Mario Vargas Llosa en la Academia Francesa. /
Mario Vargas Llosa celebra su 87 cumpleaños en Perú, rodeado por su familia y protegido de las polémicas que rodean su figura. Puede verse como una reconquista de Lima, la ciudad que dejó en los años 90 para establecerse en Madrid en la que reina su ex, Patricia Llosa (78 años). O puede interpretarse como una retirada de la vida pública española, donde cada paso que da el Nobel desde su ruptura con Isabel Preysler (72) se convierte en objeto de comentario viral. Jamás la vida sentimental de un octogenario dio tanto que hablar.
Sin duda, han sido meses trepidantes para Mario Vargas Llosa , protagonista de la separación más polémica de 2022 y el único hombre que le ha hecho perder la compostura a Isabel Preysler , hasta la fecha hierática reina de corazones. La acusación de celos por parte de esta hizo enfadar, y mucho, a las dos mujeres que hoy se reparten la atención del Nobel, Patricia y Morgana, su hija. Además, sus hijos Álvaro y Gonzalo cargaron duramente contra la 'socialite'. Para muchos, injustamente.
Se suceden las generaciones, pero el esquema de interpretación de los avatares sentimentales de los hombres famosos continúa siendo el mismo. Mario Vargas Llosa se visibilizó como el objeto de disputa entre dos mujeres, Isabel y Patricia, que terminaron vilipendiadas por unos u otros. Lo mismo sucede en otro trío que ha revolucionado la crónica social juvenil por lo mismo: Selena Gomez, Hayley Bieber y Justin Bieber. Ellas se llevan las críticas y los insultos, mientras que ellos triunfan.
Mario Vargas Llosa, junto a su nieta recién casada y su novio. /
El gran triunfo de Mario Vargas Llosa se concretó en París, con su nombramiento como miembro de la muy exclusiva Academia Francesa, una institución donde hasta el Nobel no había entrado ningún escritor en lengua española. Recordemos: el rey emérito Juan Carlos y la infanta Cristina asistieron a su discurso de aceptación de tal honor.
Fue el momento dulce que alivió su desahucio de la dolce vita en casa de Isabel Preysler, cuyos cuidados alegraron la vida del peruano en la salud y en la enfermedad (sufrió covid). Ahora, la vigilancia de su estado de salud y productividad literaria ha vuelto a pasar a manos de Patricia Llosa, la mujer a la que debe, probablemente, su triunfo.
Un actor inesperado en todo este drama, el escritor y periodista peruano Jaime Bayly, ha logrado añadir unas gotas de justicia poética a un relato mediático menos centrado en la figura de Mario Vargas Llosa de lo que debería. Bayly acaba de publicar Los genios, una novela sobre la relación del Nobel con Gabriel García Márquez, una amistad que terminó con un famoso e inexplicable puñetazo, en febrero de 1976 en un hotel de México.
«Cuando Vargas Llosa se enamora es la guerra del fin del mundo», ha desvelado Bayly al diario ABC. «Mario Vargas Llosa entiende el amor y el deseo como una novela inacabada a la que tiene que entregarse y acabar», dijo en Vanity Fair. «Vargas Llosa es mucho más machista y celoso que García Márquez», explicó en El Mundo. Por fin tenemos datos al respecto de la personalidad sentimental del Nobel, un asunto que los ataques a Isabel Preysler y Patricia Llosa eclipsaron.
Mario Vargas Llosa, en su despacho de su casa de Lima. /
Jaime Bayly ha confirmado en varias entrevistas que Mario Vargas Llosa es un hombre tremendamente celoso, justo lo que Isabel Preysler adujo como la razón por la que terminaba su relación con el Nobel. Una revelación que enfadó, y mucho, a sus tres hijos, aunque fuera su misma madre, Patricia Llosa, la que anteriormente sufriera el terrible temperamento del escritor. Todos los Llosa negaron que su padre fuera celoso.
«Mario era, en mi opinión, muy machista, supuestamente 'violento' y muy celoso», explicó Jaime Bayly a Vanity Fair, refiriéndose a los años 70, cuando Vargas Llosa rondaba los 40 años. «Era machista porque casi todos los hombres que se sentían entonces guapos y conquistadores lo eran».
«Eran tiempos machistas», insiste Bayly. «Su relación con Patricia era de índole machista, ella estaba completamente subordinada a él, le cocinaba, le lavaba la ropa, le hacía las maletas, le organizaba la agenda, era su mujer y su secretaria y asistenta», relata este periodista peruano que conoce bien al Nobel.
«¿Por qué es tan celoso? Es un gran secreto, no he acabado de desentrañarlo.», siguió confesando el escritor y periodista peruano, que ha entrevistado en varias ocasiones a Mario Vargas Llosa. «Creo que puede ser porque tal vez es machista y muy posesivo y porque le gusta que sus mujeres se rindan ante él, que sean dóciles. Si la mujer le resulta más o menos independiente, con agenda propia, con una vida social propia, con amistades, ahí es cuando pueden surgir los celos».