restaurantes de lujo
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Amazónico es uno de esos restaurantes a los que hay que ir sí o sí en caso de que quieras demostrar que eres «alguien». Desde su inauguración en Madrid en 2016, este restaurante propiedad del matrimonio español formado por Marta Seco y Sandro Silva, es desde entonces uno de los place to be de la capital.
Y esta semana inaugura una sede en Mónaco, concretamente en la Plaza del Casino de Montecarlo y donde se darán cita a partir de ahora las numerosas personalidades que tienen el privilegio de residir el el principado, o al menos de visitarlo. Y entre los invitados VIP estarán Tita Cervera y el príncipe Alberto de Mónaco.
Una distinguida presencia que demuestra las privilegiadas conexiones de los propietarios del nuevo local, dueños a su vez del Grupo Paraguas, uno de los más exitosos en el negocio de la restauración de nuestro país y que poseen también locales de moda como Ten Con Ten, Ultramarinos Quintín, Numa Pompilio o Aarde. La apertura de Salvaje en Mónaco se une a otras experiencias internacionales como las de Dubai y Londres.
La presencia de la baronesa Thyssen en la inauguración del restaurante español Amazónico en Mónaco, adelantada por Vanitatis, no debe extrañar demasiado. La viuda del barón Thyssen tiene este local madrileño, y ahora también monegasco, como una de sus referencias cuando sale a comer o a cenar en Madrid. De hecho, en 2018 celebró su 75 cumpleaños en este exclusivo local de la calle Jorge Juan y donde se dieron cita tan solo cuatro personas: su hijo Borja, su inseparable Manolo Segura –padre biológico de Borja y fallecido en 2020–, y su íntimo amigo Antonio Salcedo.
La fiesta de hoy servirá de inauguración del que se convertirá en uno de los nuevos templos gastronómicos imprescindibles de Mónaco, más aún teniendo en cuenta su privilegiada ubicación: en la Plaza del casino de Montecarlo, con aforo para 180 personas y con una enorme azotea desde las que se podrá seguir en directo el Gran Premio de Fórmula 1.
Este importante evento en el principado, que cada año concentra a centenares de espectadores (y muchos millonarios), se celebra este año el 26 de mayo, por lo que la inauguración del nuevo Amazónico llega a tiempo para ofrecer este nuevo y privilegiado spot.
Al atardecer, el local se transforma en un agradable club nocturno con sesiones de ritmos «electrotropicales» a cargo de los DJ's más top del mundo, y unas privilegiadas vistas que invitarán a la clientela, igualmente privilegiada, a seguir disfrutando de sus cócteles y exclusivo ambiente. Una fórmula perfecta que garantiza el éxito de este nuevo local, como ha ocurrido con todos los que posee el Grupo Paraguas, propiedad de la asturiana Marta Seco y su marido, el chef de origen brasileño Sandro Silva.
Un detalle del interior del restaurante. /
Al contrario de lo que cabría pensar, dada su exclusividad y condición de local de moda, Amazónico presume de no tener ninguna estrella Michelin. Este distintivo suele ser definitivo en muchos casos a la hora de que un restaurante tenga o no éxito. Pero en el caso de los locales propiedad de Marta Seco y Sandro Silva, la ausencia de este prestigioso internacional no ha impedido que sean todo un fenómeno en el mundo de la gastronomía.
Y también lo ha sido en el mundo de la decoración, pues el ambiente creado en su interior, en el que te sientes como si estuvieras sumergido en la selva amazónica, y obra del diseñador y arquitecto español de fama internacional Lázaro Rosa-Violán, es realmente espectacular. Un modelo que han replicado en Amazónico Monte-Carlo, la nueva incorporación al Grupo Paraguas y que, junto a los de Dubai y Londres, son las primeras inclusiones internacionales de sus propietarios, dos referentes en el mundo de la hostelería, la gastronomía y la decoración.
Y es que Marta Seco y Sandro Silva han sabido recrear en sus locales Amazónico una atmósfera que invita a un emocionante «viaje sensorial», como ellos mismo lo definen, cada vez que alguien se sienta a una de sus mesas. Los menús ofrecen una sorprendente mezcla de cocina tropical de inspiración amazónica, pero también mediterránea y asiática. Una carta de la que a partir de ahora disfrutarán también en Mónaco royals, empresarios y celebrities de todo tipo con un punto común: no solo deberán tener dinero; también la suerte, o el «enchufe», para conseguir mesa. Si no, misión imposible.