Boda de Pilar de Borbón y Luis Gómez-Acebo y Duque de Estrada. /
La boda tuvo lugar en el Monasterio de los Jerónimos de Belem, en Lisboa, y fue por amor, a diferencia de los enlaces reales de la época, que se concertaban para dar continuidad a las dinastías. Se cumplen ahora 57 años del enlace de la infanta Pilar, que reunío a la flor y nata de la aristocracia y realeza de aquella recta final de los años sesenta pero que no tuvo mucha repercusión en la prensa.
Pilar de Borbón, la mayor de los cuatro hijos de Don Juan y doña María de las Mercedes de Orléans, acompañó a su hermano Juan Carlos al famoso crucero del yate Agamenón, organizado en 1954 por la reina Federica de Grecia, pero no encontró pareja allí, como tampoco lo hizo su hermano, que solo años después se fijaría en doña Sofía.
La familia real vivía exiliada en Estoril, en Portugal. Los condes de Barcelona hubieran preferido un príncipe o, por qué no, un rey, como Balduino de Bélgica, que acabó casándose con la noble española Fabiola de Mora y Aragón, hija de los marqueses de Casa Riera. Ambas habían viajado a Suiza, a la residencia de la reina Victoria Eugenia, a conocerle y dar lugar a un posible noviazgo entre doña Pilar y el joven rey. Pero éste prefirió a Fabiola. La boda fue en Bruselas el 15 de diciembre de 1960.
Pero doña Pilar estaba decidida a casarse por amor. Llegando casi a la treintena, fijó sus ojos en Luis Gómez-Acebo y Duque de Estrada, cuarto hijo de Jaime Gómez-Acebo y de su esposa, Isabel Duque de Estrada, IX Marquesa de Deleitosa.
El noviazgo entre doña Pilar y el abogado y economista madrileño, vizconde de la Torre, no tuvo un inicio fácil, aunque doña Pilar lo tuvo claro desde el primer momento. Siempre fue una mujer de carácter fuerte y su padre no tuvo más remedio que acabar dando su consentimiento al enlace, aunque no era lo que él habría querido. Pero ella estaba profundamente enamorada. No le importó renunciar a sus derechos dinásticos, puesto que no se casaba con un miembro de la realeza.
Los novios se habían conocido en Madrid, en casa del ex rey Simeón de Bulgaria, casado con Margarita Gómez-Acebo y Cejuela, prima del novio. Luis Gómez-Acebo había estudiado en el colegio del Pilar y en el de los Jesuitas. Estudió Literatura en Lille, Francia, al terminar la carrera de Derecho. Trabajó dos años en una petrolera en Nueva York y, más tarde, en la cementera catalana Asland. Su abuelo paterno, marqués de Cortina, fue ministro con Franco.
La boda se celebró el 5 de mayo de 1967. Los padrinos fueron el conde de Barcelona y la marquesa de Deleitosa. Entre los invitados estaban los príncipes de Mónaco y numerosas casas reales. Doña Pilar llevó un diseño de Pedro Rodríguez, que también firmó su vestido para la cena celebrada en la víspera de la boda. Para esta fiesta, que tuvo lugar en el Hotel Palacio Estoril de Cascais, escogió la tiara de zafiros de los Orléans, que su madre le obsequió como regalo de boda.
Para casarse, optó por la tiara rusa, una pieza creada por el joyero español Francisco Marzo para la reina María Cristina en platino, perlas y diamantes, que el rey Juan Carlos compró luego a sus dos hermanas, tras la muerte de la condesa de Barcelona. La utilizó Simoneta en su boda con José Miguel Fernández Sastrón, el 12 de octubre de 1990, en Palma de Mallorca. Hoy la utiliza doña Letizia y es una de sus favoritas.
La infanta Pilar de Borbón junto a su marido y tres de sus cinco hijos. /
Tras la ceremonia, su padre le otorgó a doña Pilar el título de duquesa de Badajoz. El matrimonio tuvo cinco hijos –S imoneta, Juan, Bruno, Beltrán y Fernando– y fue muy feliz, hasta que Luis Gómez-Acebo falleció de un cáncer en marzo de 1991. Doña Pilar tuvo entonces que enfrentarse en solitario a la educación de sus hijos.
La boda de doña Pilar fue un acontecimiento para la aristocracia española, aunque la prensa del momento no le dedicó excesiva atención. Las relaciones de Franco con don Juan no atravesaban su mejor momento, a pesar de que el Caudillo sí había dado su beneplácito. Doña Pilar confesaría años después que la boda había sido «demasiado grande» para su gusto. Protagonizó portadas por toda Europa.
El matrimonio se instaló en un piso de la calle Padilla de Madrid, que pertenecía al bailarín Antonio. Con los años, se trasladaron a un chalé de la lujosa urbanización Puerta de Hierro, que se convirtió en el centro de la familia Borbón. Don Juan Carlos acudía casi todas las semanas a comer con su hermana y sus hijos. Doña Pilar falleció en enero de 2020, también de un cáncer. Dedicó gran parte de su vida al trabajo humanitario y a varias causas sociales, entre ellas, la presidencia de la Asociación Nuevo Futuro.