La fortaleza de Simoneta Gómez-Acebo: dos tragedias, un divorcio difícil y una misión heredada de su madre, la infanta Pilar

Es la primera hija de la Infanta Pilar , hermana de don Juan Carlos y también primogénita de los condes de Barcelona, don Juan de Borbón y doña María de las Mercedes . El 5 de mayo de 1967 doña Pilar se casó con Luis Gómez-Acebo, en el monasterio de los Jerónimos de Belém, en Lisboa. Simoneta Gómez-Acebo nació el 28 de octubre de 1968, nueve meses después que su primo Felipe VI .

Después de ella, llegaron sus hermanos Juan, nacido en 1969; Bruno, nacido en 1971; Beltrán, nacido en 1973, y Fernando, que acaba de fallecer a los 49 años. Simoneta ha sido siempre la más presente en los medios de comunicación entre sus hermanos y ha ejercido de aglutinante de su familia, retomando el testigo de su madre, la infanta Pilar, fallecida el 8 de enero de 2020 de un cáncer.

Siempre ha mostrado una fuerte personalidad y la capacidad para sobreponerse al dolor. Elegante, con un gusto muy personal, tampoco ha temido expresar su opinión en numerosos momentos, especialmente en lo relacionado con la familia real, igual que su madre, aunque sí ha sido más prudente a la hora de contestar algunas preguntas.

Simoneta estudió Oceanografía en Estados Unidos, justo después de terminar el colegio, pero poco después lo dejó y regresó a España para dedicarse a su gran pasión, la equitación. Participó en numerosos campeonatos nacionales con su caballo Duz-Dan y en 1985 se unió a la Unidad de Equitación y Remonta, y concursó en 1986 en el campeonato del Club Pineda de Sevilla.

Más adelante se desplazó a Londres para estudiar Arte en la casa de subastas Sotheby's. Al regresar, inició su carrera en la firma de joyas Cartier , donde trabajó como relaciones públicas casi tres décadas. El 12 de septiembre de 1990 contrajo matrimonio con José Miguel Fernández Sastrón, nieto del fundador de Galerías Preciados.

La boda tuvo lugar en Mallorca y fue uno de los acontecimientos sociales de aquel año. Era la primera boda de la familia real que se celebraba desde la restauración de la monarquía. Simoneta lució un vestido de alta costura de Dior y una espectacular diadema de perlas y brillantes, que había pertenecido a la reina Victoria Eugenia de Battenberg , conocida como la «rusa» y que hoy luce doña Letizia , pues pertenece a las 'joyas de pasar'. El matrimonio tuvo tres hijos: Luis Juan, de 32 años; Pablo, de 28; y María de las Mercedes, de 24 años. Tras casi veinte años, llegó la separación, y en 2012, el divorcio.

En lo profesional, Simoneta decidió dedicarse a la Michelangelo Foundation, a partir de 2021, coordinando los proyectos de la fundación en España. Se dedica a descubrir a nuevos artesanos en todo el mundo. Simoneta es una profesional que vive de su trabajo desde muy joven, lo que le ha conferido un arraigo en el día a día que la ha mantenido cerca de la realidad de su generación. Durante todos estos años Simoneta ha mostrado su fortaleza, especialmente desde la muerte de su madre que fue quien le inculcó su compromiso con la solidaridad a través del mercadillo Nuevo Futuro , del que doña Pilar fue impulsora y presidenta.

Este año la prima del rey participó en su nueva puesta en marcha, tras tres años de parón, inducidos por la pandemia. El rastrillo de Nuevo Futuro r ecauda fondos para más de 1.300 menores sin casa ni familia, en 105 hogares por toda España. Este es uno de los aspectos en los que más echa de menos Simoneta a su madre, según ha confesado. Doña Pilar lo puso en marcha, con otras damas de la sociedad, hace cincuenta años.

Una semana después de la muerte de su madre, Simoneta fue hospitalizada por una fuerte neumonía. El confinamiento, según ha contado, le permitió hacer su duelo con tranquilidad. Pero el hueco que dejó doña Pilar es imposible de cubrir. Madre e hija hablaban varias veces al día, y doña Pilar, además de ser el punto de unión con el rey Juan Carlos , al que invitaba a comer a su casa de Puerta de Hierro todos los meses, era también la memoria de la familia.

Conocía al dedillo quién era quien en la aristocracia española y en muchos otros aspectos. Pero Simoneta se confiesa una persona muy creyente, lo cual, sin duda, la ayuda a mantener su fortaleza. Guarda, además, una relación muy cercana con las infantas Elena y Cristina y es una gran defensora del rey Felipe. Hoy es quien aglutina a la familia alrededor de una mesa, como hacía su madre.