Varapalo profesional

La mala racha de Javier Ungría tras su tortuoso divorcio de Elena Tablada: por qué ha tenido que cerrar su restaurante en Madrid

El empresario ha desvelado las causas por las que se ha visto obligado a cerrar su negocio en pleno centro de Madrid.

Javier Ungría y Elena Tablada cuando todavía eran marido y mujer. / gtres

Jorge C. Parcero
Jorge C. Parcero

La noticia la adelantaba el programa Socialité: el empresario Javier Ungría , exmarido de Elena Tablada y padre de una de sus hijas, se había visto obligado a cerrar uno de los negocios que posee en la capital. Se trataba del conocido restaurante Haches, situado en pleno barrio de Salamanca en Madrid, y que se anunciaba como un local de «cocina tradicional basada en producto, con influencias del mundo y a nuestra manera».

El espacio de crónica de sociedad de Mediaset dejaba entrever que el antiguo participante en el reality Supervivientes se encontraba atravesando un mal momento económico en la actualidad. «Nos ha contado que no lo está pasando nada bien», aseguraba un reportero del programa, antes de añadir que ahora Javier Ungría para «ganarse las habichuelas», está trabajando como relaciones públicas de un conocido local de la capital.

Ahora es el propio empresario el que ha roto su silencio frente a los medios de comunicación para aclarar las causas del cierre de su restaurante. Y también para atajar los rumores de que el contencioso que sigue atravesando con su ex haya podido estar detrás de esta decisión.

Javier Ungría y su versión de los hechos

Tras el revuelo mediático que ha generado la noticia del cierre de Haches, el sobrino de Miriam de Ungría atendía a los reporteros para poner fin a las especulaciones. «Estoy muy bien. Negocios que van y vienen, no hay mucho más, la verdad», eran las palabras del empresario sobre el fin de esta aventura en el negocio de la restauración.

Recalcando que no ha habido «nada raro» en su decisión, también ha querido negar tanto que esté atravesando por problemas económicos como que Elena Tablada haya tenido algo que ver con el cierre del restaurante. «Nada, nada. Todo bien, está todo bien», eran sus escuetas palabras al respecto.

Javier Ungría en su foto promocional de Supervivientes. / mediaset

La última vez que Javier Ungría se había referido a su ex había sido el pasado mes de febrero con motivo de su presencia en los desfiles de la MBFW de Madrid . Allí revelaba que la situación entre ambos está «tranquila», tras un tortuoso proceso de divorcio. «Ojalá tuviésemos una relación más cordial, pero la comunicación es la estrictamente necesaria para el tema de nuestra hija, ya está», añadía sobre su situación en la actualidad.

Poco después era la también ex de David Bisbal la que ahondaba en esta situación, asegurando a los reporteros que «las cosas están mucho mejor entre nosotros, hay un trato cordial, que es lo más importante».

La batalla judicial por la custodia de su hija

Cuando Javier Ungría y Elena Tablada se casaban por la iglesia en La Habana en 2018, nada hacía presagiar que el final de la pareja iba a ser tan complicado. Durante el proceso llamó especialmente la atención la decisión de la diseñadora de contratar a un detective para investigar las finanzas de Javier, no la existencia de terceras personas.

Finalmente, la decisión judicial a la que se llegaba el verano pasado otorgaba la custodia total de la hija de ambos a su madre. A pesar de la sentencia desfavorable, Ungría no ha perdido la esperanza y se ha mostrado decidido a seguir luchando por una custodia equitativa.

Durante su paso por el programa Supervivientes, Ungría rompió a llorar al recibir un dibujo realizado por su hija y agradeció a su ex que hubiera permitido este bonito gesto. En sus declaraciones del pasado mes de febrero decía a este respecto que «yo confío en el recurso y lo que tenga que ser que sea», antes de añadir que «siempre vamos a seguir luchando».