Dos grandes dinastías
El curriculum amoroso de Carolina de Mönaco es extenso entre matrimonios, noviazgos y especulaciones. /
La vida sentimental de Carolina de Mónaco ha sido objeto de muchas especulaciones, porque nunca ha desmentido ni confirmado los rumores, muchas veces más que plausibles. Tal es el caso de su supuesto noviazgo con Robert (Bobby) Shriver, hermano de Maria Shriver (ahora exmujer de Arnold Schwarzenegger). Hijos ambos de Eunice Kennedy y del que fuera embajador estadounidense en Francia Sargent Shriver.
Nos tenemos que remontar a 1981 para encontrar los documentos gráficos de los encuentros en Nueva York entre Carolina de Mónaco y el sobrino de John Fitzgerald Kennedy, presidente estadounidense que fue asesinado el 22 de noviembre de 1963 en Dallas. Ya había pasado la tormenta mediática que había suscitado su separación del financiero francés Philippe Junot , uno de los reyes de la noche parisina en aquellos años.
Además de ser fotografiados paseando en la Gran Manzana, la mayor de los Grimaldi y el sobrino de JFK acudieron al estreno de la película Superman II en el National Theatre de Nueva York el 3 de junio de 1981. Un evento en cuya celebración posterior Carolina fue fotografiada compartiendo mesa con Bobby y el padre de este, Sargent Shriver, fallecido en 2011, dos años después de su mujer Eunice. Una figura de gran relevancia social que dejaba como legado una larga trayectoria en el mundo político, enormes esfuerzos en la lucha contra la pobreza y la frustración de no haber sido candidato presidencial del partido demócrata como era su intención.
Sargent Shriver y Eunice Kennedy estuvieron 55 años casados y tuvieron cinco hijos. La más mediática de todos es Maria Shriver, por su relación sentimental con Arnold Schwarzenegger cuando este era un culturista en alza, en 1977. Y, sobre todo, por su su posterior matrimonio, que se rompió en 2011 por la infidelidad del protagonista de Terminator con su ama de llaves, Milder Baena, con quien tuvo un hijo ilegítimo, Joseph. Atrás quedaban 25 años de matrimonio y cuatro hijos en común.
Sea cual fuera la naturaleza de la relación de Carolina de Mónaco y Bobby Shriver, de haber prosperado hubiera unido dos dinastías de gran calado en la historia contemporánea. Por un lado la realeza europea, aunque fuera de un pequeño principado glamourizado por la incorporación al mismo de la estrella de Hollywood Grace Kelly , y por otro la aristocracia política y lo más próximo que existe en Estados Unidos a una familia real, los Kennedy .
Cualquiera que esté familiarizado con la crónica social está muy al tanto del devenir sentimental y personal de Carolina de Mónaco, salpicado por la tragedia como lo ha estado la familia Kennedy desde hace tres generaciones. Su segundo matrimonio con Stefano Casiraghi , padre de sus tres hijos mayores, terminó de forma abrupta por el fallecimiento del empresario italiano en un accidente de off-shore en la bahía de Montecarlo el 3 de octubre de 1990.
Después llegaría su tercera boda con Ernesto de Hannover , con quien tuvo a su hija Alexandra, de quien se ha separado de facto, pero de quien no se ha divorciado. De hecho, sigue firmando como princesa de Hannover, un título de mayor rango que el suyo propio que le relegaba a recibir el tratamiento de Su Alteza Serenísima, como ocurre con los miembros de los principados como el de Liechtenstein o excepcionalmente con algunos nobles y políticos. En todos estos años poco o nada ha trascendido de la vida privada de la hija de la musa de Alfred Hitchcock.
Respecto a la vida de Bobby Shriver debemos señalar que tiene un brillante y diverso curriculum profesional como abogado, periodista, inversor, filántropo (ha colaborado durante años con Bono de U2 en la lucha contra el sida) e incluso como productor cinematográfico ocasional. Ha participado en títulos como Mentiras arriesgadas, protagonizada por su ahora ex cuñado Arnold Schwarzenegger, o The Burial, con Jamie Foxx y Tomie Lee Jones.
Bobby Shriver está c asado desde 2005 con malissa Feruzzi, con quien tiene dos hijas, nacidas en 1997 y 2009. Los pasos profesionales de Melissa han estado orientados al mundo del arte y la defensa de la educación. Entre los cargos que ha ocupado destacan la vicepresidencia primera de la junta de la Asamblea Nacional de Agencias Estatales de Artes (NASAA) y la presidencia del Comité Asesor de Aprendizaje Artístico de la NASAA. También ha formado parte de la junta directiva de la Federación de Artes de los Estados Occidentales y del consejo asesor del Centro de Investigación sobre la Creatividad. En la actualidad es miembro del Sindicato de Actores, Arts for LA, California Arts Advocates y Americans for the Arts.
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