¿Pudo la monarquía inglesa tener otro rey que no fuera Carlos III ? Pudo… Ahora lo veremos por pasos. El pasado mes de julio se produjo en la iglesia de San Miguel en Munich un encuentro de lo más granado de la aristocracia alemana para celebrar precisamente el 90 cumpleaños de uno de los nobles más influyentes de la región, Franz de en Baviera cuyo título es Herzog in Bayern (duque en Baviera), que lo acredita como jefe de la Casa de Wittelsbach.
Las calles de la ciudad bullían de nostálgicos y curiosos esperando la llegada de amigos, familiares y políticos para el Servicio de Acción de Gracias, en el que rindió homenaje a la vida del archiconocido Franz, el personaje que nos ocupa.
Entre los ilustres invitados se encontraban el primo y heredero del duque, el príncipe Luis de Baviera , y su nueva mujer, la princesa Sofía de Baviera , cuya reciente boda se celebró en la propiedad familiar del Palacio de Nymphenburg. Sin duda, la cifra tan redonda, nada menos que 90 años, merecía tantos festejos en los que se dieron cita los trajes regionales y la música en señal de alegría, según informa Tatler.
Pero… ¿Quién es realmente el Jefe de la Casa de Wittelsbach? ¿Dónde radica su trascendencia? Se trata de una figura pionera, que ha transitado por los momentos más felices y convulsos del siglo XX y que incluso podía haber optado al trono británico.
El duque de Baviera también tiene vínculos con otra casa real… Franz desciende de la hija del rey Carlos I, Henrietta, miembro de la familia Stuart, a quien algunos consideran los herederos legítimos de Inglaterra y Escocia. Si no hubiera sido por una ley aprobada a principios del siglo XVIII, el duque de Baviera también podría haber tenido el título del rey actual, Carlos III.
En 1701, el Acta de Establecimiento prohibió de facto que todos los católicos pudieran acceder al trono. Aprobado por la reina Ana, tuvo la finalidad de afianzar el gobierno protestante de Gran Bretaña. Como resultado, muchos jacobitas siguen considerando a día de hoy que Franz es el verdadero heredero del trono de Escocia y, por lo tanto, también el verdadero rey de Inglaterra. Según parece, él se lo toma con sentido del humor y se siente más que satisfecho con el título que ostenta.
Nacido el 14 de julio de 1933 en la capital de Baviera, Múnich, Franz fue el tercer hijo y el mayor de Alberto, duque de Baviera, y su primera esposa, la condesa María Draskovich de Trakostjan, miembro de la Casa de Drašković, una conocida y reputada familia noble croata.
A los 15 años, Franz recibió ya el título de Príncipe de Baviera, una vez que su abuelo, el príncipe heredero Rupprecht, reconociera el matrimonio de sus padres como dinástico, porque anteriormente se consideraba morganático (aquel celebrado entre un noble y una plebeya, cuyos hijos quedarían por ese motivo excluidos dentro de la línea sucesoria de la familia).
El bisabuelo de Franz fue Ludwig III, el último monarca reinante de Baviera. Como es sabido, perdió su trono al final de la Primera Guerra Mundial, cuando se disolvió el Imperio Alemán y se creó la República de Weimar. También llevó aparejado que todas las monarquías estatales alemanas resultaron abolidas en el proceso. Hoy, los descendientes son solo pretendientes a un trono que no existe y su labor no es otra que mantener viva la memoria de su linaje.
Los Wittelsbach fueron firmes opositores de los nazis, pero ante el empuje de los mismos, finalmente huyeron durante la Segunda Guerra Mundial: Franz y sus hermanos se establecieron en Hungría con su madre y sus hermanos, mientras que su padre encontró acomodo temporal en Italia.
Todos sus esfuerzos fueron en vano, porque tanto él como su familia fueron capturados y pasaron gran parte de la contienda en campos de concentración como Orianenburg y Dachau. Finalmente, fueron liberados por las fuerzas de Estados Unidos en 1945.
Después de este conflicto bélico que destruyó Europa y dejó algunas heridas que a día de hoy no están cerradas, Franz recibió su educación secundaria en la abadía benedictina de Ettal. Posteriormente, prosiguió su formación en la Universidad de Munich para estudiar administración de empresas.
Asimismo, pasó una muy ilustrativa temporada en Zúrich, donde prosiguió sus estudios. Se trata de un sagaz y exquisito coleccionista de arte moderno, su gran pasión. Franz es miembro honorario del Museo de Arte Moderno de Nueva York y, asimismo, importantes piezas de su colección privada se encuentran a modo de préstamo en la Pinakothek der Moderne de Munich.
Franz, quien sucedió como duque de Baviera en 2016, ha estado en una relación con el Thomas Greinwald desde 1980. La pareja nunca se ha casado. En 2021, la pareja apareció junta en un retrato oficial en lo que se considera el primer reconocimiento público de una relación entre personas del mismo sexo por parte del jefe de una dinastía real actual o anterior. Llevaban muchos años juntos y consideraron que esa era la forma más idónea de visibilizar su relación.
Como Franz, duque de Baviera, no ha sido padre, lo sucederá su hermano, el príncipe Max de Bavaria, quien en la actualidad tiene 86 años. El príncipe Max tiene cinco hijas, pero ningún varón, por lo que, debido a las reglas de la primogenitura de preferencia masculina, el título de los Baviera recaerá posteriormente en su primo, el príncipe Luitpold y sus descendientes, entre los que se encuentran el Príncipe Ludwig y los demás herederos masculinos.
Por otra parte, los derechos sucesorios de los Estuardo pasarán a la hija del príncipe Max, Sofía Isabel María Gabriela, casada desde 2021 con Luis de Liechtenstein.
Como decimos, los jacobitas se refieren a él como Franz II de Inglaterra, Escocia, Irlanda y Francia, títulos a los que él no ha aspirado, consciente de la lógica de la historia y del mundo contemporáneo en el que vive. Según la legislación alemana, los sus títulos reales no están reconocidos legalmente, pero pueden usarse como apellido.
En la actualidad, Franz vive plácidamente en una parte del palacio de Nymphenburg, la antigua residencia de verano de los reyes de Baviera en Múnich.
20 de enero-18 de febrero
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