El secreto oculto de la mejor amiga de Diana de Gales 25 años después de su muerte que podría cambiar la historia de la casa real británica

Como cualquier miembro de una casa real, a la princesa Diana de Gales le enseñaron a controlar sus emociones, a callar, saludar y sonreír. Pero el mensaje no le caló, la bautizaron como rebelde y empezó a preocuparse por quién la rodeaba. Atenta a los peligros, confió sus secretos a unos pocos privilegiados, como su gran amiga Simone Simmons. Por eso, 25 años después de la muerte de la princesa, es esa mujer la que esconde la clave para el futuro la familia británica: ¿habrá reconciliación entre los príncipes Guillermo y Enrique?

Enrique de Sussex y Guillermo de Gales han tenido numerosas ocasiones para tenderse la mano y construir una relación más cercana. Había una oportunidad en el funeral de Felipe, el duque de Edimburgo, y también en el de la reina Isabel II de Inglaterra. Los espectadores que buscaban un gesto de complicidad entre los hermanos se quedaron sin respuesta.

Si no han sido capaces de unirse en las tragedias, parece poco probable que retomen el cariño que muestran las antiguas fotografías en las que los niños menudos aparecen agarrados del brazo de su madre. La ex mujer de Carlos III se ocupó de que llevaran una vida normal y eso, a veces, significa la aparición de disputas familiares. Su mayor preocupación fue una profecía: los hermanos se han distanciado, cada uno tiene su vida, ajena y lejos del otro.

Como Diana de Gales se lo esperaba, puso en preaviso a Enrique y a Guillermo y trató de prevenir antes que curar. Lo presenció Simone Simmons, quien estuvo muy presente en la vida de Lady Di desde los 80 hasta que tuvo el accidente que le quitó la vida.

La princesa Diana de Gales llamó a sus hijos y les instó a hacer una promesa. Daban igual las responsabilidades institucionales o las propias familias, jamás se alejarían uno del otro. Es más, les hizo pactar que serían mejores amigos.

Años después, Simone ha compartido ese momento con el escritor Robert Lacey, quien lo recogió en Battle of Brothers. «Los dos chicos prometieron que cumplirían los deseos de Diana. Chocaron los cinco, luego abrazaron a su madre y siguieron jugando al fútbol», se lee en el extracto. «Estaría molesta con la situación actual», aseguró Simone en una entrevista con Mirror.

Diana de Gales se hizo amiga de Simone Simmons, una sanadora psíquica y alternativa. Ambas coincidieron en The Hale Clinic, un centro especializado en tratamientos holísticos (una terapia que se ocupa de la salud de manera transversal) que sigue en funcionamiento en Londres.

Simone se convirtió rápidamente en alguien de confianza para Diana de Gales. Se pasaban hasta 10 horas pegadas al teléfono, charlando. De esas conversaciones extrajo un libro, Diana: La última palabra.

A sus 62 años, la amiga del alma de Diana sigue engarzada en defenderla. Confesó que había sido « estafada» en su polémica entrevista con Martin Bashir. «Él tenía mucha información sobre la mesa sobre sus organizaciones benéficas y a Diana le hicieron creer que estaba haciendo una entrevista sobre es tema», aseguró. Recordó la emoción de la princesa y el terror ante las mentiras, como que le habían intervenido la casa.

«Él la destruyó psicológicamente y la volvió paranoica. Le dijo que la realeza quería liquidarla y que desconfiara de su leal personal y de sus amigos», asegura. Por eso, para referirse a él lo apodaron «el enano venenoso», según cuenta en The Sun.

Para la sanadora, ese fue el inicio del devacle: la entrevista provocó el divorcio, la pérdida de títulos y la muerte de Diana de Gales. «No tengo ninguna duda de que Diana todavía estaría viva hoy si no hubiera hablado con Bashir», asegura. Un día, en una de sus largas llamadas, Diana soltó sus sentimientos, entre lágrimas: «Nunca quise divorciarme de Carlos. Siempre lo amé», rememoró Simone a Mirror.

Aun así, la mujer cuenta que un especialista en Feng Shui fue al apartamento de la madre de Guillermo y Enrique para un «exorcismo» de energías. Quería que fuera un espacio en el que se sintiera bien, a pesar de todas las trágicas historias que había vivido en esas cuatro paredes.

Simone Simmons reconoce que es «extraño» que una persona como ella se relacionara con Diana de Gales. «Pero al menos soy honesta y tuve el privilegio de tener una mejor amiga tan increíble», cuenta.

La conexión que sintieron sigue dentro de ella, y por eso le duele el estreno de la nueva temporada de The Crown, una serie de Netflix que repasa la historia de la familia real británica. La ha tachado de « sádica y malvada» por recrear los momentos de la prematura muerte de su amiga Diana, cuyo coche se estrelló en 1997 en París.

La recreación también puede empeorar el estado de ánimo de los hijos de Diana de Gales. «Los está obligando a revivir el dolor, la agonía y el tormento psicológico que sufrieron cuando murió su madre», asegura Simone. Los hijos mirarán la pantalla conscientes de que tienen una cuenta pendiente: la promesa que le hicieron a Diana de Gales sigue viva.