Marta Ortega el pasado noviembre, con su hijo Manuel, de apenas un año, en brazos. /
No puede ser más dulce el momento que vive Marta Ortega , más allá de que hoy cumpla 41 años y la celebración familiar sea otro momento feliz. Todo le va excelentemente bien a la presidenta no ejecutiva de Inditex, a la que vemos exultante en salidas con los amigos, citas en el hipódromo o inauguraciones en MOP, la fundación que lleva su nombre, dedicada entre otras cosas a las exposiciones de fotografía. En su fabuloso piso en el barrio de la Justicia de Madrid o en su pazo en Sigrás, pero siempre acompañada de Carlos Torretta , su marido y también empleado en Inditex (en el departamento de comunicación).
Vida privada y negocios van indisolublemente unidos para los Ortega, igual que sucede en todas las empresas familiares. En Inditex, Amancio Ortega encontró una solución de compromiso con la rentabilidad y la lealtad familiar y puso la compañía en manos de un comité de sabios (presidido por un CEO ejecutivo) y a su hija Marta como presidenta no ejecutiva . En 2022 no nos hacíamos muy bien a la idea de cómo podría funcionar esa bicefalia. Hoy, gracias a las apariciones públicas que va realizando 'la zarina', lo intuimos.
La leyenda insistía en una trayectoria imparable desde el puro y duro trabajo en tienda (doblaba camisetas, decían), hasta lo más alto de Inditex. De hecho, Marta Ortega concedió una entrevista en uno de los medios de comunicación más prestigiosos del ámbito empresarial, Financial Times, para comentar el futuro de la compañía. Las que pensamos que el timón de la misma estaba, al menos en parte, en sus manos pudimos equivocarnos. Continuamos sin conocer cómo funcionan las entretelas de Zara , pero el papel de su presidenta parece no ser el que imaginábamos.
No se puede decir que Marta Ortega Pérez haya desaparecido del universo Inditex en este tiempo, pues de hecho es ella la que aparece en la Junta General cada julio, para dirigir unas palabras a sus accionistas. Además, inauguró en 2022 la Fundación Marta Ortega Pérez, lleva adelante un programa de becas y exposiciones que realzan la vida cultural de A Coruña y convierte la capital gallega en anfitriona de modelos y diseñadores habituales de la Semana de la Moda de París, Milán y Nueva York.
Suponemos, además, que su criterio pesa en las decisiones creativas que se van tomando en las distintas marcas de Inditex, sobre todo de Zara. Nos referimos a las colaboraciones con grandes nombres de la moda que muchas veces forman parte de su agenda social (Stefano Pilati, Kate Moss, Cindy Crawford) y con marcas de culto. Y en las líneas de tendencia que los diseñadores de la compañía van desarrollando en Bershka, Pull&Bear, Stradivarius o Massimo Dutti. Pero, claro, todo esto son ya suposiciones.
En el pequeño gran mundo del gran empresariado español, lo cierto es que el nombre de Marta Ortega aún no pesa. Según el ranking de Merca2.es, medio digital de noticias especializado en el sector, los dirigentes más influyentes del panorama español son Amancio Ortega, Ana Botín (presidenta del Banco Santander) y Juan Roig, presidente de Mercadona.
En la lista con los mejores CEO a nivel global que elabora la consultora Brand Finance, figura en cuarta posición del top español Óscar García Maceiras, consejero delegado de Inditex. Por detrás de entrecanales (Acciona), Gortázar (CaixaBank) y Pallete (Telefónica).
Marta Ortega, Pierpaolo Piccioli y Linda Evangelista, en la inauguración de la exposición dedicada a Irving Penn en la Fundación MOP el pasado noviembre. /
Cabe pensar, por la reciente exposición mediática que ha tenido Marta Ortega, que la hija pequeña de Amancio y heredera de su imperio textil e inmobiliario no está en el día a día de las complejas decisiones financieras y logísticas que requiere un imperio como Inditex. La compañía bate récords de beneficios, pero no logra satisfacer las expectativas de los mercados en lo que a cotización se refiere. Tampoco intuimos la mano de Marta en la incursión de Oysho en el mundo del atletismo, como patrocinador del equipo Vicky Foods Athletics. O en sus inversiones en start-ups innovadoras en el textil.
Donde sí vemos un posible campo de acción para la presidenta no ejecutiva de Inditex es en decisiones puntuales como la apertura de El apartamento, híbrido de Zara, Zara Home con servicio de cafetería presente en A Coruña, Madrid y París. O en ese movimiento tan inesperado de abrir un café en una de sus tiendas de Zara Man en Madrid.
Quién hubiera podido adivinar que Zara, buque insignia de la moda rápida, terminaría siguiendo la estela de las incursiones hosteleras de Gucci, Prada, Fendi o Emporio Armani. Son, sin embargo, marcas con una identidad muy marcada a la que Zara aún no puede aspirar: hace falta mucho trecho creativo para alimentar un life style propio. De hecho, se eligió un nombre para tal café, Zacaffè, tan poco original que ha terminado en los tribunales.
¿Dónde está funcionando realmente Marta Ortega? Quizá en una posición que jamás hubiéramos soñado para ella: la de musa aspiracional o influencer VIP de Zara. A nadie se le escapa que, cada vez que se deja fotografiar por las calles de Madrid o A Coruña, aparece convenientemente vestida de su propia firma, con looks que ya están en tienda o que se encarga de anunciar. Su mínima y escogida agenda social no la lleva a portadas y exclusivas, pero sí la ha colocado en lo alto de algunas de las listas de la elegancia en España.
Carlos Torretta y Marta Ortega, fotografiados en París. /
¿Cómo se ha colado Marta Ortega en las listas de las más elegantes vestida de Zara? Su estilo silencioso es tan discreto que puede resultar prácticamente invisible. Acaso sea por el allure de su conocido apellido, marcado por el aura que imprime poseer la fortuna más extraordinaria del país. O por el insondable y seductor misterio que conlleva que jamás haga declaraciones: ni conocemos su voz. Mucho de eso se compra hoy en Zara: un aire de familia al lujo silencioso que lucen las herederas.
Este rol de musa aspiracional de la elegancia contribuye al máximo al éxito de su compañía, necesitada de nuevos trucos de magia para sostener su hechizo sobre las consumidoras. Estas son cada vez más exigentes y la competencia, mucho más versátil a la hora de proponer prendas y estilos, feroz.
Cabe añadir al encanto silencioso de Marta Ortega un encanto aún mayor: el de la tierna imagen de su familia numerosa, con la presidenta tantas veces portando a sus niños (ahora sobre todo a Manuel, el tercero, de un año) y su marido empujando del preceptivo carrito. Este es el verdadero lujo: no tener apenas que separarse de sus hijos.