De Diego Botín al yerno de Bill Gates, estos son los deportistas de alta sociedad que compiten en las Olimpiadas de París 2024

Meses antes del comienzo de los Juegos Olímpicos de París descubrimos los exclusivos packs para millonarios que, por 500.000 euros, daban acceso a la villa olímpica, la ceremonia inaugural, o finales como la de los 100 metros lisos. GR8 Experience, la agencia de relaciones públicas que cuenta entre sus clientes a LeBron James, el jugador de la NBA, o Rafa Nadal agotó estos tickets para súper ricos deseosos de pasar su agosto en la capital del lujo. Incluso proporcionan encuentros privados con determinados campeones.

La otra cara de este turismo de lujo por el deporte de élite son los ultra ricos que se convierten en campeones por méritos propios. O, mejor dicho, los jóvenes cachorros, como nuestro flamante oro en Vela, Diego Botín , quien, junto a Flroian Trittle acaba de hacer historia con una medalla en la categoría 49er. Son descendientes de estas poderosas familias que se convierten en olímpicos , herederos que dedican sus mejores años al entrenamiento, casi siempre en las modalidades deportivas favoritas de la alta sociedad. Son esas disciplinas en las que es tradicional encontrar miembros de casas reales, como la hípica o la vela.

España es uno de esos países donde no faltan los herederos con dedicación olímpica , empezando por el mismo rey Felipe y su celebrada aparición en Barcelona 92 como abanderado del equipo español y competidor en la categoría soling de vela. No olvidemos que el rey Juan Carlos, la reina Sofía y la infanta Cristina fueron olímpicos, en Roma 60, Munich 72 y Seúl 88. En París 2024 Es Diego Botín quien de momento ha dado alegrías a su apellido. Pero no es el único.

Diego Botín-Sanz de Sautuola Le Chever (30 años) entró en un centro de alto rendimiento con 7 años, aunque siempre lo compatibilizó con su formación, primero en Administración de Empresas y luego en estudios relacionados con la náutica. Es nieto de Jaime Botín , presidente de Bankinter entre 1986 y 2002 y hermano del mítico Emilio Botín, fundador del Banco Santander. Es, por tanto, primo hermano de Ana Patricia Botín, actual presidenta de la entidad.

En hípica, el equipo nacional incluye ocho jinetes entre los que se encuentran Eduardo Álvarez Aznar, uno de los herederos de Marqués de Riscal y la estrella de la hípica española . Su madre, Silvia Aznar, era una de las principales accionistas de las Bodegas Marqués de Riscal y del Grupo Ibaizabal, dedicado a la gestión naviera. Su padre es el veterano jinete Luis Álvarez Cervera, seis veces olímpico y quien entrena en la actualidad a Eduardo en la finca El Duende de Aranjuez.

No hay equipo hípico nacional que no acoja a una gran fortuna. En el de México, se han clasificado Carlos Hank Guerreiro y Eugenio Garza Pérez. El primero es bisnieto de Carlos Hank, ex gobernador de México, e hijo de Carlos Hank, empresario con una fortuna valorada en 4.450 millones de dólares. El segundo es heredero de las familias Garza Sada y Garza Lagüera, con una fortuna estimada en 5.841 millones de dólares.

Otro caso notable de millonaria con vocación deportiva es el de la danesa Anna Kasprzak, probablemente la competidora con la cuenta bancaria más nutrida de su especialidad. Su fortuna pesa más que la de Cristiano Ronaldo y Messi juntas, con 1,3 billones de dólares en su haber. Todos producto de su participación en la firma de zapatos Ecco, fundada por su bisabuelo y ahora en posesión de su madre.

En el equipo olímpico estadounidense encontramos la densidad más alta de herederos de familias multimillonarias. Y, además, en deportes que no están tradicionalmente poblados por súper ricos. Por ejemplo, el tenis, una disciplina que atrae como público a las grandes fortunas y ha sido deporte de cabecera en la alta sociedad británica desde siempre. Dos herederas estadounidenses han llegado a clasificarse en los Juegos Olímpicos de París gracias a su talento con la raqueta.

Jessica Pegula, hija del magnate del petróleo Terry Pegula, compite en dobles e individual. Heredera del hombre que posee no uno, sino dos equipos de fútbol americano (los Bufalo Bills y los Buffalo Sabres), ocupa la sexta posición en la clasificación mundial femenina. La otra heredera estadounidense olímpica en tenis es Emma Navarro, hija del exvicepresidente de Citigroup Ben Navarro, cuya fortuna se valora en 1.500 millones de dólares.

Pese a sus millonarias fortunas, algunos de los pesos pesados de la lista de herederos aspirantes a la gloria olímpica no lograron clasificar para Paris 2024. Tres nombres clave de la hípica se quedaron con las ganas de entrar en el equipo estadounidense: Georgina Bloomberg, hija del multimillonario exalcalde de Nueva York; Karl Cook, hijo del fundador de Oracle; y Jessica Springsteen, hija del legendario músico Bruce Springsteen .

También quedó fuera de juego en París 2024 la número uno de esta lista de herederos en la élite de la hípica: la hija de Bill y Melinda Gates . Jennifer Gates Nassar no se clasificó para los Juegos Olímpicos de París, pese a que entraba en todas las quinielas. Sí lo hizo su marido (y por tanto yerno de Bill Gates) Nayel Nassar, jinete en el equipo olímpico de Egipto. De ahí que los dos Gates, padre e hija, hayan sido fotografiados en la grada .

Pero no siempre los millonarios participan en las Olimpiadas como deportistas o empresarios, caso de la multimillonaria inversión publicitaria (alrededor de 150 millones de euros) que ha realizado el grupo LVMH de los Arnault. Algunos súper ricos ejercen de mecenas, como sucede con la australiana Gina Rinehart, magnate de la minería. Rinehart financia con 10 millones de dólares anuales a los deportistas con talento pero pocos recursos y añade incentivos económicos en al consecución de medallas.

Rinehart financia a los deportistas más competitivos en natación, voleibol, remo y natación sincronizada. De hecho, el Comité Olímpico Australiano aspira a que se comprometa con al menos dos deportes más. De momento, sus patrocinados han conseguido bronce en remo femenino, plata en los 400 estilos masculinos y bronce en los relevos 4x200 libres masculinos. Todos le han dedicado las medallas. Este mecenazgo tiene su cara oscura: el negocio de Rinehart es altamente contaminante y extractivo.

En el mecenazgo de Flavor Flav, uno de los millonarios fundadores del grupo de hip hop Public Enemy, no se dan sin embargo contrapartidas. El rapero se enteró el pasado mayo de que algunas jugadoras del equipo femenino de waterpolo tenían dos o tres trabajos y se comprometió a financiarlas en los próximos cinco años. De momento, la selección estadounidense ha ganado a Francia, con su patrocinador rapero entusiasmado en la grada. Es fácil localizarle: lleva el gorro reglamentario y unas llamativas gafas de sol.