En a capilla de san jorge
En a capilla de san jorge
El Palacio de Buckingham lo ha confirmado: el rey Carlos III, el otro 'desaparecido' de los Windsor, aunque no de una forma tan rotunda como su nuera Kate Middleton, volverá a aparecer en público este próximo domingo. Y será para cumplir con la tradición de presidir la misa de Pascua que cada año se celebra en la Capilla de San Jorge en Windsor.
El monarca, del que se anunció el pasado mes de febrero que tenía cáncer, y al que días antes habían operado de la próstata, ha tenido que apartarse de sus funciones. Aunque no del todo, pues sigue haciendo trabajo de despacho, como sus reuniones semanales con el primer ministro Rishi Sunak, en la medida en que su tratamiento médico se lo permite.
En la tradicional misa de Pascua, el rey estará con su esposa Camilla, quien le ha sustituido en numerosas ocasiones en estos meses de baja médica, así como por otros miembros de la familia entre los que se espera, por ejemplo, a las princesas Beatriz y Eugenia de York o Zara Phillips, hija de la princesa Ana y familia, pero no a Guillermo y Kate, príncipes de Gales.
Los últimos acontecimientos que han convertido a la familia real inglesa en el centro de todas la atenciones, y no por buenos motivos precisamente, dejan la sensación de que se encuentra en una situación de especial vulnerabilidad e inestabilidad.
Y aunque la reina Camilla, apoyada por otros miembros de la familia como el heredero Guillermo o la princesa Ana, está haciendo una labor de representación de la Corona muy bien valorada, la realidad es que la Casa Real atraviesa unos tiempos muy delicados. Y qué mejor oportunidad para tranquilizar a la ciudadanía que la reaparición pública del rey Carlos en un importante evento: la misa de Pascua.
Al rey Carlos se le ha visto en muy pocas ocasiones estas últimas semanas, y ninguna de forma oficial. El monarca ha sido captado por los fotógrafos acudiendo a misa en su enorme finca de Sandringham, en Norfolk, por lo que se sabe que su estado de salud actual es bueno. Pero la repentina y rotunda desaparición de su nuera Kate, y la polémica sobre sus foto retocada, ha dado lugar a una infinidad de especulaciones y bulos que no han favorecido para nada a la imagen de la Corona.
La aparición de la esposa del príncipe Guillermo el pasado viernes en el ya famoso vídeo en el que anunciaba que está siendo tratada de un cáncer al tiempo que agradecía la comprensión y pedía la máxima privacidad, ha sido un shock para todo el mundo. También para la Familia Real que, tras asegurar que los príncipes de Gales se iban a retirar durante un tiempo para descansar en la más absoluta intimidad –y cuya fecha de reaparición no se ha concretado– ha dado un paso adelante: la confirmada presencia de Carlos III en la misa de este próximo domingo, que llega como un mensaje de esperanza y optimismo.
Con el anuncio de la próxima aparición del rey Carlos III con motivo de la tradicional misa de Pascua se ha especulado también con la posibilidad de que los príncipes de Gales, o al menos Guillermo, también acudiera. Pero la respuesta es, al parecer, que no. Ninguno de los dos estará en este evento tan importante para los Windsor, y permanecerán en su retiro de Anmer Hall en Norfolk, al este de Inglaterra. Hasta este precioso lugar, que pertenece a Sandringham, la finca de más de 20 mil hectáreas propiedad del rey Carlos, se trasladaron en helicóptero los herederos al trono y sus tres hijos tras el impactante anuncio de Kate Middleton.
Y aunque es probable que el príncipe Guillermo retome sus responsabilidades institucionales a la vuelta de Semana Santa, quizás ya algo más relajado tras conocerse la realidad de su esposa, no es un hecho aún confirmado. Lo que sí se sabe es que la pareja heredera desea disfrutar al máximo de estos días de privacidad y retiro ya que sus tres hijos –George, de 10 años, Charlotte de 8 y Louis, de 5–, no tendrán que volver a su colegio Lambrook hasta el próximo 17 de abril.
De ahí que el sorprendente anuncio de la princesa Kate haya resultado una buena estrategia también para apaciguar el enloquecido ambiente que les afectaba con todo tipo de rumores y comentarios y poder disfrutar, por fin, de un merecido descanso en la intimidad más familiar. Y quién sabe si acompañados de la familia Middleton, en especial de Carole y Michael, los padres de Kate, que están siendo un apoyo fundamental en este duro trance.