Quién es Montse Fraile, la mujer que consoló a Carmen Tello cuando Curro Romero suspendió su propia boda y la abandonó en el altar

Carmen Tello no protagonizó la escena cinematográfica tópica, con la novia plantada ante el altar vestida de blanco, pero casi. Solo 20 días antes de la boda, Curro Romero suspendió la ceremonia y desapareció. Fue un mazazo tremendo para Tello, separada solo hacía cuatro años de Miguel Solís, marqués de Valencina, y deseosa de formalizar su relación con el diestro de Camas. La famosa 'espantá', un drama en toda regla, a punto estuvo de terminar con esta historia de amor. Lo evitó, además del perdón, Montse Fraile.

Lo cierto es que Curro Romero ya era famoso por sus 'espantás' en la plaza (alguna vez rehuyó faenas peligrosas o se negó a matar un toro) cuando dejó a Carmen Tello compuesta y sin boda. El dramatismo del momento era intenso: solo faltaban 20 días para la celebración, todo estaba contratado y las invitaciones enviadas. De hecho, más de 400 personas iban a acudir a un ceremonia que, en principio, se pensó solo para 80. Esta dimensión, parece, agobiaba muchísimo al torero.

En los días anteriores a la suspensión de la boda, se reconstruyeron los posibles miedos de Curro Romero. Además de las dimensiones del evento, parece que algunos forofos del diestro (los 'curristas') le hicieron partícipe de su temor a que perdiera su estatus de mito al convertirse en un personaje del corazón. Además, parece que tampoco levaba bien las restricciones a su afición a las juergas flamencas que pedía Carmen Tello. Este 'hobby' del torero ya le había costado el divorcio con Concha Márquez Piquer.

Fue precisamente la hija mayor de Curro Romero y Concha Márquez Piquer la que tuvo que asegurarle a Carmen Tello que su padre había desaparecido «para reflexionar», pues el torero en vez de hablar directamente con la novia envió un comunicado a los medios de comunicación anunciando que no habría boda «por razones indeterminadas». Tello, claro, quedó en shock. Atrincherada en la casa de Espartinas que compartía con el torero, fuera la acechaban los fotógrafos.

En esos momentos, una mujer se mantuvo al lado de Carmen Tello: su buena amiga Montse Fraile, esposa del periodista deportivo José María García, íntimo de Curro Romero. Alrededor de la pareja Romero-Tello siempre han orbitado otros matrimonios con mucho tirón mediático, como los de Cary Lapique y Carlos Goyanes, Francisco Rivera y Eugenia Martínez de Irujo, Gema Ruiz y Juan Díaz o Ana Rosa Quintana y Juan Muñoz.

La fidelidad de Montse Fraile hacia sus amigas íntimas es proverbial, y Carmen Tello no iba a ser menos. En cuanto supo de la desaparición de Curro Romero y de la desesperación de su amiga, cogió un tren en Madrid con dirección a Sevilla para estar a su lado. De hecho, fue su consejera durante los trascendentales días que siguieron a la 'espantá' del diestro, cuando se fraguó la reconciliación y la nueva boda.

Montse Fraile estaba en la casa cuando, dos días después de marcharse con cajas destempladas, Curro Romero acudió a darle explicaciones a Carmen Tello. De aquella visita salió un segundo comunicado, más tranquilizador. «Nos seguimos teniendo el mismo amor y cariño, y que nos queremos tomar un tiempo de reflexión acerca de la celebración de nuestra boda«. Sus largas charlas con su amiga dieron su fruto, y el perdón total llegó casi inmediatamente.

Solo cuatro días después de aquella visita, Curro Romero y Carmen Tello se casaron lejos de las cámaras y ante una audiencia súper reducida el el mismo chalet de Espartinas. Por parte del novio estaban sus hermanas, su hija, su biógrafo (Antonio Burgos), José María García, el cirujano Francisco Trujillo y Javier Arenas, entonces ministro. Por parte de la novia, su inseparable amiga Montse Fraile, sus íntimas Cayetana de Alba y Marta Talegón, padres, hermanos e hijos.

Hija del productor de cine Alfredo Fraile y hermana del que fuera manager de Julio Iglesias, Alfredo Fraile Jr., Montse Fraile es una de las íntimas en el círculo de amigas de Tello, un grupo de mujeres con bastante tirón mediático que se han mantenido unidas contra viento y marea. De hecho, también fue de impagable ayuda cuando Cari Lapique vivió el gran drama de su matrimonio: el encarcelamiento de su marido.

Montse Fraile y José María García, con el que lleva casada casi medio siglo, fueron de los pocos que se mantuvieron al lado de Cari Lapique y Carlos Goyanes cuando este fue acusado de un delito de tráfico de drogas del que fue absuelto: se comentó que el matrimonio ayudó a pagar la fianza de 30 millones de pesetas de 1990 para que pudiera salir de la cárcel. Entonces, Montse Fraile estuvo al lado de Lapique y su amistad continúa inquebrantable hoy.

Lo mismo sucedió cuando Gema Ruiz, otra de las afortunadas en este círculo de amigas, se separó de Francisco Álvarez Cascos, una ruptura que también fue un mazazo para ella. En ese momento, Gema se refugió en casa de Montse Fraile, quien la ayudó a superar el trance. Lógico que, en los dos momentos más delicados del matrimonio García Fraile, en sus dos separaciones en 2014 y 2016, sus amigas estuvieran a su lado. Desde entonces no se ha roto la reconciliación.