verdad», reconoció Arancha del Sol en el programa de Telecinco 'De viernes'. «No sé qué pasó, el destino tuvo mucho que ver... De repente me casé y esto tuvo mucho que ver», apuntó la presentadora.
Arancha del Sol explicó poco antes de abandonar España en dirección Honduras que jamás quiso aparcar su profesión para dedicarse plenamente a su familia, pero no le quedó más remedio ante la ausencia de propuestas en firme. Incluso llegó a admitir que llegó a afectarle que, de la noche a la mañana, dejaran de llamarla. «Siempre he echado de menos la tele», reconoció.
Arancha del Sol y Andoni Ferreño formaron la pareja más deseada de la televisión de los años 90. /
Así era, y quizá sigue siendo, la cruda realidad de muchas presentadoras de televisión, encerradas en los confines de la mujer sexy y disponible que haga soñar al espectador de turno. Hoy el modelo apenas se mantiene, pero entonces era implacable y cercenó la carrera de muchas comunicadoras en plenitud de facultades y talento. Arancha del Sol continuó viviendo en Madrid durante una década, tratando de hacer carrera en la ficción. En 2014, sin perspectivas de mejora, la familia se trasladó a Córdoba.
Durante la década de retiro cordobés, Arancha del Sol ha seguido más o menos en contacto con la farándula, sobre todo a través de su perfil de Instagram, donde continúa haciendo de puntual influencer para algunas marcas. Allí muestra un estilo de vida envidiable, que incluye chaletazo con piscina, yoga a placer y paseos por la naturaleza. «Vida de millonarios», titulaba 'Pronto' hace algunos meses, enumerando grandes viajes, carísimas joyas, ropa de marca, hoteles de cinco estrellas y cenas en restaurantes exclusivos.
Evidentemente, la familia lleva una vida de lo más plácida, aunque la carrera profesional de Finito de Córdoba no haya dado de sí lo que se esperaba. Celebrado como el próximo gran talento del toreo en su debut en 1991 (el mismo año de debut en televisión que Arancha del Sol), se llegó a decir que se convertiría en el sexto Califa del toreo, tras Lagartijo, Guerrita, Machaquito, Manolete y El Cordobés. Sus fans, los 'finitistas', llegaron a fletar un avión para verle torear en México, en 1993.
El año de su boda, 2001, fue líder del escalafón con 102 corridas de toros, 36 puertas grandes y 116 orejas. No se volvió a repetir un año igual. De hecho, ha protagonizado broncas históricas por parte del respetable y también altercados. En 2011, en Utrera, fue la cuadrilla de Finito de Córdoba la que apaleó a dos hermanos que le afearon una mala tarde. Fueron a juicio por ello y resultaron culpables.
Arancha del Sol y Finito de Córdoba, de feria. /
Finito de Córdoba fue el primer matador que volvió a los ruedos en la era covid: el 18 de julio se plantó en una plaza de Ávila. La corrida se hizo famosa porque un aficionado, al contemplar el desastre de su faena, le reprochó la entrada cobrada. Ni corto ni perezoso, el torero pidió 40 euros a su cuadrilla y se los largó al crítico aficionado. A este, por poco le tiene que sacar escoltado la policía, pues la plaza entera se le echó encima, por pesetero.
Hace escasos dos meses, el torero ha cambiado a apoderado, con lo que se confirma su intención de apurar su tiempo ante el toro hasta el final. Y de luchar por los mejores carteles posibles, como el de la Corrida del Renacimiento en Baeza, el próximo 4 de mayo, junto a Morante de la Puebla y el famoso novio a la fuga Juan Ortega . Finito admitió en varias recientes entrevistas su disgusto por no ser convocado tanto como merece.
Esta temporada, Finito de Córdoba tiene todos los ases en la manga para estar en las mejores ferias, con Enrique Ponce fuera de juego y Arancha del Sol en uno de los programas de televisión más seguidos. De hecho, la presentadora ya ha pedido al director de 'Supervivientes' que le visite su marido para una noche romántica. Puede ser el primer torero en activo que participe en un 'reality'.