La crisis de Mónaco se acentúa: Charlène sigue en Sudáfrica y no se sabe cuándo vuelve

Charlène de Mónaco ha vuelto a Sudáfrica, y lo ha hecho sola, dos años después de los traumáticos problemas de salud que la mantuvieron retenida varios meses en el país. A pesar de los numerosos actos públicos que han protagonizado juntos los príncipes de Mónaco y de la entrevista en la que ella asegura sentirse «serena y feliz» y del último y rotundo desmentido de Alberto de Mónaco , los rumores sobre un posible divorcio no dejan de crecer.

El pasado mes de agosto, se aseguró que Alberto acompañaría a su esposa, pero no ha sido así. Mientras tanto, se le ha visto en Alemania celebrando con varios amigos la Fiesta de la cerveza. Sin embargo, Charlène no parecía disgustada. Disfruta del calor de sus compatriotas. Este fin de semana ha presidido una de las competiciones de la Fundación Princesa Charlène, en Sun City, la famosa Wartebikes Competition, que se celebra desde 2017.

Es, sin duda, un viaje muy especial para Charlène, tras los problemas de salud que padeció en 2021 , uno de los peores episodios de su vida. Por eso, hay quien se pregunta por qué Alberto no ha viajado con ella. Fue el pasado mes de agosto, cuando los organizadores de la prueba anunciaron que Alberto asistiría con su mujer, pero no ha sido así. En cualquier caso, la princesa ha aparecido con un semblante tranquilo y relajado en su país natal, mientras asistía a la prueba «Aprende a nadar» de su Fundación, con un centenar de niños.

Es inevitable hacer comparaciones con su actitud en Montecarlo. A pesar de sus sonrisas, la princesa aparece envarada y siempre existe la sospecha de que no está cómoda, ni con su marido, ni con su familia política. En Sudáfrica, Charlène tiene previsto asistir a varios actos de su Fundación. Allí se siente en casa, lejos del escrutinio de la prensa europea y de alta sociedad monegasca.

Mientras tanto, Alberto asistía en Mónaco a la inauguración de una exposición sobre Picasso, junto con el nieto del pintor, Bernard. El príncipe asistió también, el sábado pasado, a un acto de la Oktober Fest, en Munich, donde vistió los tradicionales pantalones y chaqueta bávaros. Parece que también estuvo en la fiesta su ex Nicole Coste , madre de su hijo Alexandre. Unos días después participó con los mellizos Jacques y Gabriella en la limpieza de varias calles del principado, para celebrar el Día Mundial de la Limpieza.

Tanto Alberto como Charlène acompañaron a sus hijos al inicio de curso en el colegio François d' Asside-Nicolas Barre, algo que no ha sido muy habitual estos años, en los que acudía sola la princesa. Ambos han hecho un gran esfuerzo para multiplicar su agenda compartida. La pareja reapareció tras las vacaciones, en Marsella, en un partido del mundial de rugby.

Alberto concedió hace unos días una entrevista al diario italiano «Corriere della Sera» y aseguró que no entendía los rumores sobre Charlène y la supuesta vida que hace alejada en otro país, supuestamente Suiza. Dijo que esos comentarios le «duelen». Charlène concedió, por su parte, otra entrevista a «Monaco-Matin» asegurando que se encontraba «en forma, feliz y serena». Este constante desmentido al que se ven obligados los príncipes de Mónaco debe ser agotador.

Pero, ¿por qué parece que han perdido credibilidad? Quizá porque Charlène no puede evitar sentirse como una extraña en Mónaco y la actitud de Alberto no termina de convencer. ¿Por qué acude a la Oktober Fest con la ex azafata Nicole Coste? De esta forma es imposible acallar los rumores de que, en realidad, hacen vidas separadas. En numerosas redacciones del continente están convencidos de que, en breve, anunciarán su divorcio.